(Minghui.org) El 25 de mayo de 2024 vi a un conocido y me pidió material para aclarar la verdad. Le di tres folletos junto con el artículo de Shifu Porqué existen los seres humanos.

Más tarde me dijo que la policía local nos vio y le quitó los materiales. Tomé un autobús para volver a casa, pero cuando llegué a la puerta de mi casa, unos agentes de civil, que me habían estado siguiendo, me detuvieron. Me acusaron de distribuir materiales de Falun Dafa y registraron mi bolso. Llegaron cuatro agentes más, me obligaron a subir a una patrulla y me llevaron a estación de policía.

Aclarando de la verdad en la estación de policía

Envié pensamientos rectos y aclaré la verdad a la policía. Les dije que no persiguieran a Falun Dafa, porque los practicantes siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser buenas personas. Les dije que la Administración General de Prensa y Publicaciones de China había levantado la prohibición de publicar libros de Falun Dafa, por lo que eran publicaciones legales y, por tanto, los materiales de esclarecimiento de la verdad también lo eran. Les hablé de la caída del Muro de Berlín, de los juicios a los soldados que dispararon contra civiles y de que levantar un arma sólo un centímetro más podría haberlo cambiado todo. También hablé de Jiang Zemin, empezando por cómo ordenó la persecución y qué ocurrió con los cuadros de alto rango Zhou Yongkang, Bo Xilai y Li Dongsheng, que cumplieron las órdenes de Jiang.

Cuando la policía dijo que quería registrar mi casa, les dije: «No deben hacer eso en absoluto. Allanar una residencia privada es ilegal». Dijeron que podían emitir una orden de registro. Les dije: «Eso es aún peor. Sus nombres aparecerán en ella, y cuando Falun Dafa sea reivindicada, eso servirá como prueba de sus crímenes». Envié pensamientos rectos y pedí a Shifu que ayudara a estas personas y las salvara.

Me trasladaron a la estación de policía de la zona donde estaba registrada mi casa. Un oficial llamado Pang dijo que me conocía y me dijo: «Si crees que Falun Dafa es bueno, practica en casa. ¿Para qué distribuir materiales? Si te detienen, perderás hasta el sueldo». Me dijo que volviera el lunes 27 de mayo y trajera mi carnet de identidad. Le dijo a una empleada de la comunidad que me acompañara a casa.

En el camino de vuelta, le aclaré la verdad a la empleada. Me dijo: «Todos sabemos que Falun Dafa es bueno, pero el Partido Comunista Chino (PCCh) nos ordena detener a los practicantes. No tenemos elección». Le dije: «Trata amablemente a los practicantes y recibirás bendiciones. Recuerda, Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Ella estuvo de acuerdo.

Mirando hacia dentro

El oficial Pang dijo que me conocía, pero yo no le reconocí. Me di cuenta de que hace nueve años, después de que presentara una demanda contra Jiang Zemin, un oficial de la estación de policía me llamó y me preguntó si practicaba Falun Dafa. Respondí que sí. Entonces me dijo lo mismo: «Si crees que es bueno, sólo practica en casa. No distribuyas folletos». Podría haber sido él. 

Cuando fui a la estación de policía el lunes, confirmé que efectivamente era el oficial Pang.

Le dije: «Realmente tenemos una conexión predestinada. Después de que habláramos hace nueve años no volviste a acosarme. Durante el Año Nuevo pensé en ti y te deseé lo mejor. Espero que recuerdes que Falun Dafa es bueno, y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Cuando trates amablemente a los practicantes, el cielo te concederá bendiciones y paz. Te deseo buena fortuna». Sonrió y dijo: «Tu hogar está actualmente registrado en mi estación; sin embargo, de acuerdo con tu dirección, no deberías estar bajo mi jurisdicción. Deberías trasladar el registro de tu hogar a la estación de policía de ese distrito».

Como hacía nueve años que no me acosaba, no quise trasladarme. Le pregunté: «Si me traslado, ¿me denunciarás a esa estación de policía y me perseguirán?». Me contestó: «No, no diré nada al respecto, ya que no he abierto ningún expediente contra ti. Pero si no te trasladas y luego se enteran, me harán responsable».

Pensé que debía tener consideración con él y transferirme. Pero cuando lo hablé con los demás practicantes, todos me dijeron que debía aclararle la verdad en vez de trasladarme. Sin embargo, cuando le llamé, insistió firmemente en que tenía que trasladarme. Me había retenido la tarjeta salarial y me dijo que sólo me la devolvería cuando hubiera completado el traslado.

Los otros practicantes me aconsejaron que mirara hacia dentro. Cuando lo hice, encontré muchos apegos: miedo, celos, arrogancia, resentimiento y más.

Algunos practicantes me sugirieron que expusiera la situación en el sitio web de Minghui o que pidiera a practicantes extranjeros que le llamaran para aclarar la verdad. Yo no estaba de acuerdo. No me había perseguido, así que no quería provocar sus emociones negativas, que harían aún más difícil salvarle. Mi tía, que también es practicante, me preguntó: «¿Podría estar esto relacionado con tus dudas sobre Dafa cuando falleció nuestra tía?» me pregunté: Desde que empecé a practicar Dafa en 1998, ¿alguna vez me he opuesto a Dafa? No, no lo había hecho. ¿Dudé alguna vez de Shifu o Dafa? No, no lo he hecho. Aunque no siempre me cultivé bien, cuando el PCCh persiguió Dafa y calumnió a Shifu en 1999, defendí firmemente a Dafa ante mis compañeros de clase, amigos y colegas. Mi defensa de Falun Dafa provocó el fin de mi relación con un buen amigo, pero mi fe en Shifu y en Dafa permaneció inquebrantable.

