(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 2014, aunque había oído hablar de la práctica unos años antes. Al mirar hacia atrás en estos diez años de cultivación, siento un profundo agradecimiento por las experiencias vividas y me gustaría compartir algunas con otros practicantes.

En 2015 empecé a trabajar como cuidadora de una mujer de 87 años postrada en cama. La cuidé con todo el corazón y, en el proceso, pude soltar el egoísmo y me comporté según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Su familia reconoció mis esfuerzos, y nos llevamos muy bien.

Poco tiempo después, sin razón aparente, desarrollé miedo a la muerte. El pensamiento “¡Me voy a morir!” apareció de repente en mi mente. Me asusté tanto que me sentí débil y no podía moverme. Llamé a mi hermana y le pedí que viniera a ayudarme a cocinar y alimentar a la anciana.

Este miedo persistió durante medio año, incluso surgía mientras hacía la meditación sentada. Me colapsaba inmediatamente. Intentaba negar ese yeli de pensamiento tan pronto como me atacaba: “¡No voy a morir! Tú morirás”, y enviaba pensamientos rectos para eliminarlo. Con el tiempo, el pensamiento se fue desvaneciendo y mi condición mejoró un poco.

Sin embargo, la idea seguía apareciendo de vez en cuando. Llegó al punto de que, cada vez que escuchaba a alguien hablar sobre un funeral, me aterraba; no soportaba oír nada relacionado con la muerte. Pero me propuse superar esa mentalidad.

Para lograrlo, tenía que estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos con más frecuencia. Pero con mi trabajo de cuidadora no podía hacerlo. Así que decidí renunciar. Cuando le dije a la familia que quería dejar el trabajo, hicieron todo lo posible para retenerme. Sin embargo, decidí irme porque no quería que malinterpretaran mi situación.

Seis meses después, conseguí otro trabajo como conserje en una fábrica de engranajes. El trabajo era sencillo y repetitivo, así que podía recitar los poemas del Shifu de Hong Yin, Hong Yin IIHong Yin III durante mis descansos.

Como acababa de empezar a practicar y no llevaba mucho tiempo estudiando el Fa, el miedo seguía atacándome de vez en cuando. Cuando lo hacía, no sabía qué más hacer, así que simplemente escribía: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. A veces escribía estas frases en lugares públicos con un solo pensamiento en mente: “Ayudar a más personas a saber que Falun Dafa es bueno para que puedan recibir la salvación de Dafa”.

Salía de casa cada vez que el miedo me atacaba, incluso en medio de la noche. Recitaba las frases mientras caminaba, y mi mente se calmaba en el proceso. A veces caminaba dos o tres li (1 li = 0.5 km). Al recordarlo, comprendo que Shifu me estaba dando pistas y me ayudó todo el tiempo.

A medida que seguía estudiando el Fa, entendí que ese “miedo a la muerte” era una sustancia, y que las viejas fuerzas lo usaban para perseguirme; querían arrastrarme hacia abajo. Ese “miedo a la muerte” era una forma de yeli de pensamiento, y venía con los principios del viejo universo, que se basan en el egoísmo. Se alimenta cuando nuestra mente no es recta y se desintegra cuando uno se vuelve recto.

Comprendí que el hecho de salir a escribir las frases era para ayudar a las personas a entender la verdad sobre Falun Dafa y recibir las bendiciones de Dafa. Y como era un acto recto en beneficio de los demás, ¡las viejas fuerzas no se atrevían a interferir!

Cuando compartí mi situación con otros practicantes, señalaron que mi “miedo a la muerte” mostraba que me faltaba fe firme en Shifu y en Dafa.

También descubrí que tenía otros apegos, como al afecto familiar y a llevar una vida cómoda. A través de la lectura del Fa y del intercambio con compañeros practicantes, entendí que Shifu ha eliminado nuestros nombres del infierno; ya no estamos bajo el control de los Tres Reinos, sino solo bajo Dafa.

Entonces, ¿por qué tenía miedo a la muerte? ¿Y por qué me colapsaba cada vez que surgía el pensamiento “me voy a morir”? ¿Qué lo causaba? Seguí mirando hacia adentro en busca de una razón.

Estudié el Fa, me cultivé según los principios del Fa y envié pensamientos rectos para eliminar la interferencia y rechazar la persecución. Mientras limpiaba mi campo dimensional, envié este pensamiento: “Soy discípula de Shifu. Solo sigo su arreglo. No quiero ni reconozco ningún otro arreglo. ¡Quiero eliminar todos los factores de miedo impuestos por las viejas fuerzas!”

Entonces recité la fórmula del envio de pensamientos rectos, y mi campo dimensional se despejó. Al seguir haciéndolo, mi “miedo a la muerte” se fue debilitando más y más, y ahora ha desaparecido por completo. ¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!

Shifu me ha estado protegiendo y fortaleciendo. También me dio la inspiración de escribir “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” cuando el miedo me atacaba. Mientras escribía estas frases, eliminé esa mentalidad y rompí la persecución de las viejas fuerzas.

Ahora me cultivo con una fe firme en Shifu y en Dafa, y trabajo junto con los demás practicantes para ayudar a salvar a las personas. Gracias, Shifu. Sin tu ayuda y protección en el camino, no habría llegado tan lejos. También quiero agradecer a mis compañeros practicantes por su ayuda desinteresada.