(Minghui.org) Cuando el verano pasado estaban aislando mi casa, aproveché la oportunidad para aclarar los hechos con varias de las cuadrillas que trabajaron en el proyecto.

El primer día, una pareja del noreste de China llegó para trabajar en mi casa. Cuando empecé a hablarles de Falun Dafa, dijeron que no entendían lo que decía. Pasé a hablar en mandarín, pero la mujer respondió con firmeza que no quería oír hablar del tema. Entonces recordé la enseñanza de Shifu: «La misericordia se manifiesta en la sociedad humana común con intención bondadosa y corazón de amor...». (Despierta con un sobresalto)

Me recordé que debía acercarme a ellos con amabilidad y amor. Al ver que necesitaban agua, fui rápidamente a buscarla. Pero la mujer se negó, diciendo que podían arreglárselas solos. Entonces me di cuenta de que el calor les hacía sudar mucho, así que saqué bebidas frías de la nevera y les preparé rodajas de sandía. La mujer se emocionó y me dio las gracias. Le respondí: "¡De nada! Nuestro Shifu nos enseña a ser amables y considerados con los demás".

Al mediodía, les preparé dumplings para comer. Cuando mi vecino nos vio, comentó: «¡Con el calor que hace, te esfuerzas en cocinarles!».

Respondí: «Es un pequeño esfuerzo mientras tengan suficiente para comer». Deliberadamente me senté y comí con ellos. La mujer dijo que los dumplings estaban deliciosos, pero sintió que yo había hecho demasiado al preparar la comida. Le aseguré: «Mientras estén satisfechos, no me importa el esfuerzo». Mientras seguía sirviéndoles la comida, se sintió profundamente conmovida y comentó que yo era muy amable y que habían conocido a una familia maravillosa. Le respondí: «Es Shifu de Falun Dafa quien nos enseña a vivir según los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”».

Entonces se cubrió la cara con las manos y dijo: "Cada vez que se menciona Falun Dafa, siento miedo. ¿No tienes miedo?".

"Yo no tengo miedo. ¿Por qué iba a tener miedo una buena persona? Falun Dafa es un camino recto. La rectitud disipa todo mal. ¿Qué hay que temer? Shifu enseña los principios fundamentales del universo. Sabemos que las buenas acciones son recompensadas, y los malos actos serán castigados. La autoinmolación de la Plaza de Tiananmen fue fabricada por el Partido Comunista para engañar a la población. Mi Shifu sólo busca salvar a la gente. Comparto esto contigo para tu beneficio. Si comprendes los hechos y renuncias al PCCh (Partido Comunista Chino), podrás permanecer a salvo. Los seres divinos sólo ven lo que hay en nuestros corazones".

Noté que una sonrisa aparecía en su rostro y le pregunté si aún sentía miedo. Me respondió: "¡No! Ahora entiendo que Falun Dafa es bueno. Usted y su esposo tienen buen corazón".

Ambos acabaron pidiéndome que les ayudara a renunciar a los Jóvenes Pioneros. Les recordé que recordaran: «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Me aseguraron que lo harían. Me sentí agradecida de que comprendieran la verdad.

Los trabajadores del tercer día procedían de distintas regiones. Trabajaron sin descanso. Les preparé fruta y los animé a comer durante los descansos. Durante la comida, compartí con ellos las maravillas de Falun Dafa, y estuvieron de acuerdo: "Falun Dafa es realmente bueno. Enseña a la gente a ser amable. El PCCh no debería reprimirlo ni impedir que la gente lo practique".

Les respondí: "Hermanos, me alegro que lo entiendan. ¿Han formado parte alguna vez del PCCh, de la Liga Juvenil o de los Jóvenes Pioneros?". Me confirmaron que sí. Les dije: «Puedo ayudarlos a renunciar». Aceptaron de buen grado. Y añadí: "Por favor, recuerden “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Esta frase los mantendrá a salvo en tiempos difíciles".

Al quinto día llegaron cuatro trabajadores locales y les hablé de Dafa. Un joven preguntó: "¿Falun Dafa? ¿No está prohibido en nuestro país?".

