(Minghui.org) Practico Dafa desde hace 29 años. Muchos practicantes que conozco ya son ancianos, y me consideran un practicante joven. He observado a los practicantes como pasan por la persecución de varias formas a lo largo de los años, y esto ha provocado grandes pérdidas en cuanto a la salvación de las personas de nuestra área. Me gustaría contarles algunas de las razones por las que creo que los practicantes que conozco han sido perseguidos, para que en el futuro podamos recorrer mejor nuestros caminos de cultivación.

No saber cómo usar la herramienta mágica que Shifu nos dio: «Mirar hacia adentro»

Hay muchas razones por las que nos persiguen. En primer lugar, me gustaría discutir esto desde el punto de vista de «mirar hacia adentro», mis propias experiencias y la situación de los practicantes que han perseguido en mi zona.

Lo más doloroso ha sido ver cómo mueren los practicantes que conozco. Algunos sentían que aclarar la verdad equivalía a cultivarse, y eso les hacía sentir que habían hecho bien las tres cosas. Pero no pudieron desprenderse de ciertas nociones, y al final perdieron sus cuerpos –porque las viejas fuerzas se aprovecharon de sus deficiencias. Entre estos apegos se hallan la lujuria, el resentimiento, el empleo de los recursos de Dafa para uso personal, etc. A algunos practicantes los encarcelan una y otra vez, y pasan por el yeli de la enfermedad.

Y muchos son practicantes veteranos que pasaron por altibajos. Por supuesto, su convicción en Dafa y en la práctica de la cultivación es obvia. Sin embargo, observé que casi todos tienen un problema común. Durante los conflictos o las tribulaciones, no saben cómo «mirar hacia adentro». Se detienen en el criterio de una persona común (con estándares altos): «Necesito ser más tolerante y mantenerme en estándares más altos».

Por ejemplo, una practicante puede pensar: «Yo no lo hice enojar, ¿por qué de repente me insultó? Entendió mal mis intenciones. Soy una practicante, no debería comportarme como él. Tal vez esté muy ocupado y no tenga tiempo para estudiar el Fa tan a menudo, así que debería perdonarle y ser más simpática». La practicante pensó que había superado la tribulación y que su cultivación había mejorado. Parece compasión, pero... ¿ha mejorado en su cultivación? Estrictamente hablando: no. Se detuvo en los estándares de la gente común y no miró hacia adentro como Shifu nos enseña a hacer.

Hemos practicado la cultivación durante muchos años, así que no queremos ser tan solo buenas personas entre los humanos, ¿verdad? Entonces, ¿qué nos impide «mirar hacia adentro»? Creo, que las nociones y los apegos que debíamos haber eliminado durante los conflictos son los que, en realidad, nos están bloqueando. Y estos nos impiden examinarnos a nosotros mismos: «debe haber algo que no he hecho bien y que le incomodó. ¿Podría ser que la forma en que manejé las cosas no es bondadosa o que mis pensamientos no se ajustan al Fa? Shifu está haciendo uso de la persona para ayudarme a encontrar lo que me falta.

Si sigues sin encontrar el problema, piénsalo de nuevo, porque podemos tener nociones de vidas pasadas de las que no somos conscientes. Entonces debería mirarme a mí mismo, incondicionalmente, como Shifu nos dijo que hiciéramos. En calidad de practicante, nada de lo que vivimos es una coincidencia. Si uno, de verdad, no puede encontrar el problema, entonces deberíamos comprender: «Oh, es mi yeli». Debemos «mirar hacia adentro» cuando llegan las tribulaciones, porque debe haber algo que necesitamos cambiar, para que podamos asimilarnos al Fa.

Si, realmente, no podemos encontrar dónde nos hemos equivocado pero, realmente, queremos saber la respuesta, ¿qué podemos hacer? Debemos mantener un fuerte deseo y querer descubrir cuál es mi problema. ¡Quiero mejorarme en la cultivación! Shifu verá nuestro deseo de progresar y nos ayudará. El Fa no tiene límites, y Shifu sabe maneras de ayudarnos a entender. Pero hay una condición previa: ¡Debemos querer mejorar! Este punto es crucial.

