​Un prolongado conflicto se resuelve después de ver Shen Yun

(Minghui.org) Fui directora de servicios de orientación en una escuela de arte. Quiero compartir con ustedes una historia conmovedora que viví.

Una vez, después de una reunión de padres y maestros, un hombre alto se me acercó lentamente. En voz baja, me dijo: "¿Puedo hacerte una pregunta?". Respondí: "Claro, adelante".

Conflicto entre padre e hijo

Me contó que hace dos años, su hijo Hao estaba en primer año de preparatoria. Tuvieron una discusión verbal y Hao le contestó irrespetuosamente. Estaba molesto con su hijo y le dijo que le daría una bofetada si volvía a responderle así. Su hijo estaba pasando por un momento de rebeldía e inmediatamente le contestó, y recibió la bofetada. Hao lo miró fijamente y salió de la habitación sin decir una palabra. Desde entonces, su hijo no le dirigió la palabra.

Solo tiene un hijo y dedicó su vida a trabajar duro y alcanzar el éxito profesional para sentar las bases de su hijo. Lo adoraba y creía que no debería tratarlo así. Incluso cuando se cruzaban, su hijo lo ignoraba, lo cual le rompía el corazón. Durante más de dos años, su hijo siempre le pide a su madre que le trasmita sus mensajes. Cuando intenta hablar con él, Hao siempre le daba la espalda.

Dijo: “Señora Dong, tengo mucho dolor y no sé cómo solucionarlo. Por favor, ayúdeme”.

Buscando una solución

Pensando que no se había formado un metro de hielo en un día y que su relación llevaba mucho tiempo fría, sugerí: "¿Podrías darme un tiempo? ¿Qué tal si le dedico un rato por la mañana ayudándole con alguna tutoría, tal vez un año?". Él dijo: "¡De verdad que no puedo esperar un año! Ya llevo más de dos años sufriendo este dolor".

“De acuerdo, hablaré con él en la clase nocturna. ¿Qué tal seis meses?”. “Señora Dong, no puedo esperar ni un mes; ni siquiera una semana me resulta soportable”.

Le entregué un folleto de una próxima función de Shen Yun y le sugerí que llevara a su hijo y a su esposa a ver el espectáculo. Parecía desconcertado, con los ojos abiertos, como si preguntara: "¿Esto servirá de algo?". Le dije: "A veces usamos arte-terapia en nuestras sesiones de terapia. Su hijo está aprendiendo a tocar el violonchelo, así que esta función podría beneficiarlo. Sin embargo, no puedo garantizar resultados inmediatos, pero espero que le sea útil".

Finalmente, compró tres entradas para Shen Yun. Como su hijo llevaba mucho tiempo sin hablarle, él fue en coche mientras su esposa y su hijo tomaban un taxi.

El entorno familiar mejora

Después del espectáculo, les dijo a su esposa e hijo: "Los llevo a casa". Hao, obediente, lo siguió hasta el coche. Después de que todos subieron, su hijo, que iba en el asiento trasero, preguntó: "Papá, ¿ya comiste?".

Poco después, el padre me llamó y me contó la historia: “Señora Dong, se me saltaron las lágrimas. Hao llevaba mucho tiempo sin hablarme, y en cuanto lo hizo, se preocupó por si había comido. En ese instante, el malestar y el dolor de los dos últimos años se desvanecieron en un instante”.

Me alegré mucho por ellos. Continuó diciendo que, además, Hao se volvió muy comprensivo; antes, cuando su madre cocinaba y le pedía que comiera, no se movía, pero ahora, cuando la ve limpiar, toma la iniciativa para ayudar; y cuando su madre cocina, va a la cocina a ayudar a lavar las verduras y el arroz. Hao ha cambiado muchísimo.

Me preguntó: “¿De qué se trata todo esto?”. Le respondí: “No lo sé, hablaré con él”.

La historia de “Partir la montaña para salvar a su madre” resolvió nudos emocionales

Más tarde, tuve tiempo para hablar con Hao. Me dijo: “El programa de Shen Yun estuvo genial, pero la historia que me hizo llorar fue la de la 'Montaña Partida”.

Dijo que Shenxiang, en esta historia, cuya madre era una diosa celestial, descendió a la tierra y se casó con su padre, lo cual violó las reglas celestiales, por lo que fue capturada por los soldados celestiales y encerrada en una cueva. Su tío, Erlang Shen (un noble y poderoso dios guerrero), usó una gran roca para sellar la entrada de la cueva. Shenxiang entrenó incansablemente día y noche para salvar a su madre, sin importar el cambio de estaciones. Al ver esto, Hao reflexionó: “Shenxiang conoce la piedad filial a tan temprana edad, pero ¿y yo?”.

Tras completar su entrenamiento, Shenxiang fue a buscar a su tío con la esperanza de que liberara a su madre. Sin embargo, su tío tenía su misión y se negó a dejarla ir. Durante la batalla, aprovechó una abertura momentánea y usó su hacha divina para partir la gran roca que bloqueaba la entrada de la cueva.

Hao dijo: “En ese momento, la pesada piedra en mi corazón también desapareció. Siempre supe que estaba equivocado, pero no me atreví a admitirlo ante mi padre, lo que me entristeció mucho. Sin embargo, cuando vi cómo la piedra se partía, sentí que también podía soltarlo todo. No se me ocurrió nada más que decir, así que le pregunté a mi padre: “Papá, ¿ya comiste?”.

Observaciones finales

Todos sabemos que los conflictos familiares suelen ser difíciles de resolver, pero este padre y su hijo resolvieron este prolongado conflicto mediante una actuación artística. Esperamos que más personas vean Shen Yun y se beneficien.