​Dos experiencias asombrosas de una practicante de Dafa de ochenta años

(Minghui.org) Soy una mujer de unos 80 años que practica Falun Dafa desde 1999. En los últimos 25 años de cultivación, llegue tan lejos gracias a la protección compasiva de Shifu. Me gustaría compartir dos experiencias recientes asombrosas.

Un día del invierno pasado, al trepar a un pequeño taburete para subirme a la cama, se me debilitaron las piernas y me caí. Derribé una pesada silla de metal que estaba a mi lado, me golpeé la cabeza y no pude moverme.

Tendida en el suelo, me dije rápidamente: “Shifu me está cuidando. Estoy bien”. Me levanté y seguí con mi día. Todo iba bien. Tengo más de 80 años y me caí muy fuerte, pero no me lastimé en absoluto. Sé que Shifu me protegió. Dafa es maravilloso.

Una noche del invierno pasado, llegué a casa y estaba a punto de encender la luz cuando tropecé accidentalmente con un montón de carbón y me caí. Mi bisnieto estaba tan asustado que no paraba de decir: "¡La abuela se cayó! ¡La abuela se cayó!".

Respondí: “La abuela está bien. Creo que Shifu me ayudará”.

Me golpeé la cabeza con el travesaño de la puerta y me dolió muchísimo. Me levanté y entré a la casa. Sentí que la sangre me corría por la cara. Sangraba por un corte profundo en la coronilla. Mis hijos, asustados, vinieron a ayudarme a limpiar y vendar la herida. Les dije: “No se preocupen. Estoy bien. La hemorragia parará pronto”. Pensé que con Shifu y el Fa, estaría bien. La hemorragia, en efecto, se detuvo al cabo de un tiempo. La herida sanó en cuatro o cinco días y no sentí ningún dolor.

Esta es la maravilla de Dafa que he experimentado. Sabía que Shifu había sufrido por mí. Tengo más de 80 años. Si no hubiera practicado Falun Dafa, las consecuencias habrían sido desastrosas. Quien pueda obtener Falun Dafa es el más bendecido. No dejemos pasar esta oportunidad única.