Le respondí amablemente: "Joven hermano, Falun Dafa se practica en más de cien países de todo el mundo, pero el Partido Comunista es el único gobierno que lo persigue. El exlíder Jiang Zemin temía que hubiera demasiada gente buena, y su envidia lo llevaron a esta represión.

"Falun Dafa enseña a la gente a incorporar en su vida “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” para ser virtuosos. El Partido encarceló y persiguió injustamente a buenas personas, incluso enviándolas a campos de trabajo forzado, o algo peor. Esto es intolerable. El Cielo acabará eliminando este régimen opresor. Pero aquellos que se alinean con la rectitud permanecerán a salvo".

Hizo una pausa y dijo: "Yo estuve en los Jóvenes Pioneros. Déjame pensarlo". Le aseguré que lo divino ve la sinceridad de los corazones de la gente, y nunca es demasiado tarde para actuar una vez que se comprende la verdad. Mientras trabajaba, le presté especial atención. Cuando vi que bebía agua, le di un trozo de sandía. Se emocionó y me dio las gracias.

Durante su descanso, les repartí un surtido de frutas, recordándoles: «Coman mucho, y no duden en tomar más cuando acaben». Todos estaban muy conmovidos. El joven me dijo después: «Yo formaba parte de la Liga Juvenil».

Cuando le dije que podía ayudarle a renunciar, aceptó. Otro trabajador dijo que un pariente que practica Falun Dafa ya le había ayudado a renunciar. Un trabajador mayor comentó: "Falun Dafa promueve la bondad. Alguien me ayudó a renunciar a los Jóvenes Pioneros en el mercado". Otro trabajador me pidió que le ayudara a renunciar también a la Liga Juvenil.

Tuvimos una gotera persistente durante las fuertes lluvias, pero no pudimos localizar el origen. Los trabajadores utilizaron cemento de alta calidad, y es lo que necesitábamos. Sin embargo, como practicantes de Falun Dafa, no podíamos tomar materiales que no nos pertenecieran. Tampoco podríamos consumir una bolsa entera, aunque la hubiéramos comprado. Unos días después, encontré medio saco de cemento detrás de la puerta. Mi esposo especuló que un par de trabajadores del noreste lo habían dejado allí sin que su supervisor lo supiera. Le dije: "Como practicantes, no debemos aceptar lo que no nos pertenece. Sería perder la virtud".

Estuvo de acuerdo, pero expresó su preocupación sobre cómo devolverlo discretamente, ya que el supervisor podría reprenderles delante de los demás. Le pregunté a Shifu en mi mente que realmente quería devolver el cemento, pero me costó encontrar una buena manera. Así que cuando el supervisor llegó al día siguiente para liquidar la cuenta, mi esposo señaló rápidamente el cemento a uno de los trabajadores, y éste lo guardó discretamente sin que el supervisor se diera cuenta.

Gracias a los arreglos de Shifu, el dilema se resolvió sin problemas. Tras liquidar el pago, el supervisor ofreció a mi esposo 100 yuanes, diciendo: «Esto es un regalo para que tu esposa compre leche». Mi esposo se negó. Pero el supervisor insistió: «Considéralo una pequeña muestra [por cuidarnos]».

Habíamos hecho bien en no aceptar el cemento. Algún tiempo después, un vecino mandó a impermeabilizar su casa. Una vez terminado el trabajo, un obrero se nos acercó con el cemento sobrante, ya mezclado, y nos dijo: "Hermano, he oído que hay una gotera en tu casa. ¿Le serviría esto?". Mi esposo lo aceptó con alegría y por fin arregló la gotera que llevaba años. Sabíamos que Shifu había dispuesto lo mejor más allá de nuestra imaginación.

Esta experiencia me ayudó a darme cuenta de que la enseñanza de Shifu sobre la bondad y el amor nos ofrecía oportunidades de crecimiento. Ahora confiamos firmemente en sus enseñanzas compasivas y en su guía. Estoy profundamente agradecida a Shifu.