(Minghui.org) Durante las presentaciones de Shen Yun en 2024, de repente me di cuenta de que tenía un apego que se expandía, pero que había estado oculto durante muchos años. Era resentimiento. Me sorprendió un poco, pero me alivió haberlo encontrado. En mi vida muchas veces me sentí con el corazón pesado,  y esto era más después de pasar por grandes cambios en mi vida personal, aunque hubieran pasado muchos años, y este apego parecía ser la raíz del problema. Sentía que el apego era bastante sólido, como si me hubiera perseguido y acumulado durante varias vidas.

Al principio, no sabía qué hacer. En mi trabajo, un proyecto de medios, no me encontraba en un estado de paz. Estaba cada vez más desanimada y resentida, y me irritaban los demás. Aunque me uní al estudio grupal del Fa, me di cuenta de que la calidad de mi estudio, muchas veces no era buena y me costaba mantener el control de mi vida personal. Poco a poco, prioricé mis tareas laborales sobre mi cultivación personal, mi familia y mis amigos, hasta que pareció apoderarse de mi vida. Un día, de repente, me di cuenta de que priorizaba el esclarecimiento de la verdad sobre mi cultivación para sentir y aparentar que me cultivaba bien.

No era mejor que la persona de Zhuan Falun, que se alegraba de contraer la enfermedad de otro para conservar su reputación.

No sabía cómo superar este estado incorrecto. Como una rana que se cuece en agua tibia, esto ocurrió a través del tiempo. Pensé: «Lo que más importa es mi corazón, no mi profesión». Era algo que necesitaba cambiar desde dentro. Pero me sentía atrapada y desesperada. En mi corazón, clamaba a Shifu, pidiendo ayuda, y sentía que no podía seguir así. Anhelaba tener el corazón puro que tenía cuando comencé a practicar la cultivación con diligencia. En cuanto le pedí ayuda a Shifu, solo una palabra me vino a la mente: "paciencia".

En los meses siguientes, Shifu usó diversas tribulaciones para destruir mi resentimiento, eliminar mi yeli y transformar mi corazón. Aún tenía mucho que mejorar, pero sentí que mi mentalidad cambiaba gradualmente hasta recordar que el trabajo que hacía era completamente para el bien de los demás, y mi corazón se llenó de gratitud. El giro fue un verdadero milagro. Gracias Shifu.

Experimenté muchos milagros, pero me gustaría centrarme en una oportunidad reciente y cómo se materializó.

"Es como vivir en un hotel"

El año pasado me cambié a otra vivienda, lo cual fue triste porque me había hecho muy amiga de mis compañeras de piso. Cuando las conocí justo antes de mudarme, sentí que las conocía de toda la vida. Eran como viejas amigas de confianza y siempre tenía a alguien con quien hablar.

En cambio, mi nuevo apartamento era moderno por dentro, frío y no como un hogar. La habitación también era mucho más pequeña. La zona era un poco peligrosa, a veces un grupo de chicos se juntaba y tocaba rap afuera, y en ocasiones se peleaban. No veía mucho a mi nueva compañera de piso, y la otra habitación estaba alquilada a huéspedes de Airbnb. Aunque sentía que me habían enviado allí por algo, no estaba contenta. Un día en el trabajo, charlaba sobre el cambio de vivienda con una chica que trabajaba en otra oficina. Ella se rió y dijo: «Es como vivir en un hotel». Asentí y entonces recordé las palabras de Shifu:

"«Al venir yo aquí, a la sociedad de la gente común, es como alojarme en un hotel; me quedo solo unos pocos días y me voy deprisa». No obstante, algunas personas simplemente son renuentes a apartarse de este lugar, han olvidado sus propios hogares" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Esta era una pista muy obvia de Shifu que me recordaba a diario.

Los huéspedes de Airbnb que alquilaban una de las habitaciones del piso, se quedaban allí unos días o unas semanas. Llegaban y se iban a toda prisa, y probablemente nunca los volveríamos a ver, como la naturaleza temporal de la vida y las relaciones.

