Despertada por Falun Dafa

(Minghui.org) Soy una joven practicante de Falun Dafa que comenzó a cultivarse hace seis años. No he tenido ningún otro practicante con quien comunicarme, y en mi camino de cultivación, he tropezado una y otra vez, pero me las he arreglado para levantarme cada vez. Sin la protección y la iluminación de Shifu, solo me habría deprimido en este mundo corrupto, viendo cómo mis estándares morales declinaban lentamente.

Cómo empecé a cultivarme

A través de mi trabajo, he estado en los EE. UU. dos veces, en 2016 y 2017, y he visto a practicantes aclarando los hechos en lugares turísticos. Pero probablemente aún no era mi momento, ya que realmente no entendí la verdad de Dafa cuando me lo dijeron.

Tan pronto como regresé a China por segunda vez, me enfermé mucho y terminé en el hospital durante más de un mes. Acostada en la cama del hospital, no pude evitar preguntarme por qué, si había estudiado nutrición y comía bien, ¿por qué todavía me enfermaba?

Para encontrar la respuesta, comencé a buscar en la espiritualidad y leí muchos libros sobre el tema. Creía que la gente tiene alma, pero no sabía de dónde venía. También tomé varios cursos sobre el tema, pero aún así no resolvieron mi problema fundamental: ¿cómo puede la gente escapar de la reencarnación?

Mi hermana regresó luego de un viaje a otra ciudad en 2019 y trajo algunos libros a casa. Me dijo que estaba practicando Falun Dafa y que el Partido Comunista Chino (PCCh) hacía mal en perseguirlo. Eso era también lo que me habían dicho los practicantes que conocí en el extranjero, así que entendí lo que estaba diciendo tan pronto como habló de ello.

Observé cómo se cultivaba. Ella siempre quería que leyera Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa, así que leí dos lecciones. Debido a que estaba practicando otra disciplina en ese momento y sabía que había un dicho con respecto a "no hay una segunda vía de cultivación", no terminé de leer el libro.

Seis meses después, todo el mismo día, tuve cólicos menstruales insoportables, rompí con mi novio y me despidieron. Me sentía miserable. Tal vez mi lado conocedor estaba muy ansioso, así que encontré a mi hermana y le dije que mi vida era demasiado dolorosa. Mi hermana me mostró algunos videos para que viera la belleza de Dafa. Entonces me decidí a cultivarme.

Shifu limpia mi cuerpo

Tan pronto como comencé a leer Zhuan Falun seriamente, Shifu comenzó a cuidar de mí. Al principio, tenía que ir al baño todo el tiempo con diarrea. Solo más tarde entendí que Shifu estaba limpiando mi cuerpo. Había estado tomando medicamentos desde que era una niña y terminé yendo al hospital casi cada dos días. Tenía dismenorrea severa, gastritis, hemorroides, mareos, bronquitis perenne y tuberculosis. Mi cara estaba llena de acné y tenía una tez cetrina.

Para cuando llevaba un año practicando Falun Dafa, todos mis problemas de salud habían desaparecido. El acné desapareció, mi piel se volvió más suave y mi tez ya no estaba cetrina. Mucha gente me preguntaba cómo había conseguido tener una piel tan bonita. Una vez, Shifu me iluminó en un sueño: vi que todas las medicinas que había tomado desde la infancia se excretaban de mi cuerpo, cubriendo todo el suelo. Aún podía reconocer los medicamentos que tomaba cuando era muy joven.

Desde entonces, nunca he necesitado tomar otra pastilla ni ponerme otra inyección, ni siquiera durante la pandemia. Fue Dafa quien me transformó de una persona enferma a una verdaderamente sana.

Sin pérdida, no hay ganancia

Era una niña respetuosa de la ley, sensata y obediente. Pero después de graduarme de la universidad, me volví perezosa por estar inmersa en la vida cotidiana durante mucho tiempo. Pedí un préstamo con tarjeta de crédito para invertir, pensando que finalmente podría tener suficiente dinero para establecerme. Sin embargo, en solo unos años, debía más de 200,000 yuanes (27.830 dólares). Robé dinero de la caja fuerte de mis padres para pagar mis deudas y pedí prestado dinero a cualquiera que me lo prestara.

