(Minghui.org) Solía ser un completo sinvergüenza y un mafioso. En 2006, me condenaron a cuatro años de prisión por agresión. Para entonces, los vicios que había tenido durante mucho tiempo, como fumar, beber y abusar del éxtasis y otras drogas, me habían provocado cálculos renales, hematuria e insomnio. Sufrí mucho debido a mis enfermedades y gasté una fortuna en tratamientos en el hospital de la prisión. Sin embargo, mi salud no mejoró.
1. Entrando en contacto con practicantes de Falun Dafa
Me di cuenta de que los practicantes de Falun Dafa que estaban en prisión gozaban de una excelente salud, así que me acerqué a ellos y les pregunté cuál era su secreto. Descubrí que Falun Dafa es una disciplina espiritual que guía a los practicantes a ser personas buenas y con unos valores morales, de acuerdo con los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Puede curar enfermedades, mejorar la salud, prolongar la vida y, en última instancia, ayudar a alcanzar la iluminación. Cuando supe que la práctica incluye cinco series de ejercicios, expresé mi preocupación al pensar que los guardias de la prisión no me dejaran practicar, ya que Falun Dafa está prohibido en China. Un practicante me tranquilizó: «No te preocupes. Recita sinceramente «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». La desgracia que te ha sobrevenido se evitará y los desastres se convertirán en bendiciones».
A pesar de mis dudas iniciales, recité esta frase en mi mente una y otra vez. Mi dolor se alivió milagrosamente, pude dormir mejor y me sentí con más energía.
Después de salir de prisión, comencé a practicar Falun Dafa. Sin embargo, algunas preguntas aún persistían. «¿Por qué se prohibió una práctica tan buena? ¿Por qué el gobierno encarceló a los practicantes? ¿No son las prisiones para personas malas como yo?».
Intenté ponerme en contacto con varios abogados para preguntarles sobre este tema, pero la mayoría se negó a hablar del asunto, y algunos dijeron que era políticamente delicado. Finalmente encontré un abogado que me dijo la verdad. Aprendí que Falun Dafa siempre ha sido legal en China. El gobierno ha definido 14 clases de sectas, pero Falun Dafa no es una de ellas. Los puntos 99 y 100 de la Orden N.º 50 de la Administración General de Prensa y Publicaciones de China, que entró en vigor el 1 de marzo de 2011, levantaron la prohibición de divulgar Falun Dafa. El artículo 35 de la Constitución establece la libertad de expresión y el artículo 36 establece la libertad de creencias. Falun Dafa ha sido falsamente acusado y profundamente injuriado.
2. Protegido milagrosamente por Dafa
Al estudiar Zhuan Falun, aprendí que el bien es recompensado y el mal recibe su castigo de acuerdo con la ley del universo. Las buenas acciones traen bendiciones, mientras que las malas acciones resultan en castigo. Dejé de cometer actos que perjudicaran a los demás y busqué un trabajo honesto, sin importar lo duro o agotador que fuera, para mantener a los míos como padre de familia.
Mientras trabajaba en una cantera, la correa de un motor me rompió accidentalmente las primeras articulaciones de dos dedos. El médico me dijo que necesitaba implantes metálicos y que debía ser hospitalizado. Como no quería causar más pérdidas al propietario de la cantera, decidí volver a casa. Mis dedos se curaron en pocos días después de practicar los ejercicios de Falun Dafa.
Una noche estaba en la cantera y me di cuenta de que varias rocas se habían caído de la cinta transportadora que estaba en movimiento. Me agaché para recoger las rocas sin detener la cinta, entonces mi manga se enganchó en ella y la cinta succionó mi brazo, cuando este estaba a punto de entrar en la trituradora una fuerza misteriosa lo liberó milagrosamente. Shifu me salvó de perder un brazo.
El diagnóstico del hospital fue que el incidente causó una grave rotura nerviosa y muscular, hasta el punto que se me consideró discapacitado y con derecho a recibir una prestación mínima para subsistir. Como no quería ser una carga para el gobierno, no la solicité ni presenté ninguna reclamación a mi empleador. Gracias a la práctica de Falun Dafa, mi brazo se curó y recuperó toda su funcionalidad.
