(Minghui.org) Nací en una familia de ateos, y mis padres tenían muy mal carácter. A menudo me golpeaban, me utilizaban como saco de boxeo, me regañaban con palabras hirientes y me ridiculizaban. Pensé en escaparme de casa varias veces, pero nunca lo hice. Sufrí mucho acoso escolar. En ese de ambiente, mi personalidad se volvió miedosa. Me sentía inferior y no quería relacionarme con los demás.
Cuando mi vida pasaba por un momento muy oscuro, un compañero de clase me dio un ejemplar de Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa. Además de leerlo, iba al centro de práctica de Dafa para estudiar el Fa con otros practicantes. Mi vida se volvió más brillante al entrar en la cultivación. Estando con practicantes de Dafa, gradualmente me volví más alegre. Los practicantes me cuidaron muy bien, dada mi corta edad. Se apegaban a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y eran verdaderos y bondadosos. Me sentía muy bien estando con ellos.
Práctico Falun Dafa desde hace más de dos décadas. Pasé de ser un joven que no conocía el mundo a ser una persona de mediana edad. Sin importar el entorno, siempre mantengo mi fe en Dafa. Fue Dafa quien me dio luz y esperanza. Por eso, me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación.
Saliendo de las tribulaciones familiares
Mi esposo tenía mal carácter. Destrozaba cosas cuando no estaba de acuerdo conmigo y luego se iba. Yo terminaba limpiando lo que dejaba. Nos pegaba a mí y a nuestra hija, a menudo comía y bebía afuera hasta tarde y apenas participaba en las tareas del hogar.
Dafa me enseña a ser tolerante y amable con los demás. Aunque no podía desprenderme del sentimentalismo, seguía apoyando a nuestra familia. Sin importar cómo me tratara mi esposo, yo me encargaba de la tienda que él y yo atendíamos, y también cuidaba bien de nuestra hija. Cuando se enojaba, rompía las botellas de cerveza en la tienda, yo recogía los cristales rotos. Él los rompía mientras yo limpiaba el área, era algo que ocurría a menudo.
Se lo conté a mis suegros, pero terminaron recriminándome. Sentía que no tenía dónde desahogar mis quejas. Debido a las diversas experiencias desagradables durante mi embarazo y el parto, me volví aún más resentida con mi esposo y mis suegros. Como no podía soltar mis apegos, me sentía agotada y mi cuerpo empezaba a enfermarse. Empecé a perder el pelo y los dientes, y el cabello que me quedaba se volvió gris. Incluso llegué a perder el conocimiento y me caí.
Entendí que debía ver hacia adentro de mí. No había podido superar el resentimiento hacia mi esposo durante mucho tiempo. Por eso, siempre se portaba mal conmigo. Sentía mucha pena por él. También sentía envidia, pensando que la vida era injusta conmigo, y por eso me sentía desubicada en mi corazón. Aún anhelaba una vida mejor y quería algo a cambio. Esperaba que él viera mis esfuerzos y fuera bondadoso conmigo. Aunque en la superficie lo soportaba en silencio, mi corazón estaba lleno de resentimiento y queja, además fantaseaba con que mi resistencia algún día daría sus frutos.
Todo se reducía a mi búsqueda de los asuntos de la gente común. Aunque miraba hacia dentro y estudiaba el Fa, no podía dejarlo en el fondo. Esta clase de emoción negativa a menudo me controlaba, y sentía que sufría demasiado. Perseguía las cosas de la gente común, me aferraba a ellas y no estaba dispuesta a cambiar. No las consideraba buenas oportunidades para mejorar mi xinxing, ni usaba estas tribulaciones para purificarme y mejorarme.
Recordé que algunos practicantes habían fallecido debido a su resentimiento. Por ejemplo, una practicante que sufría de un grave yeli de enfermedad no pudo superar el resentimiento hacia su esposo hasta el último momento. entendí que, además de nuestro propio yeli, existían arreglos hechos por las viejas fuerzas, que utilizaban a nuestra familia para debilitar nuestra voluntad en la cultivación. Este fue uno de los métodos más perversos que emplearon las viejas fuerzas. Lo usaron para destruir a nuestras familias y nuestra cultivación.
Mi esposo me dijo más de una vez: “Mientras dejes de practicar, te escucharé en todo. De lo contrario, nada de lo que haga será demasiado severo». Este era claramente el objetivo que las viejas fuerzas querían alcanzar.
