(Minghui.org) Han pasado más de 20 años desde que comencé a practicar Falun Dafa (Falun Gong) en 1997. Además de una mejor salud y un carácter moral elevado, también he adquirido un profundo sentido de responsabilidad al estudiar las enseñanzas más recientes de Shifu. Como practicante durante el período de la rectificación del Fa, siento la urgencia de aclarar la verdad sobre Dafa y ayudar a Shifu a salvar a más personas antes de que se nos acabe el tiempo. Por lo tanto, no me atrevo a descuidar mi cultivación, ni siquiera un poco.
En medio de la campaña de desprestigio del Partido Comunista Chino (PCCh) y la brutal represión contra Falun Dafa, he sido objeto de persecución por mantenerme firme en mi fe. Fui acosada y arrestada repetidamente, y mi casa fue saqueada. Gracias a mi firme fe en Shifu y el Fa, he llegado hasta aquí y he seguido cumpliendo la misión que los practicantes deben asumir.
Recuperé mis libros de Dafa
Hace cinco años, un grupo de policías irrumpió en mi casa y confiscó mis libros de Dafa. Aunque en ese momento sufría yeli de enfermedad, no lo dudé dos veces antes de ir a la estación de policía a recuperarlos. Fui directamente al jefe de policía y le dije: «Esos libros de Dafa son mi fuerza de voluntad. Si me quitan los libros, es como si me quitaran la vida. Como agentes del orden, sus hombres infringieron la ley al irrumpir en mi casa y confiscar propiedad privada sin orden judicial».
Le expliqué: “Falun Dafa es un Fa recto y es legal practicarlo. El Artículo 36 de la Constitución estipula que los ciudadanos chinos tienen derecho a la libertad de religión. Nuestro derecho a practicar Falun Dafa está protegido por la Constitución. La lista oficial de 14 sectas del Ministerio de Seguridad Pública no incluye a Falun Gong. No hay base legal alguna para la persecución”.
El jefe intentó intimidarme y amenazó con arrestarme, pero pronto suavizó el tono y empezó a dar excusas para evadir su responsabilidad.
Al día siguiente, muy temprano, volví a la estación de policía. Le expliqué que Dafa es una práctica maravillosa para la mente y el cuerpo, y que tiene poderes curativos milagrosos. Compartí historias de practicantes que se habían recuperado de enfermedades graves y raras gracias a la práctica de Dafa. Me escuchó en general y solo al final dijo que el gobierno no permite Falun Dafa y que, por lo tanto, tenía que acatar la ley para conservar su trabajo.
Le dije: «El gobierno no tuvo ningún problema hasta que Dafa alcanzó tal popularidad que quienes practicaban superaban en número a los miembros del Partido. Jiang Zemin [exlíder del PCCh] estaba envidioso de la popularidad de Shifu. Abusó de su poder y posición, y ordenó la persecución nacional [en 1999]. Te estoy diciendo la verdad sobre Dafa y los hechos que rodearon la persecución». Negó con la cabeza, repitió las mentiras del PCCh e intentó disuadirme.
Volví al tercer día llena de compasión hacia el jefe de policía. Le dije: «No querrás ser un chivo expiatorio cuando el PCCh reciba el castigo. Falun Dafa está siendo calumniado y perseguido injustamente. El incidente de la autoinmolación en Tiananmén fue orquestado por el PCCh para incitar odio contra Dafa y los practicantes. Debes pensar por ti mismo y decidir qué está bien y qué está mal. Elige estar del lado del bien, no del mal. Hazlo por ti y por tu familia». Guardó silencio.
Como de costumbre, fui a la comisaría el cuarto día, pero no encontré al jefe por ningún lado. Así que les aclaré la verdad al personal. Les conté cómo se montó la autoinmolación de Tiananmén, porqué Jiang Zemin quería perseguir a Falun Dafa, que Falun Gong se había extendido a más de 100 países y que Shen Yun se había convertido en un fenómeno global, presentándose en los escenarios más emblemáticos del mundo. Les expliqué que Verdad-Benevolencia-Tolerancia son principios universales y por qué Shifu los enseñó al público.
