(Minghui.org) Me sentía feliz por aquellos practicantes cuando leía sus artículos de cultivación o escuchaba que habían encontrado sus apegos fundamentales. Pero cuando leía las enseñanzas de Shifu sobre cómo eliminar los apegos fundamentales, me preguntaba cuáles eran los míos.
Comencé a practicar Falun Dafa porque quería mejorar mi salud y curar mis enfermedades. Siempre pensé que éste era mi apego fundamental. He practicado durante más de 20 años, pero todavía no podía encontrar mis apegos fundamentales, aunque sentía que era egoísta y egocéntrico.
La tarde del 4 de marzo de 2025, después de terminar las tareas domésticas y comer, ya eran las 16:30. Continué recitando el párrafo del Fa que memoricé el día anterior. Recité con todo mi corazón y pude sentir el Fa entrar en los microcosmos de mi cuerpo.
A las 6 de la tarde, envié pensamientos rectos durante media hora y luego continué recitando el Fa. Cuando recité: «Muchas personas entraron a nuestro sitio de xiulian albergando corazones de perseguir». (Segunda Lección, Zhuan Falun) me pregunté: ¿Qué apego tenía yo cuando empecé a cultivarme?
En ese instante Shifu me iluminó y me di cuenta de que por fin había escapado del mar de sufrimiento. Pensé: mi deseo de no sufrir era mi apego fundamental. Tan pronto como tuve esta comprensión sentí que las capas de mi cuerpo eran golpeadas por algo parecido a las ondas de choque de la explosión de una bomba atómica. Sentí como si una gran fuerza hubiera abierto dos grandes puertas. La sensación fue muy intensa. Junté mis manos y me sentí sumamente agradecido a Shifu.
Cuando miré el reloj, eran las 6:50 p.m. Me tranquilicé, pero esta sensación continuó durante unos minutos. Entonces me di cuenta: ¡Eso era el egoísmo y el interés propio del viejo cosmos, como el granito, siendo volado y destruido desde la superficie hasta el nivel microscópico!
Después de enviar pensamientos rectos a las 7 de la tarde, continué recitando el Fa. La sensación de que las capas de mi cuerpo recibían el impacto continuaba, pero no era tan fuerte como antes.
Cuando busqué mi «yo» egoísta y egocéntrico, no lo pude encontrar. Busqué más profundamente y encontré mi verdadero yo. Mi verdadero yo estaba en Dafa. Ese sentimiento era real.
También me di cuenta de que, si no fuera por el compasivo Shifu, quién me señaló mi apego fundamental, ¿no estaría usando Dafa para escapar del mar de sufrimiento? ¿acaso no es esto ser egoísta? ¿No es esto exactamente lo mismo, que las viejas fuerzas queriendo usar la rectificación del Fa de Shifu para lograr sus propios objetivos egoístas? ¡Es terrible! ¡Me di cuenta de que no poder encontrar mi apego fundamental equivalía a destruirme a mí mismo y a los seres conscientes!
Al mismo tiempo comprendí que aquellas cosas que son egoístas y egocéntricas fueron arregladas por las viejas fuerzas. La rectificación del Fa del mundo humano está a punto de comenzar. En este importante momento histórico, necesito encontrarme a mí mismo, cultivarme bien, negar completamente todo lo arreglado por las viejas fuerzas y usar una gran compasión para cumplir mi voto prehistórico y salvar a más seres conscientes.
Considero lo que he experimentado hoy como otro nuevo punto de partida en mi cultivación. Como partícula del Fa, todo lo que hago, digo y pienso debe basarse en proteger a Shifu, salvaguardar Dafa y ayudar a Shifu a rectificar el Fa y salvar a los seres conscientes. Realmente debo poner el Fa en primer lugar. En la cultivación verdadera, debo tomar los principios de Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia como mi código de conducta, examinar cada pensamiento y acción, y ver si es para los demás o para mi propio beneficio, y finalmente debo asimilarme a Dafa.
A partir de las 8 de la tarde, envié pensamientos rectos durante una hora. Ofrecí incienso a Shifu con un corazón de agradecimiento e hice reverencia a Shifu por haberme salvado compasivamente. Shifu, ¡ha trabajado duro!
Después, tomé papel y bolígrafo, y a las 23.20 terminé el primer borrador de este artículo. Todavía podía sentir el impacto en lo extremadamente microscópico de mi cuerpo.
Escribí este artículo para expresar mi gratitud a Shifu y para compartir mi experiencia de cultivación con los compañeros practicantes.
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