​Mi indómito hijo cambió

(Minghui.org) Mi hijo era travieso y estaba lleno de ideas cuando era chico. Tuvo una fuerte influencia en sus compañeros, muy similar a mi hermano menor cuando era joven. Desde el jardín de niños hasta la escuela primaria, para los maestros fue un niño difícil de manejar. Tenía una gran imaginación y a menudo enseñaba a otros niños a jugar juegos peligrosos. Con frecuencia, después de la escuela, varios padres esperaban para quejarse conmigo. En ese tiempo, su padre trabajaba en otra ciudad, lo que resultó en que yo estuviera exhausta y sin sentirme segura de cómo manejar al niño. Con frecuencia mi hijo era castigado por el maestro y sufría mucho. Estuve ansiosa por muchos años.

De hecho, mi hijo es bondadoso por naturaleza, pero tiene exceso de energía y poco autocontrol. Traté de encontrar una manera adecuada de guiar el desarrollo de mi hijo. Leí algunos libros sobre psicología infantil. También aprendí de los errores que cometieron mis padres y maestros al educar a mi hermano menor.

En un esfuerzo por guiar a mi hijo, promoví su gusto por los deportes, le contaba muchas historias y fomentaba su interés por la lectura. Esto le permitió lograr ciertos resultados, pero al mismo tiempo, otro problema apareció: Copiaba todo lo que aprendía. Por ejemplo, después de leer la historia del emperador Qin, llevó a toda la clase a jugar: "unificar los seis reinos", y toda la clase estaba sumida en el caos ya que grupos de niños luchaban entre sí. Había un sinfín de problemas que resolver todos los días, y a menudo, yo perdía la paciencia, le gritaba y le daba nalgadas. En un tiempo, nuestra relación fue muy tensa.

Justo en este difícil tiempo, tuve la suerte de aprender Falun Dafa. Me di cuenta de que el apego a mi hijo era demasiado fuerte y tenía el efecto contrario en nuestra relación. Después de entender mi problema, hablé con mi hijo sinceramente. Le ofrecí mis disculpas y le dije que de ahí en adelante, usaría Verdad,  Benevolencia y Tolerancia para manejarme, y le pedí que me supervisara y me lo recordara.

Yo escuchaba todos los días en casa, las grabaciones de las conferencias de Shifu en Jinan. Mi esposo y mi hijo también escuchaban, pero yo no lo sabía. Una vez, mi hijo dijo: "Madre, regresa la cinta". Le pregunté por qué. Él dijo: "Todavía no he entendido la parte de la cultura prehistórica". Resultaba que había estado escuchando todo el tiempo.

Mi hijo tiene pocos obstáculos para entender Dafa y cree mucho en las enseñanzas de Shifu. Cuando estuvo en el primer año de la escuela secundaria, reunió a varios hijos de practicantes de Falun Dafa en su clase y les dijo: "Somos hijos de practicantes y en el futuro debemos ser diferentes a los demás".

Cuando estaba en el tercer año de secundaria, un día me dijo: "Madre, ¿recuerdas cómo me tratabas antes de comenzar a practicar Falun Dafa?" Le dije: "¡Sí, si no fuera por Dafa, nos habríamos convertido en enemigos hace mucho!".

Desde que empecé a practicar Dafa, mi hijo se ha mantenido sano. Nunca ha estado en el hospital. Medía 6 pies de altura (1.8 m) cuando ingresó a la escuela secundaria. Un día tuvo fiebre alta. Creía firmemente que su madre era practicante de Falun Dafa y que ella tenía energía, así que me pidió que durmiera a su lado. Y en efecto, estaba bien al día siguiente.

Después de que empezara la persecución en 1999, mi hijo nunca dudó ni vaciló en su creencia en Dafa. Cada vez que yo lo necesitaba para esclarecer la verdad, él me apoyaba y ayudaba plenamente. También aclaró la verdad a sus compañeros de clase y amigos, y los persuadió para que renunciaran al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles.