(Minghui.org) En la sociedad, el entorno familiar es uno de los lugares donde nos cultivamos. A continuación, comparto algunas de mis experiencias de cultivación en la vida familiar, y el proceso mediante el cual estoy eliminando los sentimientos y pensamientos humanos, y asimilándome a Dafa.

Estudiar el Fa juntos

Como matrimonio, es algo muy bueno dedicar un poco de tiempo cada día para estudiar el Fa juntos, pero ha sido difícil mantener algo tan sencillo. Él se enojaba de repente por una palabra o una cosa menor y dejaba de estudiar el Fa conmigo. Era evidente que algo malo estaba interfiriendo.

Encontré un apego mío: cuando surgían problemas, miraba hacia afuera, siempre usaba el Fa para corregir y exigir a los demás: tú deberías hacer esto, tú deberías hacer aquello; esto no está de acuerdo con el Fa. No utilizaba el Fa para evaluarme a mí misma.

Al mirar más hacia adentro, encontré una mentalidad de resentimiento. Cuando ocurría este problema, culpaba a otros. ¿Por qué era él así? ¿Por qué se enojaba tanto? No era amable con él y mucho menos sentía benevolencia por él. Él es un ser consciente que Shifu quiere salvar, así que ¿cómo podía enojarme con él? ¡Debía tratarlo bien!

También encontré el apego a la emoción. ¿Por qué le pedía que estudiara el Fa? Para que mejorara en la cultivación, no enfermara y para buscar la felicidad familiar en el mundo humano. ¿Es ese el propósito fundamental de la cultivación? ¿Se puede alcanzar la iluminación desinteresada con un corazón egoísta? Las viejas fuerzas tenían excusa para interferir.

Empecé a cambiar mis ideas egoístas, y al mismo tiempo, miré hacia adentro, observando dónde tenía problemas, corrigiéndolos, y usando los problemas del otro como un espejo para reflexionar sobre mí misma. De esta manera, nuestro entorno de cultivación mejoró, y ahora podemos sentarnos juntos nuevamente a estudiar el Fa.

Apego a ostentar

Un día, mi esposo se enojó de repente conmigo y me dijo algo que me costó mucho aceptar. En resumen, dijo que yo me atribuía todo el mérito de los logros familiares, lo cual lo hacía sentir muy incómodo.

Me sentí muy dolida al oír eso. Leí Zhuan Falun con lágrimas en los ojos y poco a poco mi corazón se calmó. Un cultivador es altruista. Si él dijo eso, debía haber algo en mí que no se ajustaba al Fa. Al mirar hacia adentro, descubrí que mostrarme era un gran apego para mí. A menudo hablaba de lo bien que lo había hecho en el pasado. Aunque no lo decía explícitamente, los demás podían notarlo. ¿Acaso hice yo todo en esta familia? ¿Debía atribuírseme todo el mérito? ¿Los demás no hicieron nada?

Comprendí que debía dejar el apego a ostentar.

Soltar el deseo de fama

Durante los últimos meses, me he sentido muy cargada por dentro y con malestar. La causa era la herencia de mi padre.

He estado administrando las finanzas de mi padre durante los últimos años, ya que soy su hija mayor. Desde el principio, mis amigos me recordaron que debía llevar una contabilidad clara y transparente para evitar malentendidos y conflictos entre mis hermanos. Cuando mi padre ya no pudo ocuparse de sus asuntos, llamé a mis hermanos y los reuní en mi casa para mostrarles las cuentas de nuestro padre, sus gastos y el saldo. Durante el proceso, me enteré de que mi padre había regalado la mayor parte de su dinero, y que un hermano menor, con buena situación económica, había recibido la menor parte. Este hermano pensó entonces que nuestro padre había guardado la mayor parte del dinero consigo y esperaba recibir una buena suma como herencia. Sin embargo, ya no quedaba mucho dinero en la cuenta bancaria de nuestro padre.

