(Minghui.org) Crecí en una familia de practicantes de Falun Dafa. Nací con un gran bulto en el lado derecho de la cabeza y una marca de nacimiento roja del tamaño de una moneda en la mandíbula izquierda.

Mis abuelos se preocupaban tanto por mí que no podían dormir. Sin embargo, mi madre no estaba preocupada, pues había escuchado las conferencias de Shifu durante todo el embarazo y sabía que él me cuidaba. El bulto desapareció pronto, pero la marca de nacimiento roja crecía.

Mi abuela seguía preocupada y quería llevarme al médico para un tratamiento con láser. Tras hablarlo, mi familia decidió centrarse en estudiar el Fa y no preocuparse. Para cuando cumplí dos años, la marca roja de nacimiento se había desvanecido gradualmente y finalmente desapareció por completo. ¡Estoy agradecida por el cuidado de Shifu!

Empecé a leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, a los cuatro años. Al principio, mi madre leía una frase y yo la repetía. Pero mi padre se opuso porque no entendía la cultivación. Así que solo leía el libro cuando me quedaba con mi abuela los fines de semana. Leía dos páginas por semana y llevaba un registro de mi progreso. Para las vacaciones de invierno de mi segundo año de primaria, en 2024, por fin había terminado de leer Zhuan Falun. Entonces me uní al estudio del Fa en grupo, donde leíamos párrafo por párrafo. Enseguida terminamos el libro completo.

También escuché las conferencias de Shifu en Guangzhou y anotaba dónde las dejaba para poder retomarlas más tarde. Aunque me llevó mucho tiempo, finalmente terminé todas las conferencias.

El primer poema que memoricé fue:

Rectificación del Fa

“Un pensamiento conmueve y hace temblar, afuera de la Gran Bóveda
Desea rescatar a los seres del cosmos, eliminar la multitud de calamidades
Diez mil capas de viejas fuerzas podridas y decrépitas bloquean
Al entrar al mundo humano, aun más conozco qué es lo malo
Rectificando el Fa durante todo el camino, partiendo las capas del Cielo
Todo lo que no es recto y es negativo es eliminado
El universo desea cambiar, ¿quién se atreve a impedirlo?
El cosmos vuelve a ser construido, y nunca más se malogrará” (Rectificación del Fa. Hong Yin III).

Desde entonces he memorizado muchos poemas de Hong Yin de Shifu y también puedo recitar el índice de Zhuan Falun. Cuando supe que había muchas otras conferencias y Escrituras esencialaes para mayor avance, le pregunté con entusiasmo a mi madre: "¿Cuándo puedo empezar a leer estos libros?". Ella me tranquilizó: "No te preocupes, lo organizaremos paso a paso".

Me encanta ver Viaje al Oeste desde pequeña, y he visto varias versiones muchas veces. Sé que el Rey Mono fue originalmente un monje taoísta antes de convertirse en monje budista. Creo en la existencia de Dios y en que los humanos pueden alcanzar la divinidad mediante la cultivación. Cuando estaba en el jardín de niños y oí a alguien decir que los humanos evolucionaron de los monos, no pude evitar reírme, pensando: "¿Cómo es posible?".

Disfruté la película "Antes éramos dioses". La vi dos veces. Sé que dice la verdad sobre los cultivadores que finalmente regresan a sus mundos celestiales. Actualmente estoy escuchando los artículos del 21.º Fahui de China en Minghui.org y los entiendo todos. Creo que los compañeros practicantes han hecho un gran trabajo y nunca me canso de escucharlos.

Una vez, mientras viajaba con mi abuela, escuchaba artículos sobre experiencias en el coche. Al llegar a casa, no salí porque quería terminar el artículo que estaba escuchando. Mi madre pensó que me había quedado dormida, pero simplemente estaba inmersa en el artículo. Aunque todavía soy joven, tengo una comprensión básica de la difusión del Fa por parte de Shifu y de la persecución a Falun Gong por parte del Partido Comunista Chino. Sé que Dafa es valioso y que la cultivación es un asunto serio.

Mejorando el xinxing

Siempre me han encantado los juguetes de dinosaurios. Un día de invierno, encontré un pequeño dinosaurio de juguete en la nieve y lo recogí con alegría. En otra ocasión, mi abuela encontró un monstruo de juguete en el suelo y me lo llevé a casa.

Poco después, mi abuela me llevó a una juguetería y me compró un dinosaurio de juguete grande. Estaba contentísima. Pero de camino a casa en bicicleta eléctrica, perdí el control y lloré desconsoladamente. Mi abuela me dijo: «No debemos ser avariciosos. No debemos tomar lo que no es nuestro. De ahora en adelante, nunca tomes nada que no te pertenezca, por pequeño que sea». Desde entonces, he recordado esta lección.

Debido a la influencia de mi familia, no me gustan las peleas. Al jugar en el tobogán, muchos niños se empujan para pasar primero, y algunos se molestan cuando los empujan hacia atrás. Yo nunca me adelanto, sino que espero a que todos los demás hayan pasado antes de tomar mi turno. A mi padre siempre le ha preocupado que me acosen, pero de hecho, soy más alta y más fuerte que la mayoría de los niños de mi edad. Como rara vez discuto o peleo, todos disfrutan jugando conmigo.

Tenía la mala costumbre de morderme las uñas. Un día, mi abuela me dijo: «Morderse las uñas es antihigiénico y un mal hábito. Creo que algo malo en otra dimensión te está obligando a hacerlo. Deberías decirle que no». Miré por la ventana y dije: «¡Nunca más me morderé las uñas!». Como si la cosa mala me hubiera oído, dejé de morderme las uñas desde ese día.

Sé que aún soy joven, que no he estudiado el Fa a fondo y que estoy lejos de cumplir con sus requisitos. Pero deseo ser una auténtica discípula de Shifu, seguirlo en la rectificación del Fa y nunca defraudar su compasiva salvación.