Más tarde compré una pequeña grúa con la que transportaba arena, cemento y otros materiales de construcción a los clientes que vivían en pisos altos. Durante mi primer intento de manejar la grúa, mi falta de experiencia provocó un desequilibrio de peso que hizo que la grúa se volcara, rompiéndome de nuevo el brazo que ya estaba lesionado. El dolor era insoportable, pero mi experiencia previa me había enseñado que acudir al hospital sería una tarea costosa e ineficaz. El tratamiento podría no ser eficaz y yo estaba decidido a curarme el brazo practicando Falun Dafa. Mi brazo se curó en poco tiempo, lo que me dejó abrumado por el extraordinario poder de Falun Dafa.
En dos ocasiones, mis pies fueron aplastados por piezas de hierro que cayeron encima de ellos. Para no causar problemas a mi empleador, guardé silencio y seguí trabajando. Mis pies se curaron rápidamente gracias a la práctica de Falun Dafa.
Todos mis subordinados reconocen las bondades de Falun Dafa. Una vez, un trabajador que había recibido un amuleto de Falun Dafa estaba manejando una grúa, la carga estaba ligeramente suspendida en el aire cuando el brazo de la grúa se rompió y le cayó en la cabeza. Aterrorizados, lo llevamos rápidamente al hospital, pero los médicos nos dijeron que estaba bien. Sabíamos que había sido protegido por Falun Dafa.
Una vez subimos más de 136 kg (300 libras) de baldosas al sexto piso de un edificio. Después de terminar el trabajo, mis trabajadores desataron la cuerda y la bajaron, al recogerla, me asusté al ver que estaba casi deshilachada. Si la cuerda se hubiera roto mientras las baldosas estaban suspendidas en el aire, las consecuencias habrían sido desastrosas. ¡Esta protección la recibimos por creer en la bondad de Falun Dafa!
3. Dafa me enseñó a ser considerado con los demás
Hice trampas mientras jugaba y un hombre contratado por un vecino del pueblo casi me apuñala hasta matarme. Más tarde fui a la casa del vecino con un cuchillo, pero no pude vengarme, ya que el hombre había huido de su casa. En 2010 después de salir de prisión, este hombre envió a un intermediario para pagarme 10.000 yuanes (unos 1.400 USD), con la esperanza de resolver el asunto. Cuando le dije al intermediario que no era necesario que me pagara, este, preocupado, pensó que todavía quería acabar con la vida del aldeano y trató de persuadirme para que aceptara el dinero. Llamé al aldeano y le dije: «No te preocupes, no te molestaré más. Ahora practico Falun Dafa y vivo según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Quiero ser una buena persona que se preocupa por los demás». Este aldeano se sorprendió tanto que se quedó sin palabras. En el pasado, quizá ni siquiera habría resuelto el asunto por 80.000 o 100.000 yuanes (11.000 o 14.000 USD).
Después de salir de prisión, mis dos cómplices me pidieron ayuda para obtener una indemnización del hombre que nos había contratado a los tres para golpear a otra persona. Habíamos golpeado a nuestro objetivo con la intención de asustarlo, pero sin querer le habíamos causado lesiones graves. El hombre que nos contrató lo perdió todo en el juicio y, además, me vi obligado a pagar una multa de 40.000 yuanes (5.500 dólares). Mis cómplices querían encontrar al hombre que nos había contratado y exigirle dinero para saldar la deuda. Fui a ver al hombre que nos había contratado y le expliqué los motivos de mi visita. Sin embargo, el hombre era tan pobre que solo pudo darme 200 yuanes (27 dólares). Sabía que esto sería motivo de venganza por parte de mis cómplices, así que añadí 10.000 yuanes (1.400 dólares) de mi propio bolsillo y se los di a mis dos coacusados. Les dije que habría represalias por las malas acciones, les describí los beneficios que había obtenido al practicar Falun Dafa y les insté a no volver a cometer esos delitos. Estuvieron de acuerdo, tomaron el dinero y se marcharon. Si no hubiese sido por Falun Dafa, habría perseguido al hombre que nos había contratado para obtener una compensación, en lugar de pagarlo yo para resolver el asunto.
