(Minghui.org) Tengo 80 años y vivo sola. Excepto por el tiempo en que fui arrestada y detenida ilegalmente, siempre he salido a aclarar la verdad desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó la persecución contra Falun Dafa. ¡Nada podía detenerme, sin importar el clima!
Mi hija me invitó varias veces a quedarme unos días en su casa en Beijing. Yo prefería usar ese tiempo para hablarle a la gente sobre Dafa y la persecución. Sin embargo, no podía rechazar su invitación, así que fui. Después de las vacaciones, ella y su esposo regresaron al trabajo, lo que me dejó con más tiempo libre.
Después de estudiar el Fa, quise salir a aclarar la verdad. Pero me costaba un poco moverme, y además tenía acento, lo que temía que dificultara la comunicación. Así que estaba algo indecisa. Pero como soy practicante, aclarar la verdad y salvar a las personas es mi misión. ¡Debía hacer algo!
En mi primer día por Beijing, me encontré con un anciano que barría la acera. Le pregunté dónde podía comprar víveres y me dio instrucciones detalladas. Supe que era de la ciudad de Cangzhou, en la provincia de Hebei, y que estaba en Beijing cuidando a su nieto.
Exclamé: “¡Yo también soy de Hebei! Tenemos una relación predestinada para encontrarnos así. ¿Cree usted que el bien será recompensado y el mal castigado?” Me dijo que sí, así que le pregunté: “¿Ha oído hablar de renunciar al PCCh para asegurar su seguridad?”
No lo había oído. Entonces le pregunté si alguna vez se había unido al PCCh o a sus organizaciones juveniles. “Me uní a la Liga de la Juventud y a los Jóvenes Pioneros”, respondió.
Entonces le expliqué cómo el PCCh había causado la muerte de 80 millones de personas en sus múltiples campañas políticas y que la pandemia era una advertencia de que el cielo eliminará al Partido. “Como fue miembro de esas organizaciones, estaría implicado. Solo renunciando al Partido puede tener un futuro brillante”. Después de que comprendió la verdad sobre Dafa, renunció al Partido. Luego le pedí que recordara la frase: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!” Él fue la única persona con la que hablé ese día, pero fortaleció mi confianza.
Al día siguiente, me encontré con un anciano que empujaba un carrito. Le pregunté a dónde se dirigía. Me dijo que iba a comprar víveres. “¿No hay un supermercado cerca?”, le pregunté.
Respondió: “Es algo caro allí. Somos cinco en la familia. Gastamos mucho en la escuela de nuestro nieto y en el tratamiento de las enfermedades de mi esposa. Hoy en día es difícil llegar a fin de mes”.
“El PCCh no se preocupa por la vida del pueblo”, le interrumpí. “Los jóvenes en las zonas rurales no pueden casarse. El Partido impuso la ‘política del hijo único’, que provocó tantos abortos y un desequilibrio en la proporción entre hombres y mujeres”.
“¡Es verdaderamente devastador!”, respondió.
“Usted es de Beijing y vio la Masacre de Tiananmen en 1989. Fue muy cruel. Los movimientos anteriores mataron a muchas personas. ¿Puede permitirse que este régimen destructivo continúe para siempre?”
“¿Pero qué podemos hacer?”, preguntó.
“La gente no puede hacer nada, pero Dios sí. Las pandemias están bajo la voluntad de Dios para eliminar al Partido. El PCCh cree que tiene poder y puede controlar a la gente. Ha cerrado comunidades y ciudades, ha cerrado empresas y las ha llevado a la bancarrota. Si usted sigue la voluntad del cielo y renuncia al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, no se le contará como parte de él y escapará del desastre”.
Me preguntó cómo podía renunciar, así que le dije que podía usar un seudónimo o apodo. Aceptó y me dio su apellido. Entonces le di un seudónimo. Exclamó con entusiasmo: “¡Eso está muy bien!”
Una mañana fui a un parque donde muchas personas bailaban. Una mujer bien vestida, de unos 60 años, observaba. Inicié una conversación y descubrí que era profesora de Literatura China. Le pregunté si sabía que el fundador de Falun Dafa (el Sr. Li Hongzhi) había dado clases en Beijing. Dijo que sí, y que sabía que fueron bien recibidas, pero que no tuvo tiempo de asistir.
Como enseñaba literatura china, le pregunté si sabía sobre historia. Me dijo que tenía conocimientos básicos. Le dije: “¿Cree usted que el bien y el mal tienen consecuencias correspondientes?” Estuvo de acuerdo, así que continué: “Cada movimiento político llevado a cabo por el PCCh ha matado a millones de personas. Usted también vivió el movimiento estudiantil de 1989 en Beijing. ¡Esos universitarios murieron tan trágicamente!”
Suspiró y preguntó qué podíamos hacer. Le dije: “Dios tiene una forma. Ni siquiera las grandes dinastías duraron para siempre. Los Dioses ahora quieren eliminar a este régimen perverso. Así que quiero decirle que corte sus lazos con él desde el fondo de su corazón y recuerde la frase: ‘¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!’
“Practico Dafa desde hace 28 años y nunca he tenido que tomar medicamentos gracias a mi buena salud”. También le mencioné que tenía 79 años.
“¡No aparenta esa edad en absoluto!” Pensó que tenía unos 60 años y exclamó: “¡Dafa es verdaderamente grandioso! ¡Muchas gracias!”
Aceptó renunciar al PCCh cuando le pregunté si estaba dispuesta: “¡Gracias! ¡Ha sido muy significativo venir aquí esta mañana!”
Durante esos pocos días, ayudé a 149 personas a renunciar al partido. La mayoría aceptó lo que dije. Si hable bien, ya no tuve miedo, algunas personas incluso me elogiaban por mi conocimiento. Probablemente fue porque mi xinxing había alcanzado el estándar, así que Shifu me dio sabiduría.
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.