Cultivándome en medio de conflictos familiares

(Minghui.org) Mientras nos cultivamos, encontraremos muchas pruebas, conflictos y tribulaciones-especialmente dentro de nuestras familias. Como tenemos contacto cercano con los miembros de nuestra familia, naturalmente habrá más oportunidades para que surjan conflictos. Como practicante de Falun Dafa, no importa lo que encontremos, todo está arreglado por Shifu. Creo firmemente que el ambiente de cultivación mejorará mientras aprendamos bien el Fa y miremos hacia adentro cuando encontremos dificultades.

Mi hermana Yaya necesitaba a alguien para cuidar de su casa, así que la ayudé. Sin embargo, trabajar con ella no fue fácil. Muchas veces me culpaba y me acusaba de hacer cosas que yo no hacía.

Cuando llegué por primera vez a casa de Yaya, me dijo cómo utilizar su equipo de fitness, pero no lo usé.

Unos días después, mi hermana me preguntó con severidad: «¿Por qué has aflojado los tornillos del aparato de gimnasia y no los has apretado; ¡qué peligroso!».

«Nunca lo he utilizado», le contesté.

Mi hermana no me creyó y gruñó: "Si tú no lo has movido, ¿quién lo ha hecho? Yo no lo he hecho. Mi hijo nunca lo toca. Si no lo moviste tú, ¿podrían haberse aflojado los tornillos solos? Los moviste y olvidaste que lo habías hecho, y todavía no lo admites. Estás realmente vieja y confundida".

Sus palabras me hirieron profundamente. Quería arremeter, pero pensé: «Necesito mantener mi xinxing; esto es una prueba». Subí las escaleras y seguí recordándome: «No caigas en la tentación de reaccionar con ira; déjalo pasar». Al cabo de un rato, me calmé.

Al día siguiente, Yaya se disculpó: "Mi hijo quería hacer ejercicio y desenroscó el equipo para ajustarlo. Pero no sabía cómo volver a colocarlo y lo dejó allí". En ese momento, ya no tuve la menor fluctuación en el corazón, como si no hubiera pasado nada.

En otra ocasión, mi hermana y yo fuimos a limpiar el pasillo de su casa de alquiler. Barrí bien el pasillo y me fui a hacer otro trabajo. Al cabo de un rato, mi hermana me preguntó: «¿Por qué no has barrido el pasillo?». Le dije que sí.

Inmediatamente me gritó enfadada: "¿Cómo que no lo has barrido? Ven aquí y echa un vistazo. No has hecho nada. ¿Por qué dices tonterías?".

Cuando miré, vi mucha suciedad en el suelo, y me quedé desconcertada: "Lo he barrido todo. ¿De dónde ha salido todo esto?".

Yaya gruñó: "Sigues mintiendo. Dijiste que habías barrido el suelo cuando no lo habías hecho. ¿Cómo puedes mentir así? Ya no te soporto".

No discutí con ella. Pensé para mis adentros: "Shifu sabe si barrí el suelo o no. Tengo la conciencia tranquila y ella puede decir lo que quiera". Me quedé tranquila e impasible.

Después de barrer de nuevo el pasillo, me fui a trabajar en otras cosas. Volví más tarde y vi a Yaya en el pasillo.

Me miró y dijo, avergonzada: "Hay otra capa de suciedad en el suelo. No es que no la hayas barrido. Son partículas de vidrio que se han desgastado y caído". Sonreí. Pasé otra prueba así de rápido.

Tuve la misma experiencia unas cuantas veces más. Cada vez que me agraviaban, pensaba: «Soy una discípula de Dafa». Me recordaba a mí misma que debía permanecer impasible por razones triviales, pasara lo que pasara. Nada ocurre por casualidad. Si puedo permanecer verdaderamente impasible durante la cultivación, todas las interferencias se disolverán.

Cuando de repente surgía un conflicto, no discutía con Yaya. Sólo le explicaba un poco. Después, ella se arrepentía y me pedía disculpas. Pero la vez siguiente, volvía a ofenderme y luego se disculpaba; esto se repetía varias veces.

A veces me sentía triste porque mi hermana solía ser muy amable conmigo. Ahora parecía otra persona. A veces, cuando mi hermana se ponía irrazonable y gritaba, yo le decía que me iría, y ella empezaba a llorar, diciendo que no la entendía y que era desconsiderada. Cuando mis lágrimas empezaron a brotar, seguí recitando la enseñanza de Shifu: «... sólo teniendo el corazón sin conmover serán ustedes capaces de manejar todas las situaciones». (Eliminen sus últimos apegos, Escritura esenciales para mayor avance II)

Cada vez que mi hermana me ofendía, era capaz de mirar primero hacia dentro y permanecer impasible ante el conflicto. Soy una cultivadora, por lo que debo tratar la cultivación con seriedad. Cada vez que me sentía triste y agraviada, me decía a mí misma: «Todo está bien; Shifu dispuso esto para mejorar mi xinxing; debo permanecer impasible». Mi hermana se sentía mejor cuando veía que no me enfadaba con ella.

Después de incidentes como éste, mi hermana cambió. Me dijo: "Lo estás haciendo muy bien, actúas realmente como una cultivadora y cumples el estandar. Ahora estás más cerca de tu Shifu". Sabía que  Shifu me animaba a través de sus palabras.

Un día me dijo: "Sólo yo puedo ayudarte a mejorar. ¿Quién te hablaría así? Somos hermanas, por eso me atrevo a ser tan franca contigo. Te estoy ayudando a eliminar el yeli. Mira qué bien estás ahora. Eres diferente a antes". Estaba feliz de haber superado una tribulación tras otra y aún más agradecida por la compasión sin límites de Shifu.

Shifu me iluminó un principio en un sueño. Fuera de la pared de la casa de mi hermana, una sustancia negra parecida al carbón, de tres pisos de altura, se retiraba dejando pequeñas partículas, que yo barría con una escoba. Sé bien que Shifu ha cargado con una gran parte del yeli por mí. Mientras escribía esto, se me salieron las lágrimas. Tengo un gran Shifu compasivo. ¡Qué suerte tengo! Shifu me protege todo el tiempo y vela por mi cultivación.

Quiero cambiar mi mentalidad y considerar de verdad las tribulaciones que encuentro como pasos para mejorar. Agradezco a quienes me crean tribulaciones. Cuando me fui de casa de mi hermana, Shifu organizó un entorno de cultivación diferente para mí. Ahora tengo un entorno de trabajo más relajado y mi propia casa, lo que me da más tiempo para cultivarme. Sentí como si todo lo bueno hubiera llegado en un instante.

Cuando un día hice el ejercicio de la postura de pie, vi caracteres dorados que deletreaban parte de una frase de una de las enseñanzas de Shifu: «... porque somos cultivadores, personas cuyos cuerpos están en el mundo secular pero cuyas mentes están más allá de él». (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Manhattan, 2005, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. V). Entiendo que como discípulos de Dafa, debemos cultivarnos bien sin importar las circunstancias. Ésta es también la mejor manera de devolver a Shifu lo que ha hecho por nosotros.

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan típicamente la percepción de un individuo en un punto en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.