Shifu nos enseñó:

«Los fo miran si una persona es sincera cuando toma sus votos, y si de verdad se cultiva» (Exponiendo el Fa en el Fahui de Houston).

Porque hay un principio en el universo: lo que uno elige es lo que cuenta. Así que si quieres mejorar, Shifu te ayudará. Pero, si no quieres mejorar, Shifu no puede hacer nada.

El fenómeno de no mirar hacia adentro y carecer del fuerte deseo de descubrir mis problemas es lo que ocurre comúnmente. Esto es particularmente cierto entre los practicantes de edad más avanzada. Tal vez sea porque nuestras nociones se formaron y asentaron entre la gente común demasiado tiempo y el apego es demasiado profundo, o bien es porque no «miramos hacia adentro» cada vez que nos encontramos con pruebas. Es decir, protegimos esta noción en lugar de eliminarla. En consecuencia, se han convertido en obstinación. Y al final, estas nociones acabaron dominando nuestra conciencia principal. Así que cuando una persona trata de «mirar hacia adentro», las nociones la obstruyen.

Eso te hace buscar causas externas. El resultado es que uno queda atrapado en «lo que está bien y lo que está mal» desde el punto de vista humano, y te sigues diciendo a ti mismo que llevas la razón. Eso hace que las cosas cambien y se acomoden de acuerdo a tus intenciones mentales. Y escucharás más cosas equivocadas o vivirás situaciones engañosas que van a reforzar la noción de que tienes razón. Hace que razones poderosas de todo tipo aparezcan en tu mente o hará que evites «mirar hacia adentro» con el típico: «esto es una interferencia de las viejas fuerzas». Te atrapa en una fuerte espiral descendente de egoísmo. Y terminas sintiendo que las cosas son terriblemente injustas y que no se puede confiar en nadie. Y, por lo tanto, te aíslas.

Es fácil, sobre todo para los practicantes que no tienen un entendimiento claro del Fa, emplear esta «interferencia de las viejas fuerzas» como excusa. Shifu nos dijo que no organizó ninguna tribulación personal después del 20 de julio, por lo que, si hay interferencia, deben ser las viejas fuerzas.

Shifu nos enseño:

«Cuando estás siendo interferido no puedes pensar siempre, “tengo que destruir a quien sea que está interfiriendo conmigo, nadie puede interferir conmigo”. (Risas de la audiencia) ¿Por qué no tomas un momento y piensas sobre ello? ¿Por qué alguien está interfiriendo contigo? ¿Por qué es capaz de interferir contigo? ¿Se debe a que tienes un apego, o porque tienes algo a lo que no puedes renunciar? ¿Por qué no te miras a ti mismo? La verdadera razón yace en ti, en ti mismo, y ¡ésa es la única razón que puede aprovecharse de tus brechas! ¿No tienes a tu Shifu cuidando de ti?» («Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York», Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. III).

«Les voy a decir, no importa cuál sea el conflicto que surja, o el tipo de situaciones que emerjan, será seguramente debido a que existen brechas dentro de nosotros mismos. Y esto es seguro. Si no existiera brecha nadie podría aprovecharse» («Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York», Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. III).

Hablando de esto, hay algo a lo que debemos prestar atención. Los practicantes a menudo llegan a comprender las enseñanzas de Shifu de forma extrema. Esto se debe a que estamos empleando las nociones humanas para estudiar el Fa: aceptamos las partes que concuerdan con nuestras nociones y rechazamos las que van en contra. Por lo tanto, no logramos ver el verdadero significado que encierran los principios del Fa. La mejor manera de evitar los problemas que se derivan de no tener un entendimiento claro del Fa es: ser humilde. Debemos escuchar a los demás practicantes cómo comprenden el Fa. Esta es una forma potente de romper con las nociones y obtener una mejor comprensión del Fa. Esto nos empuja en la dirección correcta.