Antes de practicar Falun Dafa, solía comer a menudo en un restaurante y acumulé una deuda de más de 3.000 yuanes (400 dólares). Después de convertirme en practicante de Dafa, tomé la iniciativa de pagar lo que debía. El dueño del restaurante se quedó estupefacto. Le dije: «Practico Falun Dafa. Los practicantes deben ser considerados y amables con los demás. Como dice el viejo refrán: «Hay deidades a un metro por encima de nuestras cabezas que observan cada uno de nuestros movimientos». El destino de una persona está en sus propias manos. Aquellos que realizan buenas acciones serán bendecidos, mientras que aquellos que hacen el mal serán castigados». El dueño del restaurante encontró mis palabras profundamente significativas.
Una vez acepté un trabajo para instalar radiadores. El cliente y yo acordamos el precio para 42 radiadores en el lugar de entrega. Luego bajé las escaleras para descargar el camión y descubrí que solo tenía 36 radiadores. Rápidamente llamé al cliente, le expliqué la situación y le devolví el dinero.
En otro trabajo, entregué arena a un cliente y cobré mis honorarios de 640 yuanes (unos 90 dólares), sin contar cuidadosamente la cantidad. Al regresar a casa, conté el dinero y descubrí que el cliente me había dado 50 yuanes de más (7 dólares). Cuando lo llamé, el cliente pensó que me había pagado de menos y me preguntó cuánto le debía. Le respondí: «Me dio 50 yuanes de más». El cliente exclamó: «Oh, amigo...», antes de soltar una larga carcajada. Posteriormente, volvió a requerir mis servicios.
Una vez, una contratista me pidió que la ayudara a deshacerse de algunos residuos de construcción. Me dijo que eliminara tres metros cúbicos de residuos, pero solo encontré dos metros y le cobré en consecuencia. Esta contratista comenzó a confiar en mí y me contrataba cada vez que tenía un trabajo adecuado.
El pasado mes de septiembre, nuestra ciudad llevó a cabo inspecciones de los sistemas de escape de los vehículos y mi coche no superó la prueba. Como acababa de pagar una revisión a fondo de mi coche, pedí consejo al mecánico que lo había revisado. La primera opción era pagar un soborno, la segunda era acudir a un centro de inspección lejano con criterios menos estrictos y certificarlo allí, y la tercera opción era sustituir el convertidor catalítico de tres vías. Después de sopesar mis opciones, decidí que las dos primeras eran inadecuadas para un cultivador y opté por sustituir el convertidor catalítico de tres vías. A pesar del mayor coste, me quedé tranquilo. Durante la inspección, el inspector me dijo: «Probablemente sea usted la primera persona que vuelve para someterse a otra inspección». La mayoría de la gente había acudido al centro de inspección lejano para obtener la certificación.
Un día, me encontré con un antiguo subordinado. Al verme con un reloj que costaba apenas más de 20 yuanes (3 dólares), se echó a llorar y me preguntó: «Hermano, ¿cómo has acabado así?». A sus ojos, yo solía ser una persona poderosa que perseguía el dinero y las mujeres hermosas, llevando una vida de prestigio social y soberbia. Poco nos dábamos cuenta de que tal gloria se construía a costa del sufrimiento de otras personas.
Después de practicar Falun Dafa, me he convertido en una persona autosuficiente y responsable que ya no daña a los demás ni comete delitos. Me he convertido en el pilar de mi familia, contribuyendo a la sociedad y a mi país. Mi profunda transformación no le ha costado nada al gobierno. ¿No debería Falun Dafa ser reconocido y elogiado por su contribución positiva a la sociedad? Sin embargo, esta gran práctica sigue estando prohibida por el gobierno.
Si todos viviéramos según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, disfrutaríamos de una sociedad armoniosa, digna de confianza y tolerante. ¡Qué maravillosa sería la vida!
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.