Después de comenzar a practicar Falun Dafa, aprendí sobre el principio del Fa "Sin pérdida, no hay ganancia", y nunca volví a robar de casa. No me enojé cuando traté de pedirle prestados 3,000 yuanes (417 dólares) a mi padre y me rechazó. Tenía dos trabajos, preparaba desayunos, lavaba los platos y hacía trabajos esporádicos por las mañanas, y luego dirigía una pequeña barbería a partir del mediodía. No me sentía amargada cuando tuve que ganar el dinero para pagar mis deudas.

En el restaurante donde servía los desayunos, trataba el negocio del propietario como si fuera mío, manteniéndolo limpio y ordenado y sirviendo bien a cada cliente. A veces, cuando el jefe no ganaba dinero para ese día, no pedía mi paga. Más tarde, mi jefe se enteró de la verdad de Dafa y renunció al PCCh y a sus organizaciones juveniles.

En mi barbería, usaba buenos productos para mis clientes y les cobraba precios razonables. Cuando sabía que mis clientes tenían vidas difíciles, les cobraba muy poco. Mis clientes incluían médicos, administradores escolares, propietarios de empresas y personas de diferentes ámbitos de la vida. Les hablé sobre la cultura tradicional china, lo divino, el caos en la sociedad actual y las advertencias de desastres naturales. Hice esto para inspirar buenos pensamientos en sus corazones, para que pudieran ver a través del PCCh y distanciarse de él.

Una vez le corté el pelo a una clienta demasiado corto. Volvió al día siguiente para quejarse. Sabía que su imagen era muy importante para ella y que era mi culpa que su cabello no estuviera cortado a la longitud correcta. Pensé que podría haberle debido en una vida anterior, así que le di 600 yuanes (83 dólares) como compensación. Le dije que yo era practicante de Falun Dafa y que nuestro Shifu nos pide que pensemos primero en los demás. Esto sucedió para ayudarme a deshacerme de mi apego al interés propio. Al día siguiente estaba muy llena mi barbería y gané 600 yuanes extra.

Durante los seis años que he estado cultivándome, Shifu ha cuidado de mí todos los días.

Falun Dafa me ha transformado de alguien que buscaba fama y fortuna, era reservada, temía a las dificultades, no quería hacer esfuerzos y era egoísta, a una persona honesta, modesta y dispuesta a ayudar a los demás.

Presenciando el poder de Dafa

Durante la pandemia de COVID-19, aconsejé a las personas que conocía a que recitaran: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" para que se mantuvieran a salvo. Un primo mío que creía que Dafa era bueno trabajaba en una fábrica. Todos en la línea de producción dieron positivo, pero él estaba bien a pesar de que iba a trabajar todos los días. También se recuperó de gota severa. Le dijo a los demás que se había recuperado de la gota porque recitaba las frases.

Cuando la pandemia estaba en su apogeo, mi abuela de 90 años y mi otra abuela de 80 ambas se quedaron conmigo. Le pedí a mi abuela de 90 años que recitara las frases. Las dijo en voz alta y estaba de buen humor. Nunca se contagió.

Mi abuela de 80 años no creía en el poder de repetir las frases. Un día, cuando llegué a casa, la vi temblando. Tenía los labios morados y fiebre. Le hablé sobre la belleza de Dafa. Ella lo reconoció esta vez y comenzó a recitar las frases. También puse música de Dafa para ella. Sin tomar ninguna meditación, se recuperó después de una buena noche de sueño.

Validando Dafa en un centro de detención

Hablé con la gente sobre Falun Dafa en una tienda, y un cliente me denunció. Me arrestaron ilegalmente y saquearon mi casa. Dos días antes de que esto sucediera, Shifu me dio pistas de que correría peligro, ya que tuve pesadillas durante dos noches seguidas. Fue mi culpa por no prestar atención a la seguridad.

Agentes de policía en dos coches saquearon mi casa. También saquearon mi barbería y me interrogaron hasta la medianoche. Mis libros de Dafa, teléfono celular, computadora portátil, computadora de escritorio y otros artículos fueron confiscados. No devolvieron nada.

