Algunas experiencias de mirar hacia adentro mientras ayudo a salvar a la gente

(Minghui.org) La empresa para la que trabajaba despidió a la gente debido a la recesión económica. A mi también me despidieron, y me afectó mucho porque no me lo esperaba. Estuve disgustada durante mucho tiempo después del despido, y me salió una gran llaga en la nariz, que supuraba un líquido amarillento.

Mirando hacia adentro en busca de respuestas

Luego que fui despedida tenía más tiempo libre, así que me esforcé por calmar mi mente para estudiar el Fa y hacer más los ejercicios. Poco a poco, empezaron a surgir las razones de mi estado incorrecto. Me di cuenta de las diversas manifestaciones de mis nociones humanas, entre ellas la envidia.

También descubrí mi mentalidad de queja porque la dirección no me informó con antelación sobre los despidos. Me consideraba una persona razonable y que habría aceptado que estábamos en una recesión económica y habría renunciado por mi cuenta. Pensaba que podía hablar con la empresa de cualquier cosa, pero la empresa me comunicó el despido en el último momento, aunque sabía que podría suceder desde hace tiempo. Me sentí tratada injustamente. Era una mentalidad envidiosa. Además, este pensamiento se mezclaba con otros apegos, como ostentar de mi bondad y el miedo a perder la cara.

También tenía lujuria, ya que no podía dejar de sentir atracción por un compañero con el que me llevaba bien. Era un apego de sentimentalismo que una cultivadora no debería tener.

Después de que me despidieron, pensé en buscar otro trabajo a tiempo parcial para complementar el que tenía antes, para ganar dos sueldos como antes. Entonces, me di cuenta de que este pensamiento era una manifestación de que estaba atrapada en el interés personal, sin saberlo.

Me sorprendí de haber encontrado todos estos apegos. La envidia, especialmente, era la raíz de mi estado incorrecto.

En posición de heshi, junté las palmas de las manos delante del pecho y me incliné ante el retrato de Shifu. Le di las gracias por despertarme y ayudarme a encontrar mis apegos escondidos durante tanto tiempo. Mi mente se aclaró, y mis pensamientos de resentimiento arraigados en la envidia, la ostentación, el interés personal y el sentimentalismo se  disolvieron de inmediato. Cuando mi mente se aclaró, la llaga de mi nariz también empezó a curarse. Se curó por completo en pocos días.

Mi exprofesora renuncia al PCCh

Decidí volver a la escuela para mejorar mis conocimientos de idiomas. El primer día me encontré con mi exprofesora y me dijo que dejaría la escuela en unos días. Poder verla después de tantos años, pensé es un arreglo de Shifu. Ella es una persona predestinada a ser salvada.

Le hablé de Falun Dafa y de la persecución, así como de renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles para asegurarse un futuro seguro. Me escuchó atentamente y al final aceptó renunciar al PCCh. Eligió un futuro brillante. Le dije que recitara sinceramente: «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno», ya que le traería bendiciones. Me dio las gracias. Le dije que el Shifu de Dafa está salvando vidas y que, debería darle las gracias a él.

Por una razón inesperada, tuve que volver a casa al poco tiempo de empezar las clases en la escuela. Cuando alquilé mi habitación a mi exprofesora de idiomas, le conté la verdad sobre Dafa, así como las advertencias de varias profecías, y accedió a renunciar al PCCh.

Cuando hablé con ella, me comentó que estaba tramitando una visa para viajar al extranjero. Me dijo que su solicitud tenía algunas dificultades. Después de que comprendió la verdad y decidió renunciar al PCCh, el proceso de solicitud se hizo más fácil. Le entregaron el pasaporte en la segunda semana y el resto de los documentos en tres semanas, y pudo viajar sin demora.

Mi excompañera de clase renuncia al PCCh

Cuando llegué a casa, una excompañera se puso en contacto conmigo y me invitó a participar en un evento festivo. Lo consideré como una oportunidad que Shifu había preparado para mí. Compré regalos y salí temprano por la mañana. Recordé un consejo que Shifu me dio en un sueño: «No dejes a nadie atrás». Sabía que mi misión era salvar vidas y que debía hacerlo bien, pasara lo que pasara.

Cuando nos encontramos, me sentí muy cercana a ella, aunque hacía años que no nos veíamos. Nos divertimos y fuimos a varias atracciones turísticas. Durante el descanso  le hablé de Falun Dafa y les aconsejé a ella y a su hija que renunciaran al PCCh. Estuvieron de acuerdo. Como el tiempo era limitado, le dejé algunos materiales esclarecedores de la verdad y le pedí que los leyera más tarde.

Gracias, Shifu por haberme dado la oportunidad de corregir mis errores y por haberme brindado la oportunidad de ayudar a salvar vidas. ¡Estaré a la altura de tu compasiva salvación, seguiré haciendo bien las tres cosas y volveré a mi hogar original!

Si hay algo inapropiado, por favor, tengan la amabilidad de corríjanme.