(Minghui.org) Mientras tengamos pensamientos rectos en las actividades de Dafa para salvar seres conscientes, Shifu nos dará un poder extraordinario. Las siguientes historias cortas demuestran el extraordinario poder de Dafa.

Apreciar mi valiosa relación con Dafa

Crecí en el campo. Influenciada por mis padres, creo en dioses y budas desde niña. Al llegar a la edad adulta, desarrollé una profunda admiración por los maestros de qigong. Leí algunas historias en revistas sobre los milagros realizados por estos maestros, lo que despertó mi curiosidad y el deseo de conocerlos. Quizás fue este deseo lo que impulsó a mi familia para comenzar nuestro camino de cultivación. En 1998, un familiar nos presentó Falun Dafa. Yo tenía 25 años en ese año. Mi padre padecía de una grave diabetes. Solo podía beber agua, tomar medicamentos, ir al baño y permanecer en cama. Los medicamentos ya no le ayudaban.

Justo cuando nuestra familia se sentía desesperanzada, encontramos Dafa. Después de leer Zhuan Falun durante unos 20 días, la salud de mi padre mejoró significativamente. Podía andar en bicicleta más de 32 kilómetros y no necesitaba evitar los dulces. Al presenciar una mejora tan notable en su salud, mi madre, mi hermana y yo estábamos muy agradecidas con Falun Dafa, y nuestra confianza en la cultivación se fortaleció.

El quinto ejercicio de Falun Dafa requiere sentarse a meditar con las piernas cruzadas en la postura de loto. Mi padre tenía las piernas muy rígidas, e incluso sentía dolor al sentarse en la postura de medio loto. Toda nuestra familia practicaba estiramientos de piernas y competía para ver quién cruzaba las piernas primero. A medida que nuestro xinxing mejoraba y podíamos soportar el dolor, gradualmente pudimos sentarnos con ambas piernas cruzadas. Sin embargo, sentarse en la postura de loto seguía causándole dolor a mi padre después de solo unos minutos. A pesar de esto, estaba decidido a continuar y se negaba a bajar las piernas.

Quizás por haber pasado por una enfermedad, comprendió aún más la valiosa verdad de Dafa. Dijo: “Cuando siento dolor en la postura de loto, me recuerdo que no puedo bajar las piernas, pase lo que pase”. Su férrea fuerza de voluntad aumentó gradualmente su capacidad para sentarse a meditar, de unos pocos minutos a una hora entera. Los demás también lloramos de dolor y recitamos en nuestro corazón: “Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer” (Novena Lección, Zhuan Falun).

Cada vez que lográbamos sentarnos más tiempo que antes, nos emocionábamos y compartíamos nuestras experiencias. Nuestra familia de cuatro se llenó de la gracia de Shifu, y cada día estaba llena de alegría.

Shifu me protege en cada paso del camino

Después de estudiar el Fa y hacer los ejercicios durante más de un año, el Partido Comunista Chino (PCCh) inició la persecución contra Falun Dafa. Las cadenas de televisión difamaban a Dafa a diario, y la persecución se intensificó. Algunos practicantes fueron perseguidos y tenían miedo de volver a casa, así que se quedaron temporalmente en nuestra casa.

Una vez, una practicante tuvo que salir a hacer una diligencia, así que mi madre me pidió que la llevara. Como la distancia era grande, me daba un poco de miedo ir en moto con ella atrás. Yo media menos de 1,50 metros y nunca había hecho mucho trabajo físico. Acababa de aprender a conducir una motocicleta. No tenía ningún problema en ir sola, pero me preocupaba transportar a alguien que pesaba casi 70 kilos a una distancia tan larga.

Mi madre me animó a hacerlo, así que decidí que debía hacer lo que fuera necesario en mi camino de cultivación. ¡Estaría bien con la protección de Shifu! Así que llevé a la practicante conmigo. Estaba completamente concentrada en el viaje, agarrando firmemente el manillar. Cuando llegamos a la ciudad y estábamos a punto de atravesar el crucero, me puse nerviosa. Había muchos coches y no me atreví a reducir la marcha por miedo a caerme. Le imploré a Shifu en mi corazón, pidiéndole que pasara sin problemas por el crucero. Milagrosamente, ningún coche nos estorbó, y sentí como si alguien guiara la motocicleta con firmeza. ¡Agradecí en silencio a Shifu por cuidarnos!

Llevé a otra practicante en mi moto. El camino estaba irregular y no sujeté el manillar con suficiente firmeza, así que nos caímos. Pensé: “No tengo la fuerza suficiente, y las motos son inestables con dos ruedas. No me habría caído si tuviera cuatro ruedas como un coche”. Shifu vio mi deseo y me señalo por boca de otra persona: “Deberías aprender a conducir. Seguro que lo necesitarás más adelante”. Les dije que no teníamos coche en casa, así que ¿para quién debería conducir? Me dijo que primero debería aprender y obtener la licencia para conducir. Pensé que tenía sentido, así que me apunté a clases de manejo.

Como soy baja y no puedo ver el frente del auto cuando estoy al volante, puse una almohada para mejorar mi visibilidad. Estaba practicando con una camioneta, que no tenía dirección hidráulica, y girar el volante me costaba. Pero no me desanimé. Cuando no estaba practicando, les contaba la verdad sobre Dafa a otros principiantes e instructores y les regalaba folletos de Dafa. Todos expresaron su compasión por la injusta naturaleza de la persecución.

