(Minghui.org) Para ayudar a la gente predestinada a conocer la verdad sobre Falun Dafa y para que puedan salvarse, me gustaría compartir mi experiencia sobre cómo resolví muchos agravios y eduqué a mi hijo siguiendo los principios de Dafa. Espero que esto ayude a más personas a ver la belleza de la cultivación de Dafa y para que comiencen a practicar.
Guiando a mi hijo para que sea amable con su madrastra
Empecé a practicar Falun Dafa en 1998. Poco después, por no haber estudiado bien el Fa y no haber manejado adecuadamente la relación con mi marido, él se divorció. En ese momento, nuestra vivienda había sido cedida por su empresa, así que no luché por ella y dejé que él se la quedara.
Después del divorcio, no fui diligente y descuidé mi cultivación, así que, cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) empezó a perseguir a Dafa en 1999, lo dejé. Cuando en 2003 enfermé, volví a Dafa, pero seguía sin ser diligente. En particular, no fui capaz de salir de la sombra de mi divorcio y siempre guardé rencor a mi exmarido.
Después del divorcio, mi hijo vivió con su padre hasta que mi exmarido se volvió a casar, y entonces mi hijo vino a vivir conmigo. Estaba en cuarto curso. Era emocionalmente inestable y odiaba ir a la escuela. Como mi hijo era rebelde y tenía mal carácter, me sentía muy amargada y cansada. A menudo lloraba y pensaba que la vida era injusta. Con frecuencia pensaba en vengarme de mi exmarido. Incluso le dije deliberadamente cosas poco agradables a la madrastra de mi hijo por teléfono.
Como mi exmarido estaba envenenado por la propaganda de la autoinmolación escenificada en la plaza de Tiananmen, cuando se enteró de que volvía a practicar, me denunció a mi jefe. Dijo que temía que yo hiciera matar a nuestro hijo. Mi jefe, sin embargo, conocía la verdad sobre Dafa y se puso de mi parte, controlando así correctamente las creencias erróneas de mi marido. A partir de entonces, la gente donde trabajaba supo que yo practicaba Dafa. Después de eso, gradualmente me di cuenta de que necesitaba ser diligente en mi cultivación.
Me recordé que no debía dañar la reputación de Dafa, que tenía que seguir el principio de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para validar Dafa. Decidí utilizar mis acciones para desenmascarar las mentiras del PCCh, para validar la belleza Dafa y esclarecer la verdad para decir a la gente que los practicantes no eran como los describían en la propaganda televisiva.
Sabía que nada ocurría por casualidad. Quizá le debía algo a mi exmarido de mi vida anterior, y ahora se lo estaba devolviendo. A través de un proceso muy doloroso, fui dejando atrás el resentimiento hacia mi exmarido y la madrastra de mi hijo, y al mismo tiempo guié a mi hijo para que respetara a su padre y tratara bien a su madrastra.
Un fin de semana, mientras estaba en casa de su padre, mi hijo me contó por teléfono que había vuelto a pelearse con su madrastra, lo que hizo que su padre quisiera divorciarse de ella. Yo sabía que eso no estaba bien porque Shifu nos dice que tratemos a todo el mundo con amabilidad. Tengo la responsabilidad de educar a mi hijo.
Cuando mi hijo llegó a casa, le pregunté por la situación y le dije que no debía ser tan grosero con sus padres. Luego llamé a su madrastra para disculparme. Admití que no había educado bien a mi hijo y le pedí que no tuviera en cuenta el hecho que mi hijo hubiera sido maleducado con ella. También le dije que no debería haberla molestado antes a propósito, se sintió muy conmovida. Gracias a Dafa, se evitó una crisis familiar.
Cuando mi hijo iba con su padre, me comunicaba a menudo con su madrastra. Le dije que comprendía sus dificultades y le dije que, si el chico no hacía algo bien, podía decírmelo y yo se lo agradecería. Para evitar malentendidos, siempre le pedía que transmitiera directamente los mensajes a mi exmarido.
Con el tiempo, nos llevamos muy bien. Cuando estuvo hospitalizada, la visité y le agradecí los esfuerzos que había hecho con mi hijo. Pasamos de ser enemigas a amigas. Gracias a mis palabras y acciones, mi hijo ahora se lleva muy bien con su padre y su madrastra, y ahora ellos también ven la belleza de Dafa. Me gustaría dar las gracias a Shifu por su benevolente misericordia.