Hablé de los 80 millones de muertes de inocentes chinos por causas no naturales durante los múltiples movimientos políticos del PCCh desde que asumió el poder, y de la piedra de caracteres oculta descubierta en la provincia de Guizhou, que mostraba caracteres formados naturalmente y que predecían la caída del régimen. Expuse la brutal opresión del PCCh contra Falun Dafa, sus mentiras, su campaña de desprestigio y la maldad sin precedentes de la sustracción de órganos a practicantes vivos para abastecer una lucrativa industria de trasplantes autorizada por el Estado. Les advertí que el régimen traería consecuencias nefastas y destrucción sobre sí mismo.
Concluí diciendo: “Espero que mantengan una mente abierta, aprendan más sobre Dafa y decidan no participar en la persecución. Al no cometer crímenes imperdonables contra Dafa, acumularán virtud. Esto los beneficiará a ustedes y a su familia”. Los oficiales no dijeron nada. Eran educados y humildes, ya no actuaban con arrogancia ni superioridad, como cuando saquearon mi casa.
Fui a la estación de policía durante ocho días seguidos. Al noveno día, dos oficiales me trajeron mis libros de Dafa por la mañana y me dijeron: «Señora, trajimos todos sus libros. Por favor, no venga más a la estación».
Sonreí y respondí: «Me alegra que hayan decidido devolver mis libros. Ustedes y sus familias recibirán bendiciones por su decisión».
No hay palabras para describir la alegría que sentí al sostener mis libros de Dafa. Mi más profunda gratitud a Shifu por su inmensa compasión por los seres consientes. ¡Gracias, Shifu!
Recibiendo bendiciones por creer en Dafa
A lo largo de los años, algunos practicantes y yo hemos trabajado juntos para distribuir folletos informativos y hablar con la gente sobre Dafa. Recorrimos las calles casi a diario y hemos ayudado a muchos a ver la naturaleza malvada del PCCh. Al elegir separarse del Partido, estas personas recibieron bendiciones.
A mi vecino le diagnosticaron cáncer de vejiga en 2006. Lo visité y le aclaré la verdad para que no cayera en la propaganda difamatoria del PCCh. Le expliqué que Dafa es una práctica recta y tiene poderes curativos milagrosos. Le enseñé las frases auspiciosas: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y le pedí que las recitara con sinceridad, ya que le ayudarían a aliviar su dolor. También le informé que al renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles, recibiría bendiciones.
Mi vecino fue muy receptivo y renunció al Partido. Recitaba "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" todos los días con un corazón piadoso, e incluso empezó a leer Zhuan Falun. Cada día se sentía visiblemente mejor que el anterior y poco a poco fue recuperando la salud.
Este vecino una vez se cayó del balcón de su tercer piso sin sufrir heridas. Me dijo: "Shifu de Dafa me salvó". A menudo dice que las palabras no pueden describir su gratitud hacia Dafa. A todo el que se cruza en su camino le dice que Dafa es bueno y un Fa recto. También les pide que no participen en la persecución a los practicantes de Dafa. Sus buenas obras le ayudaron a acumular virtud y le trajeron grandes bendiciones. Tras ser diagnosticado con una enfermedad terminal, sobrevivió y aún goza de buena salud después de 18 años.
Una mujer de 80 años, que antes era diabética, fue diagnosticada hace unos años con una rara enfermedad aguda que le provocó insuficiencia renal. Cuando le aclaré la verdad, escuchó atentamente y creyó que Dafa es bueno. Dijo que si una persona se adhiere a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, es verdaderamente buena persona. Renunció al PCCh y siguió mi consejo de recitar «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno» todos los días. Su salud mejoró rápidamente.
