Aprendiendo a cultivarme en medio de las dificultades

(Minghui.org) Mi vida no ha sido fácil en los últimos años; he pasado muchas penurias. El proyecto de renovación de mi casa tuvo que detenerse debido a las complicadas inspecciones del gobierno. El ruidoso problema de mi coche no pudo resolverse tras unas cuantas reparaciones. La matrícula escolar consumió casi todos nuestros ahorros familiares, lo que hizo que toda la familia viviera con un presupuesto ajustado. Yo estaba al borde del colapso.

Las dificultades y oportunidades para cultivarme

El año pasado mi coche sufrió una reparación importante. Una vez terminada la reparación, tuve que tomar un autobús para recogerlo. El autobús salía cuando me acerqué a la parada. Saludé al conductor, pero me ignoró y se marchó con una sonrisa. Esperaba que la línea de autobús no fuera la correcta.

El siguiente autobús del horario no apareció después de esperar mucho tiempo, así que llamé a la compañía de autobuses y me enteré de que el conductor se había saltado mi parada. Tras casi dos horas de espera, me frustré y volví a llamar a la empresa para preguntar el nombre del conductor y poder presentar una queja.

Cuando por fin llegó el autobús, tras otra hora de espera, confirmé que era de la misma línea que el que me había saltado al llegar. La cara sonriente de aquel conductor parecía burlarse de mí. Me enfurecí y descargué mi enojo contra él.

Pasó un año y tuve que volver a tomar el autobús para ir a trabajar mientras reparaban mi coche. Después de esperar en la parada más de una hora, me di cuenta de que el conductor había vuelto a saltar mi parada. Aunque me sentía un poco frustrado y disgustado, me di cuenta de que me dejaba llevar por la emoción. Me dije que lo ignoraría y que no me enfadaría, que no era para tanto. Podía irme a casa, comer y volver para tomar el siguiente autobús.

Era consciente de que había perdido muchas oportunidades de mejorar mi carácter en el pasado, y de que no me había comportado como un practicante en medio de los sufrimientos de la vida o de los proyectos de Dafa. Más bien, los había tratado con emoción y los había visto como una persona común, sintiéndome impotente y amargado.

Eliminando los pensamientos de bajo nivel

También me iluminé que nuestra naturaleza innata es bondadosa, en línea con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Pero sujetos a la ley de formación-asentamiento-degeneración-destrucción, más el proceso de descender capas de dimensiones para venir aquí y los sentimientos en el mundo humano, estamos llenos de pensamientos de bajo nivel.

Diversos pensamientos de bajo nivel, ya sea egoísmo, apegos, sentimientos, deseos o yeli (karma) de pensamiento, son todos ilusiones formadas en nuestras mentes, contrarias a Dafa. El egoísmo no te traerá más ganancia, sino que te hace acumular yeli; los sentimientos no pueden cambiar la retribución del yeli (kármica), sino que te traen problemas. Tradicionalmente, la sociedad no se mantiene por los sentimientos, sino por la virtud y el decoro, con énfasis en la lealtad y la rectitud.

Cuando nos encontramos con diversas situaciones en nuestra cultivación, tenemos la siguiente tendencia a tratarlas con pensamientos de bajo nivel: contentos por las cosas buenas, tristes por las malas; frustrados por los reveses; enfadados al enfrentarnos a la injusticia; o temerosos de los peligros. En realidad, estas situaciones son oportunidades para que los cultivadores se deshagan de los pensamientos de bajo nivel y los vean y traten con la naturaleza innata conforme a Dafa, para elevarse en la cultivación.

Las cosas cambian

Con este entendimiento, cuando tenía problemas, utilizaba mi buena naturaleza innata para manejarlos en lugar de dejarme llevar por las nociones humanas, especialmente los sentimientos. Poco después, no podía creer lo que había sucedido.

Pensaba vender mi ruidoso coche porque llevaba un par de años sin arreglarlo y me preocupaba que pudiera tener problemas de seguridad. Cuando le pedí a mi amigo que me ayudara a encontrar otro coche, quiso echarle un último vistazo. Como cultivador, no quería deshacerme de él y esperaba conservarlo mientras fuera seguro.

Con sus conocimientos de taller, descubrió que solo necesitaba cambiar una pieza de las ruedas. Así que lo llevé a un taller donde el arreglo sólo llevó una hora. Sentado en el coche, me sentí abrumado por la gratitud y no pude evitar llevarme las manos al pecho para dar las gracias a Shifu. Sabía que Shifu me lo había arreglado después de haber mejorado.

Guiados por Dafa universal, la cultivación de los discípulos de Dafa no se centra en pagar el yeli a través del sufrimiento, la clave es mejorar a través de él. La acumulación de mis tribulaciones a lo largo de los años se debió a que no logré mejorarme a través de ellas. Shifu pudo hacer cualquier cosa por mí después de que mejoré.