Cómo sacar a mi hijo de su período rebelde
Los hijos de padres divorciados pueden ser muy difíciles de manejar. Mi hijo empezó a «enamorarse» ya en el primer ciclo de secundaria. Estaba cansado de estudiar y era muy temperamental. Llegó a decir: "¿Por qué tengo que ir a la escuela? Puedo arreglármelas en la vida sin ir a la escuela".
A menudo teníamos conflictos. Cuanto peores eran sus notas, más decaía su estado de ánimo. A veces incluso rompía cosas, lo que a menudo me hacía llorar y sentirme muy deprimida. A medida que mi xinxing mejoraba, cuando teníamos conflictos, ajustaba mi mentalidad y no me enfadaba. A veces le pedía disculpas.
Una vez, antes de que mi hijo se fuera al colegio, estaba enfadado y volcó la mesa del comedor. Cuando se fue, limpié tranquilamente el desorden. Cuando volvió del colegio, le dije tranquilamente: "Sé que no es porque no te interese aprender, sino porque estabas de mal humor y no te apetecía estudiar. Fue culpa mía y no debería enfadarme. Los compañeros practicantes me criticaron por no hacer las cosas según los requisitos de Shifu. No manejé bien las cosas, pero intentaré hacerlo mejor la próxima vez". Le sorprendió mucho mi reacción.
Poco a poco, mi hijo se mostró dispuesto a hablar conmigo y a contarme cosas de la escuela. Aproveché la oportunidad para contarle más principios del Fa. No le gustaba estudiar, así que ya no le obligué ni le regañé, sino que elegí el momento adecuado para guiarle. Le encantaba ir al cibercafé los fines de semana, así que le sugerí que trajera a sus compañeros de clase a casa para jugar, y yo los entretendría cuando vinieran. Así demostraba que le respetaba a él y a sus amigos y me ayudaba a entender de qué tipo de gente eran sus amigos. Más tarde, durante el instituto, el bachillerato e incluso durante la universidad, mi hijo traía a sus compañeros de clase a casa.
Con su consentimiento, lo apunté a sus clases favoritas de escritura y natación para cultivar su interés por aprender. Lo orienté paso a paso y más tarde lo matriculé en clases de inglés dirigidas por su profesor favorito. Después de que mi hijo viniera a vivir conmigo, a menudo me comunicaba y colaboraba con el profesor sin que él lo supiera. Poco a poco, sus notas mejoraron y pudo entrar en un ciclo saludable con los estudios.
Guiado por los principios de Dafa, he criado a un hijo que empezó siendo extremadamente rebelde, tenía relaciones amorosas prematuras, faltaba a la escuela y cuyo padre no tenía ninguna esperanza en él, y lo he convertido en un joven amable y sensato, que siente respeto por Dafa. Antes de su examen del último curso, tomó la iniciativa de llevar el amuleto con la inscripción «Falun Dafa es bueno». Obtuvo unos resultados excepcionales en el examen y fue admitido en un famoso instituto, algo que no esperaban ni sus profesores ni su padre ni su madrastra.
Mi hijo aclaró la verdad a sus compañeros de clase
Mi hijo vio cómo la práctica de Falun Dafa me cambió en cuerpo y mente, especialmente mi actitud hacia la nueva familia de su padre, y mi guía y comprensión cuando pasó por su período de rebeldía. Se volvió respetuoso con Dafa desde lo más profundo. También me apoyó mucho en la práctica de Dafa. A veces le leía los nuevos artículos de Shifu que pensaba que le ayudarían en su cultivación.
Le leí el nuevo artículo que Shifu publicó el 14 de abril de 2008:
“Actualmente los Dafa dizi simplemente tienen que hacer bien las tres cosas. Los derechos humanos son algo que los seres humanos desean y persiguen, mientras que los cultivadores tienen el objetivo de trascender este mundo. Lo que se ve en la superficie son los Dafa dizi trabajando en contra de la persecución, pero la realidad es que estos son actos para salvar gente, salvar seres conscientes. El Relevo de la Antorcha de los Derechos Humanos incluye contenido en contra de la persecución y tiene el efecto de ayudar a la gente a conocer al perverso partido, pero no puede reemplazar la aclaración de la verdad y el salvar a la gente. El Relevo de la Antorcha de los Derechos Humanos fue iniciado y se concentra en la gente común para que esta exponga y resista la persecución a los chinos por parte del perverso partido, así que no pasen el relevo a los Dafa dizi. Los Dafa dizi en China continental no deberían dejar de lado su trabajo de aclarar la verdad y participar en gran escala".