Una vez que salí, la encontré y se veía mucho mejor. Me dio las gracias y me dijo que recitaba esas frases muchas veces al día. Además de comer y dormir, casi siempre recito las frases auspiciosas. De verdad tengo que agradecerte por compartir la bondad de Dafa. Es la razón por la que sigo viva hoy.
Estaba a punto de arrodillarse frente a mí, pero la detuve rápidamente y le dije: "No necesitas agradecerme. Por favor, dale las gracias a Shifu y a Dafa". Agradeció a Shifu por salvarle la vida y me dijo que disfrutaba leyendo los folletos y los libros sobre Dafa.
Personas que difunden la bondad de Dafa tras conocer la verdad
Llevo volantes, folletos y recuerdos de Dafa conmigo a dondequiera que voy. Cada año, cuando el sitio web Minghui.org publica calendarios, cargo cajas llenas de materiales informativos de Falun Dafa en la parte trasera de mi motocicleta y voy a pueblos remotos de montaña para distribuirlos.
Una practicante y yo a menudo formamos equipo para aclarar la verdad a la gente de la ciudad. Ya sea en las gélidas temperaturas del invierno o en el calor abrasador del verano, salimos casi todos los días. Recorremos calles y callejones, repartiendo materiales de Dafa, hablando con la gente y ayudándola a renunciar a las organizaciones del PCCh. A veces, ayudamos a más de 30 personas a renunciar al Partido en un solo día.
Shifu dijo:
“Los efectos inevitables de su esclarecimiento de la verdad es una clase de reacción en cadena. Una vez que una persona sabe la verdad, él se da cuenta: “¡Oh, así es como es; Dafa es maravilloso!” Algunas de las personas que han aprendido la verdad tal vez piensan en hacer la cultivación, algunos quizás la apoyan y algunos otros tal vez ofrecen apoyo en formas de acciones concretas. Estas son las respuestas que son el resultado de haber esclarecido la verdad, difundiéndose de persona a persona, de corazón a corazón” (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta, 2003”, Enseñanzas Colección de Enseñanzas del Fa, Vol.IV).
Con los practicantes de Dafa esclareciendo la verdad de forma diligente y constante durante los últimos 20 años, cada vez más personas están despertando. Quienes creen que Dafa es bueno y han renunciado al PCCh han recibido bendiciones de una u otra forma. Algunos han recuperado la salud, a otros les ha ido excepcionalmente bien en la gestión de sus negocios y otros han resuelto profundos conflictos interpersonales.
Habiendo experimentado la bondad de Dafa, estas personas ayudan voluntariamente a difundir la verdad y expresan públicamente su apoyo. Algunos han expresado su gratitud a Shifu una y otra vez y me han dicho que se han beneficiado muchísimo de Dafa. Para demostrar su agradecimiento y compartir la bondad de Dafa, algunas personas reciben regularmente de mí folletos de Dafa y calendarios Minghui para distribuirlos a sus amigos y familiares.
Un hombre de una aldea remota en la montaña renunció al Partido tras conocer la verdad sobre Dafa y la persecución. Cuando regresé a su aldea con cajas llenas de folletos de Dafa, me dijo: «Conozco este pueblo como la palma de mi mano y con gusto puedo ayudar y ser su guía. No se preocupen si les quedan folletos al final del día. Pueden dejarlos conmigo y terminaré de distribuirlos». Desde entonces, viene a la ciudad a recoger folletos de vez en cuando. Después de distribuir cada lote, me avisa para que le prepare otro.
Ha habido numerosos casos en los que la gente ha querido donar dinero para expresar su gratitud hacia Dafa tras conocer la verdad, pero amablemente les dije que no aceptamos donaciones monetarias.
Protegida por Dafa durante accidentes de coche
Un día, enfrenté una tormenta y dejé ejemplares del Semanario Minghui en casa de un practicante. De regreso, una furgoneta chocó mi motocicleta por detrás. Perdí el agarre del manillar y caí hacia atrás, golpeándome la cabeza contra la parte delantera de la furgoneta. La sangre brotaba a borbotones de una herida abierta y me cubría la cara.
