(Minghui.org)Uno de nuestros lectores nos envió una carta describiendo lo que vio en sus sueños: cómo el Partido Comunista Chino (PCCh) utiliza a los practicantes de Falun Gong para probar sus armas biológicas en laboratorios subterráneos.

El PCCh inició la persecución a los practicantes de Falun Gong en julio de 1999. En los últimos 26 años, los practicantes han sido encarcelados y torturados, y muchos han muerto como consecuencia de ello. Lo que sigue es el relato del lector sobre lo que vio en sus sueños.

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Cuando estalló la pandemia de COVID-19, hace cinco años, soñé con un laboratorio de armas biológicas dirigido por militares debajo del Instituto de Virología de Wuhan. Se hacían experimentos bioquímicos con personas vivas, la mayoría practicantes de Falun Gong y algunos estudiantes universitarios desaparecidos.

En sus pruebas, el personal descubrió que la carne de los practicantes de Falun Gong, una vez extraída, no moría y era capaz de protegerse de los virus. Vieron este fenómeno sólo en los practicantes de Falun Gong, y continuaron realizando crueles experimentos con ellos. En mi opinión, el personal ya no tiene conciencia.

Poco después de que tuviera ese sueño, un informador habló con medios de comunicación de fuera de China y sacó a la luz el laboratorio militar clandestino de Wuhan.

En otro sueño vi una ciudad bajo una zona militar restringida rodeada de agua en el distrito de Chanyang, Beijing. La ciudad subterránea era en realidad un enorme laboratorio militar, en el que se sustraían órganos de seres humanos vivos y se desarrollaban armas biológicas.

Después de despertarme, conduje hasta el distrito de Chaoyang y busqué la zona militar restringida basándome en lo que había visto en el sueño. No podía creerlo: cuando la encontré, era exactamente igual a lo que había visto en el sueño. Nunca había estado en ese lugar.

El PCCh tiene muchas bases subterráneas, y he visto algunas de ellas en mis sueños. Una de ellas se encuentra bajo Qinling (montañas Qin), en la provincia de Shaanxi. Una de las entradas a esa base se encuentra en lo profundo del bosque entre el distrito de Chencang y el condado de Taibai en la ciudad de Baoji. Hay policías armados apostados en lugares encubiertos a unos diez kilómetros de la entrada, y disparan a quien se acerca a la zona.

Dentro de la base subterránea hay un laboratorio de armas biológicas donde los practicantes de Falun Gong son utilizados como cobayas vivas. La magnitud del mal que vi superaba la comprensión humana, y aquel lugar era un infierno en la tierra.

En una ocasión, un amigo y yo hablamos de la base militar clandestina de Qinling y me contó un secreto. Dijo que uno de sus parientes era el jefe de una división de la policía armada. Un día, el pariente cortó repentinamente el contacto con todos sus familiares durante casi dos años. Cuando regresó, no dijo a nadie adónde había ido ni qué había hecho en su ausencia. Muchos años después habló un poco de lo que hizo mientras estuvo desaparecido. Le ordenaron vigilar una base militar subterránea utilizada para pruebas de armas biológicas en humanos. No se le permitía tener teléfono móvil ni contacto alguno con el mundo exterior. Después de la misión, tuvo que firmar un acuerdo de confidencialidad.

También he visto en sueños cómo a los practicantes de Falun Gong les arrancan los órganos en vida. La rabia y la pena que sentí aún me persiguen. Para mí, en apariencia, el PCCh es un partido político, pero en realidad es un demonio.

Nota del editor: En la antigua China había muchas historias sobre personas cuya conciencia salía de sus cuerpos mientras dormían o meditaban, y veían cosas en otras dimensiones o en otros lugares de este mundo. Más tarde, sus almas regresaban a sus cuerpos y contaban a otros sus experiencias.

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan típicamente la percepción de un individuo en un punto en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.