(Aclaración, Escrituras esenciales para mayor avance (III))
Un día, cuando llegó de la escuela, estaba muy emocionado y dijo: «¡Hoy he defendido la reputación de Dafa!».
Cuando le pregunté cómo, me contestó: "Los practicantes habían puesto volantes de Dafa en las cestas de las bicicletas de los estudiantes. Durante la clase de autoestudio de hoy, muchos estudiantes han dicho que los practicantes se oponen a los Juegos Olímpicos. Les he dicho que no era cierto. Lo dije porque había leído el artículo de Shifu que dice que no participemos en el “Relevo de la Antorcha de los Derechos Humanos”, porque eso es cosa de personas comunes".
Me alegré mucho de que supiera distinguir el bien del mal. Le dije: "Estás salvando a tus compañeros. Seguro que serás bendecido".
«¡Debe de haber unos padres especiales detrás de él!»
Mi hijo consiguió entrar en la universidad que el quería con una extraordinaria nota de 94 puntos, superior a la media de los tres exámenes prácticos anteriores. Después de la reunión de padres para los graduados de la escuela secundaria, tanto su padre como la profesora de la clase decidieron gustosamente renunciar al PCCh y a sus afiliados. La profesora decidió renunciar porque comprendió lo bueno que es Dafa por la forma en que me vio educar a mi hijo.
Como mi hijo carecía de una base académica sólida, sus notas y su actitud hacia el aprendizaje eran precarias, por lo que su profesora me llamaba a menudo. Además, su relación con esa profesora no era buena.
Cuando se acercaba la graduación, el colegio organizó un día actividades deportivas. Los alumnos estaban ocupados preparando el examen y, como tenían quejas del profesor, nadie se apuntó. A mi hijo le encantaban los deportes. Había trabajado mucho para que los alumnos a los que les iban bien en los deportes participaran activamente en la competición. Como resultado, su clase lo hizo bien y fueron premiados.
La mañana de la entrega de premios, el profesor decidió que el delegado de la clase recogiera el premio en lugar de mi hijo, que era el líder deportivo. Mi hijo tuvo un gran enfado cuando se enteró y cuando llegó a casa se deprimió mucho. Cuando supe por qué estaba enfadado, le pregunté. «¿Lo que hiciste para el día de las actividades deportivas lo hiciste por ti o para la clase?».
«¡Para la clase, por supuesto!».
Le contesté: «Como era para tu clase, ¿importa quién acepte el premio?».
Mi hijo contestó: "Los responsables de deportes de todas las demás clases reciben el premio, pero en nuestra clase lo va a recibir el delegado de clase. Así que ahora los demás pensarán que me he equivocado".
le dije. «Déjame que te cuente una historia». Entonces le hablé de cómo Han Xin tuvo que soportar la humillación de tener que arrastrarse entre las piernas de alguien, que se menciona en Zhuan Falun.
Dijo alegremente: "No me siento insultado. Sé lo que tengo que hacer".
Volvió a la escuela y le dijo el profesor que estaba de acuerdo en que el delegado de clase recogiera el premio. El profesor se sorprendió de su repentino cambio. Después de la reunión con los padres, el profesor me dijo: «Dado su repentino cambio, ¡sabía que detrás de este niño debía haber unos padres especiales!».
Además, dado su excepcional rendimiento en el examen, creyó de verdad que Dafa era extraordinario y aceptó de buen grado renunciar al PCCh. Más tarde, algunos de sus otros profesores también aceptaron renunciar.
Conclusión
Si no hubiera practicado Falun Dafa, todavía estaría amargada por mi divorcio. Si no hubiera aplicado los principios de Dafa para guiar a mi hijo, ni su padre ni su madrastra habrían sido felices, y mi hijo no habría podido crecer siendo tan sano, optimista y amable. Dafa me hace sentir sana mental y físicamente, me enseña sobre la moralidad y resuelve los rencores para que nuestras dos familias puedan vivir vidas felices y plenas. Estoy muy agradecida a Shifu y a Dafa.
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