Era verano cuando hice el examen de conducir. Mientras entraba marcha atrás en el garaje para la última parte al estacionarme, me costaba girar el volante. Sudaba a mares y sentía que ya no tenía fuerzas para maniobrar el vehículo. En ese momento, recordé pedirle ayuda a Shifu. Recité en silencio: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Con la bendición de Shifu, la camioneta avanzó lentamente y entró marcha atrás al garaje sin problemas. ¡Por fin aprobé el examen! Varios conductores experimentados expresaron su envidia, diciendo: “Todos reprobamos el examen. No esperábamos que aprobaras”. Sabía que Shifu me había ayudado.

Obtuve mi licencia de conducir unos meses después. Y con el apoyo de mi familia, compré un auto. Durante ese tiempo, mis compañeros practicantes estaban ocupados produciendo los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Así que usé mi auto para ayudarlos a mover objetos pesados. Una mañana, había una espesa niebla y la visibilidad era de unos 10 metros. Tenía prisa y el parabrisas estaba cubierto de escarcha. Después de conducir 40 metros, tuve que detenerme porque no podía ver mucho. Abrí la puerta del auto para mirar a mi alrededor y me sorprendí al ver una pila de barras de acero justo frente a mí. ¡Era tan peligroso! ¡Me habría estrellado contra ella si no hubiera parado a tiempo! ¡Realmente creo que era Shifu quien me estaba cuidando!

Shifu me ayudó a evitar el peligro

En 2010, un practicante y yo concertamos una cita para recoger cajas de DVD de Shen Yun. Pero ese día, los dirigentes regionales del condado vinieron a nuestra casa y me advirtieron que no fuera a ninguna parte. Sin embargo, los ignoré y salí discretamente mientras mi madre hablaba con ellos. Al llegar a mi destino, cargamos dos autos con cajas de DVD y fuimos a casa de otro practicante sin ningún problema.

Cuando descargué algunas cosas y estaba a punto de irme, alguien me iluminó el coche con las luces delanteras. Pensé que era alguien que pasaba, así que me hice a un lado para dejarlo pasar. Después de esperar un rato, no se fue y siguió alumbrándome. Así que seguí mi camino. Me siguió de cerca. Algo no iba bien, así que conduje despacio para ver qué pretendía hacer.

Mantuve la distancia, conduje un rato y descubrí que seguía siguiéndome. Estaba segura de que venía por mí porque se veían las cajas de DVD por la ventana trasera. Aceleré y el coche que venía detrás me siguió de cerca. Le pedí a Shifu: “Shifu, si tengo brechas en mi cultivación, las corregiré. El mal no puede interferir. ¡Por favor, ayúdame!”.

Mientras le pedía a Shifu, pensé en cómo escapar del peligro. Conocía las carreteras, así que entré en la ciudad. Era de noche y había pocos coches. Conduje a toda velocidad, giré a la izquierda, luego a la derecha y apagué las luces en una zona apartada a las afueras de la ciudad. Esperé media hora y no vi movimiento. Respiré aliviada al saber que los DVD de Shen Yun se habían salvado.

Más tarde, otros practicantes me dijeron que el conductor que me siguió esa noche era de nuestro pueblo. Habíamos sido perseguidos durante mucho tiempo. Cada paso que doy está inseparable de la protección de Shifu. ¡Le estamos infinitamente agradecidos!

Aprendiendo a usar computadoras para crear materiales de aclaración de la verdad

En 2005, pocos practicantes de mi condado tenían computadoras, y había escasez de materiales para aclarar la verdad. Durante una visita a mi primo en una gran ciudad, vi que tenía una laptop. Me dijo que la había comprado de segunda mano por 2000 yuanes (278 dólares). En aquel entonces, una nueva costaba más de 10 000 yuanes (1379 dólares). Después de hablar con él, decidí comprarle su laptop.

Me la llevé a casa y aprendí las operaciones básicas. Poco a poco, aprendí a escribir la lista de nombres de quienes habían renunciado al PCCh y sus organizaciones afiliadas, que luego se publicó en línea. Comprendí que debía aprender a navegar por internet, así que viajé de nuevo a la ciudad y fui al centro comercial de electrónica a buscar equipos de internet. Los practicantes que conocía usaban teléfonos móviles para conectarse, pero la señal a menudo era inestable. Noté que la gente de la ciudad usaba tarjetas de red para conectarse, lo cual era muy conveniente. Compré algunas tarjetas y me dijeron que eran fáciles de usar.

Un practicante me regaló una impresora y, con su ayuda, hice mi primer folleto de Dafa. Los colores eran vibrantes y tan hermosos que no podía soltarlo. Creía que la gente lo apreciaría al recibir uno.

Luego aprendí a imprimir materiales para aclarar la verdad. También aprendí a laminar los materiales con una maquina plastificadora. Han pasado casi 20 años, y un familiar me dijo: “He conservado el folleto que me regalaste. Lo llevo a todas partes. ¡Me siento protegido!”. Hoy en día, los folletos son más hermosos que antes. Quise regalarle uno nuevo, pero se resistía a cambiarlo, diciendo: “¡El que tengo es muy bueno!”.

¡Me inclino ante Shifu en nombre de los seres consientes salvados! ¡Gracias de nuevo, gran Shifu!