(Minghui.org) Después de leer un artículo en Minghui.org que comparte experiencias sobre cómo aclarar la verdad con celulares, lo reflexioné mucho y creo que este enfoque ya no es una buena manera de hablar sobre Dafa.

Muchos practicantes en China han dejado de usar métodos convencionales para aclarar la verdad y han optado por el uso de celulares. Al principio, esto ayudaba a quienes no salían a aclarar la verdad por miedo a ser perseguidos. Posteriormente, estos practicantes desarrollaron un fuerte apego a sus celulares y a la comodidad. No existe una técnica infalible para eliminar los apegos que una persona esconde tras su miedo. Al usar celulares, estos practicantes lograron ocultar sus apegos y terminaron creyendo que podían aclarar la verdad sin trabajar, sufrir ni reflexionar demasiado.

Después de ver lo que se hacía en China, muchos practicantes fuera de China comenzaron a usar celulares para aclarar la verdad. Hasta donde sé, las iniciativas que implican llamadas telefónicas pueden ser muy costosas y están desapareciendo lentamente debido al bloqueo del PCCh.

Enviar mensajes cortos también es caro. He preguntado a quienes aclaran la verdad mediante mensajes de texto por celular qué tan rentable es. Dicen que es caro enviarlos y que hay poca respuesta. Pero se mantienen a la defensiva y afirman que seguirán haciéndolo, aunque eso signifique que solo una persona se salve. En realidad, otros no pueden hacer mucho, ya que gastan su propio dinero o encuentran gente dispuesta a pagar el proyecto.

Una de las cosas que hacen es colar mensajes en los teléfonos de desconocidos a través de Bluetooth. Esto suele provocar reacciones negativas en quienes los reciben. Es similar a cuando alguien te mete volantes en el bolso sin que estés mirando. Una persona común me contó una vez que encontró varios volantes de Falun Dafa en su bolsa de compras cuando visitó un destino turístico. No tenía ni idea de quién los puso allí ni cuándo. Se sintió ofendido y dijo que la próxima vez estará más alerta al pasearse si ve practicantes cerca.

A menudo, nuestras intenciones son buenas, pero nos imponemos a los demás. Olvidamos considerar cómo percibirán nuestras acciones y si las aprobarían. Con el tiempo, el público en general puede empezar a albergar opiniones negativas sobre Falun Dafa, lo que nos dificulta aclarar la verdad.

Además, existe una falta de control de calidad en los mensajes de texto y multimedia enviados por teléfono móvil. Algunos son deficientes, otros son muy agresivos y otros contienen información inadecuada para quienes no son practicantes.

Cuando cada vez es más difícil que los mensajes de teléfono ayuden a aclarar la verdad, necesitamos indagar en nuestro interior, reflexionar y descubrir nuestros problemas. En lugar de defender lo que hacemos, deberíamos examinar los resultados y las consecuencias reales de esos esfuerzos, porque esto es parte de nuestra cultivación.