(Minghui.org) En mi cultivación, a menudo no sabía cómo y cuándo buscar en mi interior mis apegos. Además de la ayuda de Shifu, he tenido un buen ambiente de cultivación que me ha ayudado a superar las tribulaciones. Los practicantes de mi grupo de estudio del Fa hablan de todo, desde la vida cotidiana hasta cuestiones de cultivación. También señalamos amable y directamente las nociones de los demás y nos ayudamos mutuamente a mejorar en nuestros caminos de cultivación.
Hace dos años, sobreviví a un grave ataque de yeli de enfermedad. Luego, el pasado agosto, en casa de mi hija, de repente sentí náuseas y empecé a vomitar, los mismos síntomas que tuve dos años antes, cuando estuve a punto de morir. Rápidamente envié pensamientos rectos y recordé lo que dijo Shifu sobre las ilusiones. Intenté negar el malestar y pensé: «No lo quiero. Desaparece ahora». Ayudó un poco, pero no mucho. Durante los días siguientes el dolor me mantuvo despierta toda la noche.
Fang, una practicante, me dijo que el yeli de enfermedad aparece como recordatorio para que el cultivador mejore su xinxing. Estuve de acuerdo, y trabajamos juntas para encontrar mis nociones y apegos.
Envidia
El día anterior, cuando estudiamos juntas el Fa, le dije a Tong que a menudo me picaban los mosquitos. Ella me dijo que se cultivaba bien, por lo que los mosquitos rara vez la picaban. No me gustó lo que dijo y respondí: «Así es, tú te cultivas bien».
Le dije a Fang que algo iba mal en lo que había dicho, pero no estaba segura de qué. Me dijo que yo era sarcástica y envidiosa. Me hizo pensar que, aunque no creía que Tong se cultivara bien, llevaba años aclarando la verdad cara a cara en la calle casi todos los días, algo que yo no podía hacer. Estaba decidida a eliminar mi envidia.
Cultivo mis propias verduras para mi familia
Como en mi familia no practican Falun Dafa, quería asegurarme de que comían bien y se mantenían sanos. Me había centrado en montar cajas y comprar tierra y semillas para cultivar mis propias verduras. Hace poco me enteré de que habían expropiado las tierras de uno de mis parientes, así que fui a su casa por raíces de puerro para poder cultivarlas en casa. Al día siguiente me salté el estudio del Fa porque estaba ocupada replantando las raíces. Ese día me enfermé en casa de mi hija.
Me di cuenta de que la enfermedad me había vuelto porque había descuidado el estudio del Fa. Fang dijo: «Planeaba hablar contigo sobre eso. Últimamente hablas mucho de cultivar verduras. La pereza en el estudio del Fa es una razón, pero otra es que estás apegada a tu familia y te preocupa que puedan enfermar. No puedes controlar el destino de los demás. La gente común enferma porque tiene yeli, no por comer alimentos poco saludables».
Había despertado, y cultivar mis propias verduras ya no me parecía importante.
Apego oculto a la fama
Mi esposo es una persona amable y apoya mi práctica. Sin embargo, a menudo le criticaba y juzgaba. Por ejemplo, no me dejaba lavarle los pantalones aunque los llevara puestos muchos días. Me quejé de él a Fang, y ella me dijo que era su forma de ser y que no era para tanto y que le dejara en paz.
Lo que dijo me pareció razonable, pero no podía dejarlo pasar. Al verme alterada, Fang me preguntó qué tenía que ver conmigo su ropa sucia. Le dije: "Nada. solo me preocupa que los demás piensen que soy demasiado perezosa para lavarle la ropa".
Ella se rió: «Tú lo has dicho: es tu cara la que quieres salvar. Estás apegada a la fama». Yo también me reí.
Todos los apegos que encontramos provenían de mi egoísmo. Después de soltarlos, mis problemas de salud desaparecieron.
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