Es más fácil superar las dificultades creadas por otros, pero cuando en una familia, especialmente cuando un esposo o esposa con quien convivimos día y noche nos trata con la mayor crueldad, nos hiere sin motivo y hace lo que quiere en nombre de la familia, este tipo de daño es el mayor, y a veces fatal. Las viejas fuerzas utilizan nuestros errores y apegos del pasado para controlar a nuestros familiares y para que hagan muchas cosas malas. Estos familiares son los más desafortunados, por lo que debemos tratarlos con compasión, especialmente cuando es muy probable que existan factores poderosos detrás, que los incapacitan para resistir y los obligan a comportarse como lo hacen.
Muchos practicantes perdieron la voluntad de cultivar debido a las diversas injusticias sufridas por sus familias, llegando incluso a fallecer. Esto acarreó arrepentimientos en su cultivación. Además, no lograron salvar a sus familiares, sino que cayeron en los arreglos tendidos por las viejas fuerzas.
Debemos desprendernos del sentimentalismo, tratar a nuestros familiares como seres conscientes que necesitan ser salvados y pensar desde una perspectiva completamente compasiva. Así es como podemos mejorar, salvar a nuestra familia y escapar de los arreglos de las viejas fuerzas.
Hay historias culturales tradicionales en el sitio web Minghui.org que dicen que algunas personas se convirtieron en llagas venenosas para sus adversarios debido al resentimiento, y algunas personas reencarnaron como serpientes venenosas debido a eso.
Sentí que estos apegos eran entidades malvadas, como serpientes y sapos, enredados en mi corazón. Si no fuera por la práctica de Falun Dafa, no habría forma de eliminarlos, pues esos apegos eran vidas reales en otras dimensiones. Por eso somos tan afortunados de practicar Dafa. Solo mirando hacia dentro y cultivándonos verdaderamente podemos eliminar nuestros apegos y, por lo tanto, eliminar estas entidades malvadas.
Después de entender esto, dejé de sentir dolor y de resentirme con los demás. En cambio, consideraba estas situaciones como buenas oportunidades para cultivarme. Cuando mi esposo se enojaba conmigo, simplemente pensaba: “Esto es bueno”. Era bueno porque me ayudaba a eliminar mi yeli y me brindaba oportunidades para mejorar mi xinxing. Debería agradecerle sinceramente.
Cuando lo volví a mirar a mi esposo, me pareció un niño lastimoso, controlado por las viejas fuerzas sin siquiera saberlo. Pensé: "¡Tengo que hacerlo bien! Tengo que salvarlo". Mi mentalidad cambió por completo. Estaba llena de compasión, sin ninguna de esas sustancias negativas, como el resentimiento. Empecé a tratarlo bien y a cuidarlo sin pedir nada a cambio.
Sentí un gran alivio al soltar el resentimiento. También sentí la dificultad, la impotencia y el dolor de los demás.
Dejar ir el egoísmo
Mi esposo administra los ingresos familiares. Nunca me encargué de eso ni me importó. Pero mi esposo solía invertir imprudentemente y perdía todo lo que había invertido. A medida que nuestra hija crecía, los gastos familiares aumentaban. Ahora vivíamos en una situación financiera difícil. Nuestras dificultades económicas incluso hicieron que mis suegros se burlarán de nosotros. Mi esposo me obligó a pedirles dinero a mis padres, pero ellos tienen casi 80 años, así que ¿cómo podía convertirme en una carga para ellos? Todas estas cosas me hicieron aferrarme cada vez más al egoísmo en los últimos años. Para evitar que mi esposo invirtiera más, comencé a ahorrar dinero en secreto.
Como no pude dejar de lado mi interés propio, esto generó resentimiento, envidia y una mentalidad competitiva.
Especialmente en China, la gente usa el dinero para medir el valor y el éxito de una persona. Sin dinero, es difícil afianzarse en la sociedad. No solo vivirás en la pobreza, sino que serás menospreciado y las cosas se complicarán constantemente. En un entorno así, este afán de lucro puede convertirse en un gran obstáculo en nuestro camino de cultivación, ya que involucra todos los aspectos de la vida. Sin embargo, como practicantes, debemos eliminar este apego.
Solo abandonando los intereses personales, siguiendo el curso natural y creyendo en cada disposición de Shifu, podemos abrirnos paso y mejorar en la cultivación. Estas dificultades son causadas por el yeli, y por supuesto, existe la interferencia de las viejas fuerzas. No debo culpar a los demás, ya que no existen las casualidades en la cultivación. La pobreza y la riqueza se determinan por nuestro desempeño en vidas anteriores. Las cosas buenas o malas en el mundo son causadas por nuestro yeli, que representa las deudas que debemos pagar y el destino que debemos cumplir.
