(Minghui.org) Recientemente encargué una máquina personalizada para el trabajo. El día de la instalación, el Sr. Yang, el jefe de la empresa donde compramos la máquina, llegó con su hijo y varios empleados para instalarla. Al entrar en la tienda, preguntó: "¿Es usted practicante de Falun Dafa?". Respondí: "Sí".
Anteriormente, había visitado la fábrica de Yang para inspeccionar la máquina y negociar el precio. Nuestra conversación fue agradable, y al salir, me dijo: "Creo que es una persona muy sincera".
Cuando llegó para instalar la máquina, vio carteles de Shen Yun, ejemplares de La Gran Época y folletos de la película "Órganos de Estado" sobre la mesa. Al instante, comprendió que practico Falun Dafa.
Entonces el Sr. Yang dijo: "Déjeme contarle algo realmente asombroso". Empezó a hablar de la novia de su hijo, cuyo padre, a pesar de tener apenas cincuenta años, no trabajaba. Se pasaba el día comiendo, bebiendo y apostando, llevaba el pelo largo y la barba le llegaba hasta la cintura. Su hijo nunca se atrevió a admitir cómo era realmente su futuro suegro.
Sin embargo, más tarde, el padre de la novia de su hijo comenzó a practicar Falun Dafa y experimentó una transformación notable. Se volvió disciplinado, responsable y su carácter mejoró significativamente. El Sr. Yang se asombró y me dijo: "El carácter de una persona puede cambiar casi 180 grados. ¿Cómo puede Falun Dafa tener tanto poder? ¡Es realmente asombroso!". Esto me conmovió profundamente y comprendí que, al cultivarnos entre la gente común, nuestras palabras y acciones validan el Fa.
Voy al mercado todos los días a comprar comida y conozco muy bien a algunos comerciantes. Siempre que pago, me dicen que me quede con el cambio. Sin embargo, siempre insisto en pagar el importe completo.
Dicen: “Otros siempre son quisquillosos con el dinero y me piden el cambio, pero tú insistes en pagar. Eres muy diferente a los demás”.
A veces, los clientes dejan objetos de valor en nuestra tienda, como celulares y bolsos. Cuando nos llaman después de buscarlos durante mucho tiempo, recuperar sus pertenencias siempre es un gran alivio. A menudo aprovecho estas oportunidades para aclararles la verdad y hablarles de los principios de Dafa que sigo. En el trabajo, siempre priorizo a los demás. Me esfuerzo al máximo por adaptarme y satisfacer las necesidades de los clientes.
Recuerdo que un empleado me dijo que había tenido muchos trabajos y numerosos jefes desde que se retiró del ejército a los cincuenta, pero que pensaba que yo era el mejor.
La cultivación es un asunto serio. Siempre debemos ser conscientes de nuestras palabras y acciones, y aprovechar cualquier oportunidad para validar Dafa.
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Categoría: Cultivación