Por ejemplo, una practicante anciana de mi localidad era capaz de plantar cara a la persecución con fuertes pensamientos rectos. En apariencia, hacía las tres cosas diligentemente. Pero este año, de repente empezó a padecer graves problemas de salud. En un momento que su conciencia tampoco estaba muy clara, sin darse cuenta, sacó a relucir su resentimiento hacia los demás practicantes. Lo había mantenido encerrado en su corazón desde hace muchos años.

Los practicantes que la escucharon se quedaron atónitos, porque había estado escondiendo estas cosas en lo más profundo de su interior. Por lo que dijo, empleó nociones fundamentales como el criterio para juzgar lo bueno y lo malo. Así que la forma en que hizo las cosas durante mucho tiempo, no concordaba con Dafa. No miraba desde el punto de vista de la cultivación a las personas o a las cosas sobre las que albergaba resentimiento. No sabía cómo «mirar hacia adentro». Tan solo llegaba a reflexionar sobre «lo que estaba bien y lo que estaba mal» a un nivel superficial.

No obstante, la convicción y determinación que muestran los practicantes de edad avanzada –para hacer bien la cultivación– ha servido como un estímulo constante para los practicantes más jóvenes. Estos practicantes ancianos pasaron por todo tipo de dificultades en la vida y vivieron diversas crisis sociales. La compasión y las profundas enseñanzas de Shifu, les explicaron que las emociones humanas –que se sienten en esta vida– son efímeras, y por eso atesoran Dafa, de una forma tan particular. Pero, la cultivación es un asunto serio, así que elevar el reino de conciencia propio, no depende tan solo de la determinación.

Uno tiene que soportar las dificultades del yeli, durante la cultivación. Sin embargo, cuando nos encontramos con todo tipo de conflictos que estremecen nuestros corazones, nuestras nociones nos hacen comportarnos como personas comunes y corrientes. Es decir, caemos en la trampa de juzgar «quién está bien o mal» en lugar de distinguir quién es el verdadero yo, en este momento tan crucial. Y, de este modo, protegemos nuestras nociones una y otra vez. En otras palabras, dejamos que se convierta en una prueba que no podemos pasar.

Nadie sabe cuánto de tiempo de vida dispone. A algunos practicantes se les recuerda que miren hacia adentro cuando el mal se está aprovechando de sus brechas. Incluso si se dan cuenta de que necesitan mirar su estado de cultivación, su conciencia principal ya es débil y lo que es peor: no está clara. Algunos incluso comienzan a dudar de Shifu y del Fa.

No estoy juzgando si los practicantes tienen razón o no. Solo pretendo analizar la situación desde el Fa. Creo que esta es una de las razones principales por las que muchos practicantes, que parecen estar haciendo bien las tres cosas, se encuentran con persecuciones de todo tipo: no cambian de raíz. Hay un viejo dicho: «Es imposible convertirse en un Fo (Buda) solo por dejar de empuñar el cuchillo (no hacer más cosas malas)». Esto es solo un primer paso. Sin una base sólida en la cultivación, sin formar el hábito de abandonar las ganancias y los apegos, carecemos de los poderosos pensamientos rectos para sacudir el mal. «Mirar hacia adentro» es el requisito más esencial de un practicante, todo lo demás son solo palabras vacías.

«Mirar hacia adentro incondicionalmente» es la ruta más rápida, conveniente y ventajosa para resolver conflictos y mejorar en la cultivación. Si cultivamos el hábito de «mirar hacia adentro», seremos capaces de escuchar humildemente los recordatorios y sugerencias de otros practicantes, y evitaremos muchas pérdidas. Solo hay ganancias. «Mirar hacia adentro» no provoca ningún perjuicio, entonces, ¿por qué somos tan reacios a hacerlo? Es porque nuestras nociones, que no quieren morir, nos mantienen atascados.

No Eliminar Nuestro Apego Fundamental

Shifu nos enseñó:

«Algunos estudiantes nunca eliminaron sus apegos fundamentales, y ese es un asunto de si ellos son o no verdaderos Dafa dizi en un nivel fundamental» (Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005).

Los apegos fundamentales tienen una relación importante con la cultivación de hoy en el período de rectificación del Fa, así que debemos encontrarlos.