Hablé con mi padre y le pedí permiso para darle a este hermano menor algo de dinero de su cuenta. Estuvo de acuerdo, pero se arrepintió después de que yo se lo anunciara a todos los hermanos. Hablé con mi esposo y decidimos darle ese dinero a mi hermano con fondos nuestros. Luego la situación cambió nuevamente, ya que nuestro padre decidió entregar el dinero prometido a su hijo menor.

Lo que no esperaba era que mis hermanos hablaran de mí a mis espaldas, diciendo que yo había quemado el libro contable del anciano, implicando así que me había quedado con su dinero. Las sospechas y habladurías a mis espaldas me perturbaron profundamente, y quedé completamente atrapada en el sufrimiento. Mi padre ya no podía ocuparse de sus asuntos, y no podía contárselo a mi esposo por miedo a provocar un conflicto, así que lo soporté sola.

Un día, una practicante mencionó una de las enseñanzas de Shifu.


Shifu dijo:


“Algunos a quienes has curado ni siquiera te comprenden; tú le arrancas una cantidad de cosas malas de su cuerpo cuando tratas su enfermedad y lo curas hasta cierto grado, solo que en ese momento no necesariamente hay mejoras visibles. Pero dentro de su corazón él no está contento y ni te agradece, ¡tal vez incluso te regañe con que lo has engañado! Justamente estos problemas hacen que tu corazón se vaya moliendo y refinando en este ambiente” (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Lo comprendí de inmediato. Deseaba tener una buena reputación entre mis hermanos, y me sentí agraviada cuando no recibí el reconocimiento que creía merecer. No debía importarme si los demás me trataban bien o mal; lo importante era cultivar verdadera benevolencia. Ya no estoy molesta, y me llevo bien nuevamente con mis hermanos.

Mi nieto me recordó recitar “Falun Dafa es bueno”

Mi nieto vino a mi casa durante sus vacaciones de verano, así que lo inscribí en algunas clases de apoyo escolar. Gastamos ese dinero, pero el resultado no fue bueno porque pasaba mucho tiempo jugando a videojuegos. Me preocupaba y me enojaba que no pudiera estudiar bien, y estaba profundamente inmersa en mi amor por él.

Un día jugó videojuegos durante mucho tiempo y se olvidó de estudiar. Me sentí muy decepcionada y lloré. El niño me susurró: “Abuela, por favor recita ‘Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’. Por favor, ten paciencia”. Me conmovió de inmediato. No supe qué decirle. Dejé de llorar.

Al mirar hacia adentro, encontré el apego al qing. ¿Por qué me sentía tan molesta? Porque mi nieto no obedecía. Entonces, ¿por qué no me sentía igual cuando los hijos de otros no obedecían? Es por mi apego al qing. ¿Tengo yo la última palabra sobre cuánto estudiará mi nieto y en qué se convertirá en el futuro? Si no la tengo, ¿por qué estoy tan ansiosa? Además, todavía es un niño. Debo ser paciente y amable con él. Entonces, ¿cuál es la mejor manera de tratar a los niños? Solo si los niños comprenden los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia podremos actuar de forma más correcta y racional.

Comprendí que el entorno que tenía delante era para mi cultivación, y que el comportamiento del niño era para ayudarme a mejorar mi xinxing.

Mientras el niño estuvo con nosotros, mi esposo y yo nos esforzamos por estudiar el Fa con él todos los días y corregirlo poco a poco. Ahora que ha regresado con sus padres, creo que las frases “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” han echado raíces en su corazón.

Palabras finales

Lo anterior son mis propias experiencias de cultivación. Al escribir este artículo, obtuve una nueva comprensión: cuando durante un conflicto sientas en tu corazón mucha dificultad y sufrimiento, debes salir de ello; es el yo falso el que está sufriendo. El verdadero yo está compuesto de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, ¿cómo podría sufrir?

Todo ha sido creado para la cultivación, por lo tanto, debemos estar agradecidos.