(Minghui.org) Practico Falun Dafa desde 1997. Algo que aprendí en los últimos 20 años es que es fundamental tener una fe firme y sólida en Shifu y en Dafa, en cualquier circunstancia. Esta es la clave para superar cualquier obstáculo o tribulación. Para mantener fuertes pensamientos rectos y hacer lo correcto, debemos cultivarnos bien y mejorar nuestro xinxing. Me gustaría compartir cómo mi matrimonio y la relación con mi esposo se beneficiaron y mejoraron enormemente a medida que me cultivaba.
Eliminando el resentimiento: Mi esposo comenzó a apoyar a Dafa
Mi esposo y yo llevamos casados más de 30 años. Antes de cultivarme en Dafa, yo era arrogante y lo menospreciaba. Lo despreciaba por ser incompetente y por no poder darnos una vida más cómoda. No intentaba ocultar mis sentimientos y a menudo descargaba mi frustración con mi esposo. Pensaba que la vida era tan injusta que estaba atrapada con él en este matrimonio.
Sin embargo, mi entendimiento cambió después de empezar a practicar Dafa. Ya no veía las cosas desde la perspectiva de una persona común. En cambio, me mantuve a un estándar más alto con base a los principios y requisitos del Fa. Aprendí que todo sucede por una razón y por las relaciones predestinadas. Con esta nueva perspectiva, pude dejar atrás los pequeños infortunios y soportar las incomodidades con facilidad. Me volví compasiva y tolerante con mi esposo. A medida que mi actitud cambió, mi esposo comenzó a apoyarme más en mi cultivación.
Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) inició la persecución a Falun Dafa en 1999, los practicantes ya no podían reunirse para estudiar el Fa ni hacer los ejercicios. Algunos practicantes y yo viajamos a Beijing para solicitar al gobierno central nuestro derecho constitucional a la libertad de creencia. Nos arrestaron y retuvieron en el Estadio Fengtai de Beijing durante dos días antes de ser trasladados de vuelta a nuestra ciudad natal. Estuvimos retenidos durante más de tres meses en un centro de lavado de cerebro, en donde nos realizaron intensas sesiones de lavado de cerebro.
A mi esposo le dieron tiempo libre del trabajo para ayudar a las autoridades locales a intentar " transformarme " y hacerme renunciar a mi creencia. Amenazaron con despedirlo si yo continuaba practicando Falun Dafa. Sabiendo que Dafa es bueno, no cedió a la presión, sino que respetó y apoyó mi decisión. Ni siquiera se preocupó por su trabajo. Al no ver el resultado que esperaban, su supervisor lo llamó de vuelta al trabajo después de unos días.
Cuando la policía y los funcionarios del comité comunitario intentaron saquear mi casa una vez, mi esposo bloqueó la entrada y les lanzó zapatos. Gritó: "¿Qué quieren?". La policía y los funcionarios del comité se rindieron rápidamente y se fueron. Más tarde supe que la policía se sintió intimidada por mi esposo. Hablaron entre ellos y decidieron no volver a enfrentarlo.
Agentes de la División de Seguridad Nacional y de la Primera División del Departamento de Policía vinieron a buscarme en 2002. Mi esposo y mi hermana no permitieron que me llevaran e intentaron disuadirlos cuando el jefe de la Primera División pidió ayuda. Para evitar que la situación se agravara y que mi familia se viera implicada, accedí para acudir a la policía.
Le pedí ayuda a Shifu y negué rotundamente cualquier tipo de persecución. Mi esposo llamó a la Procuraduría después de que nos fuimos y contestó la secretaria. Mi esposo le dijo: “Unos policías de la Primera División se llevaron a mi esposa. Escuché que un practicante de Dafa fue torturado hasta la muerte hace poco por la Primera División”.
La secretaria prometió que no me pasaría nada, diciendo: “Puedes examinar a tu esposa para ver si tiene heridas o lesiones cuando regrese a casa. Tienes mi palabra”. Gracias a esa llamada, me dejaron sola en la comisaría, no me interrogaron ni me golpearon, y me liberaron a los tres días.