En la estación de policía, comencé a enviar pensamientos rectos y a recitar el Fa. Con calma, aclaré los hechos a los agentes de policía, incluso sobre  la farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen. Un oficial trató de difamar a Dafa, y varios otros me insultaron a mí y a Dafa. Envié pensamientos rectos para que cada uno de ellos pudiera ser salvado.

El hombre que me denunció vino a hacer una declaración. No lo odié y envié pensamientos rectos para eliminar los elementos malignos que le impedían ser salvado. Realmente deseaba que él pudiera ser salvado.

Los policías me leyeron, línea por línea, la ley que decían que yo había violado. Estaba mareada, hambrienta y con frío, y mis pensamientos rectos disminuyeron.

Tan pronto como me admitieron en el centro de detención, me sentí muy mal por no haber ayudado a salvar a esos oficiales de policía. Fue porque no fui diligente en mi cultivación y no me cultivé bien. También se debió a las brechas que había dejado: había aflojado en el estudio del Fa y en la práctica de los ejercicios últimamente. Además, tenía un fuerte miedo y el mal se aprovechó de mí. Cuando me sentía triste, enviaba pensamientos rectos y recitaba el Fa, incluyendo Lunyu y poemas de Hong Yin. Sabía que era una practicante y que había sido Shifu quien dispuso que yo viniera aquí para salvar seres conscientes.

El primer día en el centro de detención, Shifu me dio una pista en un sueño: no llevaba zapatos y caminaba descalza hacia una tienda para comprar algo. Una anciana trató de darme un par de zapatos pequeños, pero rechacé la oferta. Ella forzó algún tipo de magia en mi mano, y entonces me desperté.

Recité el poema de Shifu:

"El cuerpo yace en prisión –no se aflijan, no estén tristes
Con pensamientos rectos y acciones rectas, el Fa está presente
Reflexionen calmadamente acerca de cuántos apegos tienen
En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá"

(No estén tristes, Hong Yin (II))

Miré hacia adentro y encontré las áreas en las que me quedé corta: no estudié el Fa lo suficiente y realmente no lo tomé en serio, no estaba haciendo los ejercicios frecuentemente y no enviaba pensamientos rectos a menudo. En este estado, cuando aclaraba los hechos a la gente, el impacto no era bueno. No tenía fe en Shifu ni en Dafa y no respetaba a Shifu y a Dafa lo suficiente. A menudo solo me preocupaba hacer cosas y poseía un fuerte apego a la búsqueda. Estaba demasiado apegada al resultado y tenía miedo a las dificultades. Cuando hacía la meditación sentada, tenía miedo de sufrir dolor en mis piernas. También poseía un fuerte sentido del miedo, tenía una fuerte mentalidad competitiva y estaba apegada a la comodidad. Tenía miedo de que me criticaran, no cultivaba mi habla y no prestaba atención a la seguridad.

Había una mujer de casi 70 años en el centro de detención. Había estado allí más de 10 días debido a un conflicto con su vecino. No soportaba estar allí. No paraba de armar escándalo, estaba de mal humor, tenía la presión arterial alta, le dolía todo el cuerpo y sentía náuseas. Nadie se preocupaba por ella y otros me aconsejaron que hiciera la vista gorda con ella o los guardias me perseguirían. Pero de todos modos me preocupé por ella, la cuidé y logré encontrar la oportunidad de aclararle los hechos. Le dije que al recitar "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", ella mejoraría. Casi dudando, las recitó. Aun así, al día siguiente, el médico le controló la presión arterial y había vuelto a la normalidad. A partir de entonces, recitaba las frases todos los días. Ya no se sentía incómoda y su estado de ánimo mejoraba día a día.

Comprendí que Shifu fortalecía mis pensamientos rectos. En el centro de detención, nunca pensé que estaba detenida. Solo estaba allí para salvar a seres conscientes. Siempre ayudaba a mis compañeras de celda con todo el trabajo sucio. La gente sufría mucho allí. Sinceramente consolé y me preocupé por cada una de ellas. Cada vez que había una oportunidad, les aclaraba los hechos.

Todas decían que yo era una buena persona. La mayoría de ellas optaron por renunciar al PCCh. Incluso los guardias comentaron mi buen comportamiento y me dejaron salir medio día antes. Después de que me liberaron, tomé un taxi y conversé con el conductor sobre Dafa. Entendió la verdad y renunció al PCCh.