(Minghui.org) Cuando era niña, me caí por las escaleras y sufrí una conmoción cerebral. Luego tuve fiebre, que se convirtió en neumonía. Posteriormente desarrollé asma bronquial y neurodermatitis. Cuando crecí, no podía trabajar y todos los ingresos de mi familia se gastaban en mis tratamientos médicos. Pero mis enfermedades no se curaron. Después de practicar Dafa, desaparecieron y finalmente pude mantenerme económicamente.
Debido a la persecución continua de Dafa llevada a cabo por el Partido Comunista Chino (PCCh), fui condenada ilegalmente a prisión dos veces y perdí mi fuente de ingresos. Vivía con mi madre, y estos incidentes le causaron un dolor y un sufrimiento inmensos. Falleció a principios de este año. De repente me quedé sola y enfrentándome a dificultades económicas. Cuando otros practicantes se enteraron de esto, me apoyaron y me ayudaron a encontrar soluciones.
Recuerdo que Shifu dijo:
“Les daré un ejemplo. La familia de un estudiante de repente se encuentra con dificultades financieras. Para un cultivador, esta dificultad puede existir porque debe esta deuda del pasado. Durante el proceso de eliminación del yeli, debe aguantar esta clase de cosas. Pero no debe durar mucho. Estoy diciendo que esta puede ser la situación. Por eso, algunos estudiantes sienten que él está teniendo un momento muy difícil y que tenemos que ayudarlo a salir. ¿Cómo podemos ayudarlo? Todo el mundo contribuye con dinero, le da dinero, y provee a su familia. Bueno, de esta forma esta persona deja de trabajar. Además de estudiar el Fa, se queda en casa y vive con el dinero de ellos. Un poco después, deja de estudiar el Fa: “Adelante, traigan el dinero. Simplemente voy a seguir viviendo así”. Piensen todos sobre esto. Tú por supuesto tienes compasión, pero no puedes tratar este asunto así. Todo el mundo tiene sus propias tribulaciones. Lo puedes asistir con la compasión y ayudarlo a conseguir un trabajo o atender temporalmente algunas emergencias. Pero absolutamente no puedes hacer eso por un largo tiempo. El camino que he arreglado para él lo habrás desbaratado. A él le será imposible practicar la cultivación. Al final, dejará de practicar la cultivación” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Este de los Estados Unidos).
Así que agradecí a estos practicantes su amabilidad, pero me negué a aceptar su dinero. Si no podía rechazarlo, utilizaba el dinero para elaborar materiales de aclaración de la verdad. Me recordaba a mí misma: este es mi camino y debo recorrerlo bien. Pero entonces tropecé con lo que al principio parecía un asunto trivial.
El año pasado, la practicante Ping y yo comenzamos a trabajar juntas para aclarar la verdad a las personas cara a cara. Todas las mañanas salíamos a hablar con la gente y luego tomábamos el autobús a mediodía para volver a casa. Al principio, Ping se ofreció a pagar mi pasaje, pero yo lo rechacé, diciendo que pagaría con mi tarjeta de débito. Pero Ping solía subir primero y pagar por mí. Con el tiempo, dejé de usar mi tarjeta. A veces, subía primero al autobús y esperaba a que Ping pagara, sin darle importancia.
Una vez, Ping sugirió: «Vamos a comer algo rápido». Al principio me negué, pero ella dijo: «¡Vamos, esta comida está bastante buena!». Fuimos y Ping pagó, y de nuevo no le di importancia. Más tarde comimos en otro restaurante. Pedí primero y, aunque podría haber pagado yo, le dije al cajero que Ping pagaría. Cuando llegué a casa, me sentí muy incómoda, pero no sabía qué era lo que estaba mal. Me preguntaba: «¿Qué ha pasado hoy? ¿Qué he hecho mal?». Pero no pude iluminarme.
Durante el estudio del Fa por la noche, leí:
“Lentamente comienza a aceptar pequeños regalos de recuerdo y gradualmente, cuando le dan cosas grandes, también las quiere y al final no acepta si le dan menos” (Tercera Lección, Zhuan Falun).
De repente comprendí lo que había estado sucediendo: de aceptar un yuan por el billete de autobús, a aceptar ahora más de diez yuanes por una comida; de rechazar el dinero al principio, a aceptarlo ahora sin reparos. ¿Qué vendría después? No me atrevía a pensar más en ello. Me di cuenta de que debía devolverle el dinero a Ping.
Sin embargo, tenía miedo de quedar mal, así que seguía posponiéndolo.Cuando volvimos a salir, Ping quiso comprar comida, pero le dije: «No tengo hambre. Si tienes hambre, come. Te espero». Esto obligó a Ping a renunciar a comer y a acompañarme a casa en lugar de tomar el autobús.
Después de hacer esto varias veces, me di cuenta de que no debía ser tan egoísta, pensando solo en mí sin tener en cuenta a Ping. Después de estudiar un poco más el Fa, hablé con Ping y le expuse mis apegos a la codicia, el deseo de obtener ganancias, salvar las apariencias y el miedo a las dificultades. Luego le devolví todo el dinero.
No hay asuntos triviales en la cultivación. Este es el camino que Shifu dispuso para mí, y debo recorrerlo con rectitud.
Mi nivel es limitado, así que si hay algo que no esté en línea con el Fa, por favor corrígeme.
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.