Pero todo estaba bien arreglado. Cada huésped se sentía relajado en el piso, así que fue muy natural aclararles la verdad, sobre todo por mi trabajo en los medios de comunicación. También me hizo darme cuenta de que poco a poco me había apegado demasiado, o incluso obsesionado, con la fama, las ganancias y el sentimentalismo. Me recordé que el éxito en la cultivación no se relaciona con lo que pueda considerarse exitoso en la sociedad humana efímera. Mi vida está arreglada según mi yeli, y la clave está en que mi corazón se mantenga limpio y recto.

Si bien la zona en la que estaba viviendo era un poco difícil en comparación con donde vivía antes, me conmovió la amabilidad y la resiliencia de algunos de mis vecinos. Una vecina había pasado por muchas dificultades en su vida. Oí de otra vecina que había recurrido al alcohol hacía un tiempo y tuvo que ingresar a rehabilitación. Una vez me dijo que era triste que su hijo hubiera estado recluido desde la adolescencia y que no saliera de casa ni siquiera ahora, a sus veinte años. A pesar de todas sus dificultades, siempre sonreía y me saludaba, y pude sentir su bondad.

Otra vecina me contó que lloraba al pensar en la gente y los niños que sufrían en las guerras de Oriente Medio. Sentí su compasión. No se quejaba de su propia vida, pero lloraba por el sufrimiento ajeno. Siempre que la veía me recordaba que debía cuidar de mi madre y de mi familia.

Una sala disponible para el Seminario de 9 días

Poco después de haberme cambiado a este departamento, pensé que, ya que me había cambiado a una nueva zona, debía contactar con los concejales de ese lugar, aclararles la verdad e invitarlos a un próximo seminario de 9 días. Así que busqué en internet sus correos electrónicos.

Unos días después, tocaron mi puerta. Al abrir, para mi sorpresa, era una de las concejalas con la que quería contactar. Me dijo: "Solo estoy viendo cómo te va con el aumento del costo de la vida". Mientras hablábamos, mencioné el seminario de nueve días de Falun Dafa. Me preguntó: "¿Por qué no lo haces aquí?". Me sugirió algunos espacios locales y acepté. Me dio su correo electrónico y se fue.

No le envié un correo electrónico de inmediato. Una semana después, en un sueño, una ex primera ministra británica apareció a mi lado mientras yo sostenía una cámara. Me dijo en tono crítico: "¿Por qué no me has enviado ese correo?". Yo estaba bastante tranquila y le di una excusa diciendo que no había tenido tiempo. Entonces me dijo: "Tienes que enviarme ese correo". En cuanto desperté, me di cuenta de que necesitaba urgentemente escribirle a la concejala. Estaba siendo demasiado lenta y tuve que recibir pistas para que me diera prisa. Le envié un correo electrónico de inmediato.

Me respondió un par de semanas después con algunos lugares a los que podía contactar. Uno de ellos estaba justo en la puerta de mi casa. Cuando los contacté, la encargada del lugar se alegró mucho de saber de Falun Dafa y me dijo que podía alquilarlo sin costo. También me dijo que había un televisor y altavoces. Me sorprendieron los arreglos. Organicé la proyección de videos de las conferencias de Shifu y de las instrucciones de los ejercicios para los participantes durante nueve noches consecutivas.

Organizando el Seminario

Una vez decidido el lugar y la hora, tuve que organizarlo. La señora que guardaba las llaves del espacio dijo que esperaba que la sala estuviera completamente llena y me preguntó si ella seguiría abriéndola durante nueve noches consecutivas si solo había uno o dos participantes. Quedamos en que sí, pero yo estaba un poco nerviosa, ya que estaba programado para comenzar en solo tres semanas. Además, mi nivel de confianza en otras personas era bajo.

Unos meses antes, una practicante a  quien yo conocía bien se rebeló públicamente contra el Fa. Yo estaba muy emocional y confundida. Al día siguiente me encontré con una buena amiga que no era practicante. No le conté la noticia, ya que ella también estaba pasando por algunas dificultades, pero al despedirnos me dio un regalo de Navidad. Me sorprendió ver que era un perfume llamado Divinidad. Sentí que era una señal de Shifu para mantenerme positiva y concentrada. Mientras escribo esto, también me doy cuenta de que es una sugerencia para ver las cosas desde la perspectiva de un ser divino.