A principios de 2000, el exasistente de Falun Dafa visitó mi casa y me dijo: «Si la policía te pide que firmes una declaración diciendo que no practicarás más, debes firmarla. Yo ya he firmado la mía». Le pregunté: «¿Sigues practicando?». Me contestó: «Por supuesto. Esto es sólo para salir del paso». Le dije: «¿Pero eso no es mentir? Dafa es muy bueno. ¿Por qué iba a dejar de practicarla? ¿Es malo ser una buena persona?». Se volvió hacia mi madre y le dijo: «Es demasiado testaruda y sufrirá por ello. Por eso he venido a decirles esto». Mi madre y yo no le hicimos caso.

Desde la apelación pacífica del 25 de abril hasta la persecución del 20 de julio, fui a Beijing dos veces. Me arrestaron y me encarcelaron ilegalmente. La primera vez, no sabía nada y firmé el acta de mi testimonio durante el interrogatorio. Pero la segunda vez, no di ningún testimonio y no firmé nada. A lo largo de los años, he estado decidida a hacer lo que me pidió Shifu: estudiar el Fa, practicar los ejercicios, enviar pensamientos rectos y aclarar la verdad para salvar a los seres conscientes. Aunque no he estudiado bien el Fa ni he cultivado bien mi xinxing, me he abierto camino a trompicones.

Comprendí que era una tribulación y una prueba para mí. Le dije a Shifu en mi corazón ¡Abandonaré todos los apegos humanos y sólo te seguiré a ti! Envié pensamientos rectos: «¡Elimina completamente a todos los seres malignos y factores que interfieren con mi cultivación de Falun Dafa! ¡Erradica todas las entidades demoníacas, los fantasmas podridos y el espectro del comunismo! Soy un discípulo de Dafa, ¡y las viejas fuerzas no tienen nada que decir sobre mí! ¡Jamás permitiré que triunfen sus planes! Elimina mi miedo, refuerza mi fe en Shifu, refuerza mi fe en Dafa». Envié pensamientos rectos durante media noche. Con eso, mi miedo desapareció, y los malos pensamientos desaparecieron.

Aprender a ver las cosas con pensamientos rectos

En ese momento, un practicante me dio un artículo para compartir escrito por otro practicante. Después de leerlo, me di cuenta de que confiaba en los demás. Como el oficial Pang nunca me acosó ni me persiguió, no quise trasladarme de estación de policía. Pero había que eliminar este apego a la dependencia. Otra practicante vino a visitarme y, antes de irse, me dijo: «¡Necesitas tener benevolencia!». Me di cuenta de que Shifu estaba utilizando sus palabras para iluminarme. Me faltaba benevolencia. Estaba resentida con el oficial Pang, porque los demás oficiales no recogieron mi tarjeta de salario, pero él sí, y la utilizaba para presionarme para que transfiriera el registro de mi casa.

Me dije, cada día recitaré las palabras de Shifu:

«La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera
Los pensamientos rectos pueden salvar a la gente en el mundo»
(El Fa rectifica el cosmos», Hong Yin (II)).

Sin embargo, cuando me enfrentaba a situaciones de la vida real, olvidaba aplicarlas.

Mi tía y yo leímos lo que decía Shifu sobre la compasión y la eliminación del miedo. Por fin comprendí por qué no quería transferir mi inscripción. ¿No era porque temía volver a ser perseguida en la nueva estación de policía? Ya me habían arrestado antes, así que no quería volver. Pero, ¿podría completar mi cultivación si me aferraba a este miedo?

Tomé mi título de propiedad y fui a ver al oficial Pang. Me llevó a la oficina de vivienda para obtener una prueba de residencia y luego fuimos a la otra estación de policía. Por el camino, le aclaré la verdad, pero no me escuchó e incluso me gritó. Le dije: «Sólo te digo que tratar amablemente a los practicantes de Falun Dafa te traerá bendiciones. Los seres divinos del cielo registrarán tus buenas acciones, y eso beneficiará tu salud, traerá paz a tu familia e incluso ayudará a tu carrera». Bajó la cabeza y permaneció en silencio.

Cuando llegamos a la nueva estación de policía, nos dijeron que el papeleo estaba incompleto, por lo que no se podía tramitar el traslado. Cuando salimos, estaba enfadado y dijo: «Debería presentar una denuncia contra ellos». Luego me devolvió la tarjeta de salario y me dijo: «No salgas más a distribuir material. Limítate a practicar en casa».

Le dije: «Ahora tienes varios materiales para aclarar la verdad. Por favor, léelos». Él dijo: «Aquí tienes otra vez». Le dije: «Estoy diciendo la verdad. No te estoy engañando». Asintió. Continué: «Además, asegúrate de proteger y tratar amablemente a los practicantes de Dafa. ¡Recibirás bendiciones! Recuerda: ¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Sonrió y asintió. 

A través de esta experiencia, realmente eliminé muchos de mis apegos. Mientras escribía este artículo, reflexioné profundamente sobre lo sucedido: como no había estudiado bien el Fa, utilicé el pensamiento humano para manejar las situaciones, lo que me llevó a una serie de tribulaciones. Mis excesivos apegos humanos sólo intensificaron estas dificultades. Las viejas fuerzas querían utilizar la excusa de la falta de respeto a Shifu y a Dafa para perseguirme; pensaban que yo era indigna y querían destruirme. Shifu nunca me abandonó, me guió paso a paso a través de estas tribulaciones y dispuso que me ayudaran otros practicantes. Sin la ayuda de otros practicantes, no habría podido superar estas tribulaciones tan rápidamente.

Estoy profundamente agradecida a nuestro Shifu.
Gracias, Shifu. Gracias, compañeros que me han ayudado. Gracias, seres conscientes, que me han ayudado a mejorar.