Estaba en el suelo y me di cuenta de lo que había sucedido. Inmediatamente crucé las piernas y junté las manos para enviar pensamientos rectos. Le pedí ayuda a Shifu: "¡Shifu! Estoy aquí para salvar a los seres conscientes y no he completado mi sagrada misión. Si hay alguna deficiencia o brecha en mi cultivación, me rectificaré en el Fa con la guía de Shifu. No reconozco ningún arreglo ni persecución impuesta por las viejas fuerzas".
La siguiente vez que desperté, estaba en el hospital del condado. Todos mis hijos estaban allí y me dijeron que llevaba más de un día inconsciente. El conductor de la camioneta me había llevado a la clínica del pueblo, donde me hicieron una radiografía que reveló una hemorragia interna en el cerebro. Tenía los ojos muy magullados e hinchados hasta el tamaño de un melocotón. Tenía el pómulo roto con una gran herida abierta. Recomendaron que me trasladaran al hospital del condado para recibir tratamiento.
Después de una resonancia magnética, otra radiografía y una tomografía computarizada, los médicos decidieron que necesitaban operarme el cerebro para detener la hemorragia. Le dije al conductor de la camioneta: «No tiene que preocuparse. Soy practicante de Falun Dafa y no voy a aprovecharme de la situación». Le aclaré la verdad. Se mostró muy receptivo y renunció al PCCh con gusto.
Mis hijos querían que me sometiera a la cirugía y que permaneciera en el hospital mientras tanto. Les dije: «No necesito quedarme aquí ni operarme. Shifu me está cuidando y estoy bien protegida por Dafa. No se preocupen. El accidente de coche ocurrió porque no me iba bien en la cultivación. No es nada grave y estaré bien enseguida. Tengo tanto que hacer y tan poco tiempo. No puedo quedarme aquí sin hacer nada. No es donde debería estar. Vámonos todos a casa». No pudieron convencerme de lo contrario y, a regañadientes, me llevaron a casa.
Sabía que el accidente de coche estaba destinado a quitarme la vida, pero Shifu me salvó y resolvió mi tribulación. Con su compasiva protección, me recuperé de las múltiples heridas y la hemorragia en una semana y ahora estoy como nueva.
Tuve otro accidente hace dos años. Un coche chocó contra mi motocicleta, lo que me hizo volar y aterricé a más de diez metros de distancia, sobre el cemento. El joven conductor salió del coche horrorizado. Su esposa le dijo: «Date prisa. Ayuda a la señora a levantarse y llévala al hospital». Estaba embarazada y visiblemente conmocionada.
Con la fuerza de Shifu, me puse de pie lentamente y le dije a la pareja: «No voy al hospital. No se preocupen. No les voy a pedir dinero. Tienen suerte de que sea practicante de Falun Dafa. Por favor, recuerden: ‘Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’».
Les aclaré la verdad y les dije que debían renunciar al PCCh para su seguridad. Ambos aceptaron renunciar al Partido. Me agradecieron una y otra vez mientras les entregaba folletos de Dafa. «Ya pueden irse», les dije con una sonrisa. «No se preocupen. Con la protección de Shifu, estaré bien».
Aunque me dolía todo el cuerpo, sabiendo que había podido ayudar a dos personas a renunciar al Partido, me llené de alegría y gratitud hacia Shifu. Gracias, Shifu, por su meticulosa disposición para que yo pagara mi deuda de ye y cultivara mi virtud. Gracias a la inmensa gracia de Shifu, pude sobrevivir a accidentes fatales como este en múltiples ocasiones.
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.
El mundo necesita Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Su donación puede ayudar a que más personas conozcan Falun Dafa. Minghui agradece tu apoyo. Apoye a Minghui