A pesar de recordarme que cada persona es responsable de sus propias decisiones, tenía un pequeño temor de que algunos asistentes del seminario no pudieran aceptar el Fa. Más tarde, comprendí que esta preocupación era, en cierto modo, irrespetuosa. El Fa es tan poderoso, y cada persona tiene su propia predestinación y elección. Todo lo que podía hacer era asegurarme de que el ambiente no se perturbara, y creía que los elementos rectos disolverían cualquier maldad. Depende de cada individuo si practica o no.

Al pensar en cómo organizar el seminario, me vinieron a la mente un par de cosas. Una fue una historia de Shen Yun llamada "Iluminación", donde había un hombre que estando en una guerra mató gente. Casi se quita la vida, pero decidió hacerse monje. Estaba decidido a soltar sus apegos y tuvo éxito en la cultivación, mientras que los otros monjes, que parecían haber cultivado por más tiempo, no pudieron pasar la primera prueba.

Esta historia de Shen Yun me ayudó a comprender que, independientemente de lo que alguien haya hecho en el pasado, si podemos brindarle la oportunidad o el entorno para que aprenda sobre Falun Dafa, ellos pueden persistir y hacerlo muy bien. Simplemente no sabemos cuál podría ser la predestinación de alguien. Otra cosa que recordé después de leer una de las enseñanzas de Shifu, fue que las personas analfabetas pueden organizar a otras personas para que  lean el Fa. Así que sentí que no debía dudar de mi propia profundidad de entendimiento, ya que aprenderé junto con los demás y que Shifu nos cuida a todos.

También tuve algunas pistas de que Shifu se ocupa de todo. Por ejemplo, una practicante me envió un mensaje para decirme que podía ayudar todos los días excepto viernes y sábado, y al mismo tiempo, otra practicante me envió un mensaje para decirme que solo podía ayudar los viernes y sábados. Así que me conmovió mucho la compasión de Shifu, mostrándome que todo iba a estar bien. Esto también me hizo darme cuenta, cómo todo en mi vida está cuidadosamente arreglado.

Aprendiendo juntos

Al final, 50 personas se inscribieron para asistir a los nueve días, y unas once acudieron. Tres personas se quedaron hasta el final, y tres o cuatro parecían interesadas en seguir practicando. La encargada del espacio estuvo ausente algunos días, así que decidió darme la llave para abrir y cerrar.

La mayoría vino después de ver información sobre el seminario en redes sociales. Uno vino porque habló con un practicante en un sitio donde los practicantes hablan sobre la persecución. Me conmovió la dedicación de cada practicante para llegar a la gente, y todos los intrincados arreglos que los seres celestiales debieron haber hecho para quienes asistieron a las videoconferencias de Shifu.

Algunas personas se iban temprano, pero sentí que si se quedaban o se iban dependía de su predestinación.

Tenía algo de miedo de responder preguntas por mi apego a guardar las apariencias y el miedo al conflicto, pero al final me di cuenta de que mientras hablara con la gente, pensara primero en ellos y hablara con sencillez, estaría bien. Estos son apegos en los que necesito trabajar.

Después de ver la Segunda Lección, una persona se me acercó emocionada y me dijo: "He probado tantas prácticas espirituales, pero nunca había conocido nada parecido. ¡Quiero ser voluntaria para ayudar a difundir la práctica!".

Esto me impresionó profundamente. Empecé a leer el Fa cuando tenía unos diez años y sentía que me protegía, así que no me dejé llevar por las tendencias modernas. Tenía unos 17 años cuando me comprometí plenamente con la cultivación.

De adulta, nunca pasé por el proceso de buscar una práctica espiritual. Quizás di por sentado lo magnífico que es el Fa y la gran fortuna que tenemos de encontrarlo en esta vida.

Antes de ver la Cuarta Lección con el grupo, recibí una pista en un sueño que reveló el sufrimiento emocional que causé a otros en una vida anterior. En ese momento me sentí muy mal por el sufrimiento que causé y comprendí mejor las dificultades que enfrentamos en esta vida. Al mismo tiempo, me conmovió profundamente pensar en cómo Shifu usa tantas formas de atenuar nuestro yeli, y una gran parte ya se ha eliminado.