Me gustaría hablarles del impacto, que tiene en nuestra cultivación, el no eliminar nuestros apegos fundamentales. Hace unos años, me encontré con un problema en casa. Tiene que ver con que practico Falun Dafa. Así que puede perjudicar el futuro de mi familia. Y esto me dio aún más miedo. Sentí como si hubiera una roca pesada en mi corazón. Profundamente desdichado. Después de leer el Fa con los demás practicantes, les contaba mi situación honestamente. La analizaron, pacientemente, y compartieron, desde diferentes ángulos, sus entendimientos. Sentí que mi miedo disminuía poco a poco, como si pelara las capas de una cebolla. Sin embargo, por alguna razón, en lo profundo de mi corazón, a menudo aparecía una sombra y, en un instante, volvía a ese estado deprimido y aterrorizado.

Un día, mientras estudiaba el Fa con otros practicantes, dije sin pensar: «¡Cómo me gustaría practicar la cultivación en las montañas y bosques profundos!». De hecho, me entraron ganas de llorar. Desde mi juventud, siempre he creído en dioses y budas, y he practicado Falun Dafa, felizmente, durante años. No se puede expresar con palabras el regocijo que sentí al encontrar mi propósito en la vida. Pero, ¿a dónde se ha ido ese sentimiento tan sagrado y gozoso de practicar la cultivación? ¿Por qué ahora siento que la cultivación es tan difícil? De algo estoy seguro: ¡Este no es el estado en el que quiero estar!

Sabía que aquello que decía no era acorde al Fa. Tan solo estaba expresando impotencia. Este estado me duró varios meses. Estudiaba el Fa y enviaba pensamientos rectos para deshacerme de aquello, pero no notaba cambio alguno. Anhelaba algo: saber cuál es mi problema.

Una noche, tuve un sueño vívido: Emanaba agua de mis rodillas sin parar. Cuando me limpié con pañuelos, el agua dejó de salir. En su lugar, apareció una sustancia espesa y transparente. Cuando desperté, como no sabía lo que significaba el sueño, decidí que lo mejor sería no pensar más en ello. Sin embargo, sabía que tenía que significar algo, porque era demasiado vívido.

Después del desayuno, no sé por qué, de repente pensé en leer el artículo de Shifu: «Hacia la perfección». Empecé a leerlo con entusiasmo. Cada vez que hablo de este incidente, casi no puedo contener las lágrimas. Cada Dafa dizi hemos sentido la protección de Shifu. Nos aprecia más de lo que nos apreciaremos nunca a nosotros mismos. Mientras leía el artículo, pensé en mis apegos fundamentales.

Recordé lo que nos enseño Shifu:

«De hecho, para que los cultivadores en el pasado dijeran: “Estoy haciendo tal y tal”, “quiero hacer tal y tal”, “quiero obtener tal y tal”, “estoy practicando la cultivación”, “quiero convertirme en un fo”, o “deseo alcanzar tal y tal”, ninguno de estos difiere del egoísmo. Pero lo que quiero que ustedes puedan lograr es verdadera, pura y desinteresadamente alcanzar la perfección, con el Fa verdaderamente recto y con iluminación recta; sólo entonces puede uno alcanzar la eterna no extinción» (Exponiendo el Fa en el Fahui de Suiza).

De hecho, ¿por qué quiero convertirme en un Fo (Buda)? El mundo de los Fo es perfecto. Sin embargo, las personas luchan entre sí en el mundo humano. Está el nacimiento, vejez, enfermedad y muerte. Ser un humano equivale a sufrir. Quiero convertirme en Fo, liberarme del sufrimiento humano y alcanzar la felicidad eterna. Entonces, ¿no es el egoísmo, la naturaleza fundamental de los seres del viejo cosmos? ¿Cuál es el apego fundamental que no puedo abandonar? ¿No es usar Dafa para obtener la felicidad que tanto anhelo? Shifu ve esto, pero también lo ven las viejas fuerzas.

¿Por qué Shifu nos dijo una y otra vez que elimináramos nuestros apegos fundamentales? Es porque no podemos entrar en el nuevo cosmos si nos aferramos a este apego tan fundamental: el egoísmo.