Ya no me preocupan las ganancias ni las pérdidas, ni me atan los intereses de la gente común. En cambio, dejo que todo siga su curso y trato a todos con calma. Tras soltar el egoísmo, me relajé. Sentía que todo en el mundo ordinario se alejaba cada vez más de mí, y era poco real. Experimente la trascendencia y la libertad de estar en el mundo, pero mi mente está fuera de él. ¡La cultivación es realmente maravillosa!
Dafa me está ayudando a criar una hija excelente y fuerte
Mi hija es inteligente y tiene un buen comportamiento desde pequeña. Desde niña, le enseñé a recitar el Hong Yin, la dejé escuchar música tradicional y poemas antiguos, y le inculqué los principios de la vida. Mi esposo solía beber afuera hasta altas horas de la noche y, al regresar, nos pegaba y regañaba a mi hija y a mí.
Recuerdo una vez que regresó borracho, agarró a mi hija que estaba dormida y la golpeó con fuerza, sin importarle nada sus súplicas. En otra ocasión, agarró una impresora y se la estrelló en la cabeza. En ese ambiente, mi hija se volvió cada vez más introvertida. Se sentía inferior y no quería relacionarse con los demás.
Mi hija sufría a menudo acoso escolar. Pero era muy fuerte. Nunca tuve que preocuparme por sus estudios y siempre era la mejor de la clase. Muchas veces, cantaba mientras estudiaba en casa. Todavía me angustia mucho pensar en ella cantando, porque no sé si siempre fue optimista o si reprimía su dolor e intentaba mantener el optimismo en ese ambiente. Era muy joven en aquel entonces.
Cuando mi hija estaba en tercer año de secundaria, sus estudios eran muy intensos. Vivíamos en un apartamento pequeño. Mi esposo solía subir el volumen de la computadora sin importarle sus estudios y llegaba a casa borracho. En esas circunstancias, mi hija solía estudiar sola en la escuela o en la biblioteca hasta muy tarde, antes de regresar a casa.
Mi hija estaba perdida y confundida. No entendía por qué había seguido lo que su madre le había enseñado sobre los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, para ser buena persona y tolerante con los demás, ya que su vida no era del todo satisfactoria, mientras que quienes lastimaban a otros vivían con tanta libertad.
Le dije que el sufrimiento podía agudizar el espíritu, fortalecerlo y profundizar sus pensamientos. El sufrimiento era una riqueza en la vida. Tras pasar por estos sufrimientos, se sentiría como un fénix que renace de sus cenizas. Le ayudarían a ampliar sus horizontes. Al mismo tiempo, el sufrimiento podía purificar los pecados y elevar el reino de uno. Solo manteniendo la bondad y sabiendo ser agradecido en tiempos difíciles, las personas podían avanzar hacia el futuro.
Mi hija finalmente superó sus pensamientos negativos. Enfrentó las presiones con firmeza y se destacó aún más en la escuela. Más tarde, fue admitida en un buen instituto y luego en una universidad importante de la provincia. En la universidad, siempre obtuvo el primer lugar en su especialidad y aprobó el examen de inglés. Ganó muchos premios en concursos de asignaturas, así como en varios concursos nacionales e internacionales. Este año, obtuvo una recomendación para un posgrado, en donde varias ciudades competían por ella. Quería estudiar en el extranjero, pero nuestras condiciones económicas no se lo permitían. Mi hija dijo, con sensatez, que buscaría la manera de ir al extranjero después de estudiar una maestría y trataría de no ser una carga financiera para nosotros.
A veces me encontraba con gente en internet que decía que el comportamiento de los universitarios de hoy era pésimo, así que le dije a mi hija que no siguiera ese camino. Me respondió: "Mamá, ¿cómo puede la hija a quien educaste hacer algo así?". Una vez me dijo con sinceridad: "Mamá, tus enseñanzas y tus palabras me han impactado profundamente".
Me sentí verdaderamente complacida de que Dafa me ayudara a educar a una hija tan maravillosa. También fue Dafa lo que nos ayudó a mi hija y a mí a aprender a afrontar la vida con fortaleza y optimismo en medio del sufrimiento. ¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, Falun Dafa!
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.
El mundo necesita Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Su donación puede ayudar a que más personas conozcan Falun Dafa. Minghui agradece tu apoyo. Apoye a Minghui