Una tarde vinieron unos niños. Una niña estaba especialmente entusiasmada y quería ver la conferencia de Shifu, así que trajo a sus amigas.

Sin embargo, una niña del grupo, que parecía tener cinco años, no se unió y parecía no tener disposición, y me respondió de manera despectiva. Un día, encontró dos trozos largos de canaleta de plástico y quiso meterlos en la sala. Le pedí que parara y me respondió de forma grosera, pero luego se quedó afuera. Me pregunté por qué se comportaba así.

Más tarde me di cuenta de que yo la estaba juzgando. La niña no se unió a los demás niños para aprender los ejercicios, pero cuando más tarde les di flores de loto, pareció la más feliz de recibir una. Un par de semanas después, durante una sesión semanal de estudio del Fa que se organizó después del seminario, entró corriendo a la habitación, preguntando por las flores de loto. Antes de otra sesión semanal de ejercicios y estudio, llegó corriendo con su amiga y decidió acomodar unas sillas, diciendo que iba a invocar demonios. No entendí por qué. Finalmente, no lo hizo y logró sentarse en la postura de medio loto antes de que llegaran los demás para hacer el quinto ejercicio. Se portaba mal, pero yo sabía que Shifu la cuidaría, y tal vez, yo le debía algo de otra vida.

Más tarde leí algo del Fa que me ayudó a comprender que a lo largo de nuestro camino se presentan numerosas rondas de pruebas para que mejoremos. De repente, me sentí agradecida por saber que estaba en el camino correcto y por todas las diferentes tribulaciones que había experimentado en mi vida hasta entonces, a pesar de mis tropiezos. Finalmente entendí este principio básico.

Recientemente noté que, en la página web Minghui se han compartido más cosas sobre los apegos fundamentales. Me pregunté: ¿Me estoy aferrando a una búsqueda oculta para obtener una vida cómoda gracias al Fa? ¿Estoy usando el Fa para este objetivo humano? Me impactó encontrar un elemento así en mi campo, donde parecía haber desarrollado una búsqueda de comodidad y cosas buenas a través del Fa. Es un apego tan impuro que no quiero que exista en mi corazón.

Durante el seminario, cuando todos vimos juntos la Novena Lección, sentí que Shifu nos estaba ayudando a elevar nuestro nivel, y me conmovió profundamente. Pensé en lo lejos que viajaba la gente en China para escuchar las conferencias de Shifu a principios de los 90. Me conmovió mucho. Me hizo apreciar el aprender con otros en persona, algo que no había sentido durante algún tiempo.

Siento que no siempre he sido capaz de mantenerme diligente en la cultivación, a pesar de seguir adelante. Ser parte de este esfuerzo también me ayudó mucho, me hizo darme cuenta de lo mucho que Shifu me ha dado y me recordó que debo esforzarme más para ser diligente cada día. Descubrí que, desde que participé en el seminario, si se me hace tarde y no hago los ejercicios ese día, me aseguro de hacer algunos ejercicios. Mientras que antes, si era tarde y me sentía cansada, a veces me saltaba los ejercicios.

Espero de verdad poder absorber el Fa, para poder ayudar a más personas a tener la oportunidad de aprender sobre Falun Dafa y mantener una mente limpia y pura dondequiera que esté.

Ahora, cuando noto que me invade algún pensamiento negativo, intento leer o recitar un poema de Hong Yin.

De hecho, me daba un poco de vergüenza escribir algo para compartir, y después de escribirlo, no quería leerlo. Temía que no fuera lo suficientemente bueno y que no fuera tan beneficioso porque otros cultivaban mejor que yo. Un practicante me señaló que esto se debe a la mentalidad competitiva y que estaba comparando mi cultivación con la de otros. Descubrí que era otra capa de apego que necesitaba exponer para poder eliminarla.

Quiero terminar diciendo, que agradezco la oportunidad de escribir estas experiencias, lo que también ha sido un proceso de cultivación. Me ayudó a ser más decidida y a darme cuenta de muchas cosas que necesito mejorar. Espero que ayude a los demás.

Gracias Shifu. Gracias compañeros practicantes.

(Artículo seleccionado presentado en la Conferencia del Fa del Reino Unido de 2025)