Como no era consciente de mi apego fundamental, no lo eliminé. Y las viejas fuerzas lo usaban como excusa para perseguirme, como por ejemplo en el campo de trabajo, un lugar donde las emociones humanas zarandeaban mi corazón. Me hacía infeliz y me hacía sufrir. Cuando el ego, mi apego fundamental afloraba, "yo" sucumbía a él y no podía pasar la prueba. Mirando hacia atrás, aunque practico la cultivación hace mucho, siempre lo hice aferrado a mi apego fundamental. Y esto produjo muchas pérdidas en mi cultivación.

Mientras leía "Hacia la perfección", de repente lo comprendí. Fue como si se abriera una puerta en mi mente. Lloré en voz alta. Recuerdo que fue como si me despertara. Había tomado el camino equivocado. Apareció claramente en mi mente mi proceso de cultivación de las últimas dos décadas. Fue como si, de repente, pudiera ver cómo me había comportado en cada tribulación y el por qué se me hicieron tan duras.

De repente entendí lo que Shifu estaba tratando de decirme en aquel sueño: Mis piernas se componen, fundamentalmente, de huesos. Y de mis huesos está saliendo mucha agua. Al final, cuando limpie el agua, comenzó a salir una sustancia transparente. Esto significa que solo después de que se elimine todo el agua puedo cultivar cosas buenas. En otras palabras, mi objetivo esencial para practicar la cultivación no era puro. Me sentí como alguien que llevaba mucho tiempo perdido en el bosque, y había encontrado a dónde tenía que dirigirse. No importaba lo lejos que estuviera el camino. Conducía a casa. Ahora sabía qué dirección tenía que tomar.

Sentí que había estado defraudando a Shifu y a los seres conscientes que depositaron sus esperanzas en mí para que los salvara. También me sentí muy conmovido por la protección y el cuidado constantes que Shifu concede a los practicantes.

Pero aunque hubiera encontrado mi apego fundamental, eso no significaba que lo hubiera eliminado de raíz. Además, todavía tengo muchos otros apegos. Sin embargo, ahora sé cómo descubrirlos, reprimirlos y eliminarlos cada vez que me encuentro con problemas. Por lo tanto, estoy constantemente erradicando la fuente de este apego, el egoísmo, poco a poco.

Algunos practicantes piensan que todos los apegos provienen del egoísmo, así que solo hay que concentrarse en eliminarlo. Y no creo que esté mal pensar así, pero el apego fundamental de cada persona es diferente y sus caminos son diferentes. Los apegos fundamentales, harán tropezar a cada cual. En el proceso, él o ella aprende una lección y se ilumina al Fa. Y el apego fundamental de cada cual incluso decidirá y dictará su camino de cultivación. Nuestros diversos apegos son como las ramas de un árbol. Así que todos comienzan en la raíz de ese árbol. En resumen, el apego fundamental es la raíz del árbol. Si no desenterramos la raíz, y solo podamos las ramas de la superficie, la raíz seguirá creciendo. Así que lo mejor es hacer lo que Shifu nos dice que hagamos.

No tomar las cosas desde la perspectiva de la cultivación en la rectificación del Fa

El altruismo es la diferencia fundamental entre el nuevo y el viejo cosmos. Y ayudar a Shifu a salvar a la gente es la diferencia fundamental entre los practicantes de Falun Dafa y los cultivadores de antaño.

¿Por qué nos atrevemos a actuar como nos place cuando nos vemos enredados en conflictos y salvando a las personas? Una razón importante es que no tenemos una conciencia clara de la cultivación de la rectificación del Fa. Por lo tanto, no podemos equilibrar la relación que debemos mantener con los seres conscientes. ¡No nos damos cuenta de cómo nuestra cultivación afecta la vida y la muerte de los seres conscientes! Sin darnos cuenta, nos enfocamos en la cultivación personal. Pero como nuestro punto de partida es erróneo, es fácil que las viejas fuerzas nos creen problemas. Por eso somos incapaces de deshacernos de ciertas nociones humanas y nos encontramos con prolongadas tribulaciones.

