(Minghui.org) El año pasado, me uní a un grupo de estudio que se centra en memorizar el Fa y he persistido desde entonces. Desde que empecé a practicar Falun Dafa, siempre he entendido la importancia de mirar hacia dentro. Sin embargo, después de casi 20 años de cultivación, todavía lucho para entender completamente lo que significa mirar hacia adentro y cómo hacerlo en cada momento.
A través de la memorización del Fa en el grupo de estudio del Fa y la lectura de artículos de intercambio de experiencias en el sitio web de Minghui, he adquirido comprensión sobre cómo mirar genuinamente hacia dentro, cultivar mi xinxing con cada pensamiento, eliminar los pensamientos humanos y mejorarme basándome en el Fa. También me he vuelto mucho más racional y madura.
A veces pienso: «Si no fueras mi padre, no me importaría nada de ti». Cuando mis hermanas y yo hablamos de esto, nos quejamos de él. Mi hermana mayor decía: "Por suerte, sólo tiene hijas. De otro modo, las nueras lo habrían dejado de visitar hace tiempo". Le dije: "Puedes elegir todo menos a tus padres. No podemos hacer nada al respecto".
Memorizando el Fa, me he dado cuenta de que mi padre es un espejo para mí. Veo reflejos de mí misma en él. Mi marido y mis hijos me han dicho a menudo: «¡Eres igual que tu padre!». Al oír esto, me sentí infeliz. Antes no era consciente de mis problemas. Ahora, reconozco mis problemas y estoy determinada a cultivarme, aunque cambiarme es un proceso difícil.
En primer lugar, hice un esfuerzo consciente por aceptar a mi padre de todo corazón, comprenderle y dejar de lado cualquier resentimiento. Al principio, sentí la tentación de resistirme a este cambio, pero finalmente abracé la indulgencia y dejé de ceder a la tentación. A medida que mejoraba con el estudio del Fa, también notaba cambios en mi padre. Incluso mi hermana mayor, que no practica la cultivación, comentó que nuestro padre se ha vuelto más amable, ya no pierde los estribos tan rápidamente, sino que habla con gentileza.
En mi corazón, sé que he cambiado, y mi padre también. Reflexionando sobre este camino, lamento los muchos años que perdí aferrándome a este apego.
Mi pequeña familia también ha experimentado algunos cambios. Mi marido es una persona trabajadora y amable. Nos trata muy bien, a nuestros hijos y a mí. Sin embargo, yo nunca había sabido cuidar de él. Él siempre había cuidado de mí. Durante ese tiempo, le menospreciaba y le encontraba defectos. Nunca fue de los que maldicen o pierden los estribos. Pero el año pasado, se convirtió en una persona diferente. Empezó a maldecir y a perder su temperamento tranquilo. A veces me insultaba con palabras muy desagradables, y a menudo se enfurecía y amenazaba con divorciarse.
En lugar de culparle a él, di un paso atrás y reflexioné sobre mis propias acciones. Me pregunté si había dicho algo malo, si había hecho algo mal o si tenía malas intenciones. Un día me dijo: "Te lo ruego. Hagamos un falso divorcio. No dejes que nuestros hijos se involucren. ¿Puedes irte, alquilar una casa y darme algo de espacio?". En ese momento, me di cuenta de que un mal subyacente estaba influyendo en él. No caí en la trampa. No dejé que mi corazón se conmoviera.
Le pedí a Shifu que me ayudara a tomar decisiones. Empecé a cambiarme yo misma, empezando por cultivar mi mente. Identifiqué un gran número de pensamientos humanos dentro de mí, como el desdén, el desprecio, los celos, la impaciencia, el no cultivar mi habla, ser mandona con la gente, la pereza, el guardar las apariencias, el no querer dejar hablar a los demás, el egoísmo, el egocentrismo, la supremacía, el miedo a los problemas y un tono de voz malo.
Para deshacerme de estos pensamientos humanos, envié pensamientos rectos. Los sentimientos de odio, desdén y desprecio por los demás surgían a menudo, así que me volví consciente de cada pensamiento. Cuando me sentía molesta o alguien hacía algo que no se ajustaba a mis conceptos, emitía pensamientos rectos para eliminar mis pensamientos humanos. Poco a poco, noté que esos pensamientos humanos se debilitaban y ahora puedo suprimirlos con más eficacia.
Me he vuelto más considerada con mi familia. Comparto activamente las responsabilidades domésticas, participo en conversaciones e incluyo historias sobre mi camino en la cultivación. Como resultado, mi marido se ha relajado gradualmente. Ahora estudiamos el Fa juntos todos los días. Por las mañanas, durante el desayuno, pongo el audio de intercambio de experiencias del sitio web de Minghui. Ahora, nuestro hogar está nuevamente lleno de paz y tranquilidad.
Un día, cuando estaba estudiando el Fa e intercambiando opiniones en el grupo de estudio del Fa, los compañeros practicantes señalaron que yo era bastante dominante y no trataba los asuntos de los compañeros practicantes como si fueran míos. En ese momento, di las gracias a mis compañeros por señalarme el problema. Sin embargo, al volver a casa, se me pasó una idea por la cabeza: «¿Por qué ellos no lo hacen?». Inmediatamente capté este mal pensamiento. Ese pensamiento no soy yo; ¡que se muera!
Me pregunté: «Cuando surgen conflictos de repente, ¿puedo mirar hacia dentro con calma?». Parece que todavía no he sido capaz de mantener la calma. Sigo teniendo el apego a salvar la cara, el apego a la reputación y la falta de voluntad de esforzarme más por los demás. Últimamente, estoy un poco ensimismada. Las palabras del practicante me han golpeado duramente hoy, y he sentido una sensación de pesadez en mi corazón. La cultivación es un asunto serio. Debo pensar primero en los demás y dejar de lado el egoísmo. En el futuro, seré más diligente en mi cultivación.
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