La bondad de un cultivador cambia a las personas de su entorno

(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en la primavera de 2004. Antes de eso, era muy competitiva, de mal genio, intolerante con los demás y de mente estrecha. Como resultado, desarrollé una enfermedad cardíaca a una edad temprana. Practicar Falun Dafa me transformó por completo. Aunque todavía tengo muchos apegos humanos, Dafa me ha cambiado profundamente. Mi mente y mi cuerpo han experimentado mejoras increíbles, que son un testimonio de los incansables esfuerzos de Shifu para ayudarme. Como discípula de Shifu, encuentro que las palabras son inadecuadas para expresar mi más profunda gratitud.

Me trasladaron a un lugar de trabajo diferente en octubre de 2008. Antes de ir allí, algunos colegas me advirtieron que el nuevo lugar era conocido por ser complejo y lleno de conflictos interpersonales, con muchas mujeres, particularmente esposas de funcionarios, con las que era difícil llevarse bien. Me recordé que era una Dafa dizi, así que no importaba dónde trabaje.

Después de presentarme a trabajar, manejé diligentemente cada tarea asignada por los líderes, sin hablar nunca de lo que hacían los demás. Mi nuevo trabajo consistía en enseñar a una pequeña clase de niños pequeños. Los cuidé con paciencia y compasión. Cuando los niños no se sentían bien, a veces los sostenía para consolarlos. Mi dedicación fue reconocida por los padres, muchos de los cuales querían inscribir a sus hijos en mi clase.

En invierno no teníamos calefacción central en el trabajo, excepto una estufa en la oficina. Tomé la iniciativa de traer carbón y limpiar las cenizas a diario, a pesar de que el trabajo era sucio y físicamente exigente. La esposa del portero, que no me conocía en ese momento, le dijo al director: "Todos los días, la maestra de pelo corto trae carbón y limpia las cenizas". Después de notar una sábana rota en una cama de la oficina, la reemplazé por mi cuenta.

Traté a mis colegas con genuina amabilidad. Me concentré en sus fortalezas y los elogié sinceramente, sin detenerme nunca en sus defectos. Algunos colegas preguntaron: "¿Por qué crees que todos son tan buenos?" Respondí: "Elijo ver solo lo bueno en los demás". Su colega Li estaba pasando por la menopausia mientras su hijo entraba en la adolescencia. A menudo se enfrentaba con su madre y con frecuencia pensaba en el suicidio. Compartí mis ideas sobre el yeli, la maternidad y las consecuencias del suicidio. Le expliqué que suicidarse la llevaría a un gran sufrimiento más allá de esta vida, y la pondría en una situación desesperada sin comida ni bebida, como un fantasma solitario. A través del estímulo y el cuidado continuos, se transformó por completo y se volvió optimista, considerada y proactiva. Tanto colegas como líderes comentaron: "Li es como una persona nueva ahora".

La colega Dong me contó sobre las frecuentes peleas con su esposo por cuestiones triviales. Compartí una historia personal: una mañana durante las vacaciones de verano, le pedí a mi esposo que sacara tres huevos del refrigerador. El refrigerador estaba lleno y accidentalmente dejó caer un huevo. Sintiéndose frustrado, arremetió, culpándome por organizar mal el refrigerador. Recordando la enseñanza de Shifu de mirar siempre hacia adentro, respondí con calma: "Si hubiera organizado el refrigerador correctamente, el huevo no se habría roto. Es mi culpa". Mi respuesta lo sorprendió, y dijo en voz baja: "Rompí el huevo y culpé a otra persona". La tensión entre nosotros se disipó de inmediato.

Esta historia conmovió profundamente a mi colega. Más tarde me dijo que cada vez que enfrentaba un conflicto, me usaba como modelo a seguir y pensaba en cómo lo manejaría. Se volvió más gentil, alegre y virtuosa, superando su depresión. Su esposo le preguntó: "¿Qué creencia estás aplicando ahora? Te has vuelto mucho mejor".

Estas experiencias me enseñaron que la bondad es una energía poderosa que realmente puede transformar vidas. La compasión que he cultivado en Dafa no solo me ha cambiado, sino que ha influido positivamente en mis colegas. A través de mis acciones, valido la bondad de Dafa y demuestro la verdad sobre las mentiras difundidas por el malvado régimen del PCCh.

Actualmente hay diez personas en nuestra unidad de trabajo. Trabajamos juntas en armonía y nos tratamos como hermanas. Dos líderes dijeron una vez: "Desde que se unieron a nosotros, todo ha cambiado. Nos unes tan felizmente y, a veces, ni siquiera queremos correr a casa justo después del trabajo".

Falun Dafa me ha cambiado a mí y a las personas de mi entorno. Estos resultados me recuerdan las enseñanzas de Shifu:

"El otro día dije que la luz del fo ilumina todo y hace la moral armoniosa y pura; esto quiere decir que la energía que emiten nuestros cuerpos puede corregir todos los estados incorrectos.". (Sexta Lección, Zhuan Falun)

"Discípulos, conserven en la mente que Dafa les está perfeccionando y ustedes también están perfeccionando Dafa.". (El Fa rectifica el corazón humano, Escrituras esenciales para mayor avance)

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.