Sin el punto de partida correcto, no vamos a tener pensamientos rectos puros y poderosos para salvar a los seres conscientes. Estaremos ensimismados. Es decir, seremos incapaces de comportarnos como practicantes. En consecuencia, los seres que nos rodean son destruidos. La gente que no practica, así como todos los seres que tiene detrás, no van a poder salvarse. La compasión más grande que existe en el universo radica en armonizar y completar lo que Shifu quiere. Sin embargo, sin saberlo, obstaculizamos la salvación de las personas de Shifu. Somos los que están causando esta obstrucción. ¡Eso es un gran pecado! Y esto no solo destruye a los seres conscientes, sino que también nos pone en peligro.

Empezar desde el punto de partida equivocado también se manifiesta cuando hacemos las tres cosas. A medida que pasa el tiempo en la cultivación de la rectificación del Fa, fácilmente caemos en la trampa de practicar la cultivación mecánicamente. Sin darnos cuenta, estudiamos el Fa, hacemos los ejercicios y enviamos pensamientos rectos para la perfección personal, para tener buena salud o porque no queremos que nos persigan. No obstante, debemos estudiar el Fa para asimilarnos al Fa y así contar con el poder de salvar a la gente. Debemos gozar de buena salud para poder salvar a las personas y poder enviar pensamientos rectos para eliminar los elementos malignos que nos impiden salvar a las personas. Pero, a medida que pasa el tiempo, vamos perdiendo la compasión que nos conduce a salvar a las personas con urgencia. Y también la determinación, e incluso sentimos cómo se diluye la misión de ayudar a Shifu a salvar a las personas, por las que tomamos el riesgo de venir a la Tierra. Nuestra insensibilidad está retrasando los plazo para salvar a la gente. Y nos impide que alcancemos los estándares que nos requiere el Fa, una y otra vez.

Si vemos que una tribulación nos atrapa y no nos suelta, o que nos encontramos en un callejón sin salida cuando intentamos hacer algo, deberíamos pensar si nuestro punto de partida es egoísta. Si lo hacemos así, las cosas cambiarán y encontraremos una salida porque estamos corrigiendo lo verdaderamente esencial.

En el artículo Fahui de China | Eliminando la persecución de "ser liberado bajo fianza" con pensamientos rectos, la autora luchó con varias nociones y miedos, y con el 'yo' y la salvación de las personas. Cuando se recordó que era una practicante de la rectificación del Fa y que solo pensaba en salvar a la gente, escribió cartas incansablemente y aclaró personalmente la verdad a aquellos que la perseguían. Tales pensamientos bondadosos y desinteresados se abrieron paso en medio de la persecución. Este fragmento del artículo: «Recuerda siempre que salvar a la gente es nuestra misión: Empieza por aclarar la verdad a los policías directamente implicados en la persecución, y acércate a ellos con compasión». El hecho de que demos prioridad a salvar a la gente, especialmente a los directamente implicados en nuestra persecución, demuestra la virtud de los discípulos de Dafa. Si somos tan puros, ¿quién se atrevería a hacernos daño? La perversa persecución se desintegrará por sí sola.

Nuestro camino de cultivación es muy estrecho, ¡así que debemos ser rectos! Cada pensamiento altruista, cada muestra de bondad con los demás, cada vez que rechazamos los engaños del 'yo', sentiremos que nuestras mentes y cuerpos se transforman, porque nos estamos asimilando al Fa.

¡Debemos apreciar y tratar seriamente la rectificación del Fa! ¡Esta oportunidad no tiene precedentes! Shifu nos enseño:

«Si vas, entonces sigue cultivándote; si no vas, si no puedes cultivarte, entonces de ahora en adelante no pienses más en el xiulian. A excepción de los demonios que te engañan, no habrá nadie que te enseñe y no te será posible cultivarte de ahí en adelante» (Octava Lección, Zhuan Falun).

Me siento tan triste como desconcertado cada vez que leo esto. Resulta tan desesperanzador que un ser pierda para siempre la oportunidad de practicar la cultivación, cuando ha esperado tanto tiempo esta oportunidad. Pero, solo podemos hacerlo bien, no hay otra manera.