Desde entonces, formé un grupo de estudio del Fa en mi casa. Con la protección de Shifu, funciona a la perfección. Mi esposo limpia la casa todas las mañanas antes de que lleguen los practicantes para el estudio del Fa. Si no estoy en casa, recibe y ayuda a otros practicantes con tolerancia, y les pasa materiales o mensajes. Algunos practicantes comentaron que, si mi esposo se cultivara en Dafa, podría hacerlo incluso mejor que yo.
Eliminar el apego al egoísmo y salvando mi matrimonio
Después de que mi esposo se jubilara hace unos años, seguí insistiéndole para que buscara un trabajo extra en lugar de quedarse sin hacer nada en casa. Le dije que la mayoría de los jubilados trabajan para ganar, al menos, algo de dinero y que él también debería hacerlo. Pero por mucho que insistiera, no se atrevía a buscar trabajo. Me enfurecí.
El pasado mes de abril, de repente me contó, que uno de sus compañeros le había encontrado un trabajo que le pagaba 100 yuanes al día. Me encantó: "¡Genial! ¿Cuándo empiezas?". El primer día que fue a trabajar, trajo a casa 100 yuanes. Al día siguiente, volvió con las manos vacías y dijo que su jefe estaba pasando por una crisis financiera y que su sueldo se había retrasado unos días. No le di mucha importancia.
En lugar de ganar dinero, mi esposo pronto empezó a prestarle dinero a su jefe. No solo no trajo ni un centavo a casa en los tres meses siguientes, sino que, además, sacó más de 30.000 yuanes de nuestros ahorros para ayudarlo. Cuando le pregunté adónde fue a parar el dinero, no me lo dijo. Yo me enfurecí. Siempre me tomé muy en serio el dinero y olvidé por completo que soy practicante de Dafa. Nuestra discusión se convirtió en una pelea brutal, que terminó en la decisión de divorciarnos.
A medida que nuestro conflicto se intensificaba, me surgieron diversas nociones y apegos. Me sentía defraudada y resentida, y no podía dejarlo ir. La tribulación parecía insalvable. Algunos practicantes cercanos intentaron disuadirme de divorciarme, pero no quise ni oír hablar de eso. Un día, una practicante que me visitó notó que no era yo misma y me preguntó qué me pasaba. Le conté mi pelea con mi esposo. Me dijo: “Has caído en una brecha. ¿No es esta una oportunidad para que dejes ir las cosas materiales y te deshagas de tu apego al egoísmo?”.
Sus palabras me conmovieron y mi consciencia se aclaró. "¿Estoy cayendo en la brecha de las viejas fuerzas? Shifu me ofrece cosas del mundo divino; ¿por qué me aferro a estas cosas mundanas y no las suelto? No quiero nada, ni quiero apegarme a nada de los Tres Reinos. Solo estoy aquí temporal y eventualmente. Regresaré a mi verdadero hogar con Shifu". Pude soltarlo todo en ese instante.
Entonces recordé todo: cuánto me había apoyado mi esposo en mi práctica de Dafa durante todos estos años. Siempre que salía a repartir materiales de aclaración de la verdad, él me recordaba que tuviera cuidado. Una vez le dije: “Podrías pedirle al Maestro que me ayude a estar a salvo mientras estoy fuera”. Él lo recordaba y siempre le pedía al Maestro que me protegiera. Gracias a mi esposo, pude ayudar a los demás. Siempre que los practicantes necesitaban un lugar adónde ir o alguien con quien hablar, sabían que podían acudir a mí. Aunque mi esposo no ha comenzado la cultivación en Dafa, lleva años inmerso en un ambiente de cultivación.
Pude liberarme por completo del resentimiento, el apego al egoísmo y muchas otras nociones. Agradezco a Shifu, quien tanto ha hecho por mí. Atesorare mi entorno de cultivación y el poco tiempo que me queda lo aprovecharé para cultivar con mayor solidez y diligencia. Seguiré mejorando y haciendo bien las tres cosas para aligerar la carga que tiene Shifu.
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