(Minghui.org) Mi casero rescindió el contrato de alquiler antes de tiempo, lo que me causó muchos problemas. Tenía que encontrar una casa rápidamente, hacer las maletas y mudarme. Mi agenda estaba bastante llena todos los días con proyectos de Dafa. Durante el proceso, cumplí con los principios de Verdad, Benevolencia, y Tolerancia, pude desprenderme de mis apegos, salir del aprieto y al final obtener un corazón en paz.
Cultivar cada pensamiento y cada acción
La política gubernamental protege los intereses de los inquilinos en caso de la rescisión anticipada de un contrato de alquiler. Mi casero encontró todo tipo de excusas para rescindirlo de forma anticipada. Decidí mudarme para no preocuparlo demasiado.
Hoy en día el alquiler es muy caro. Sin embargo, encontré una casa rápidamente y firmé el contrato de alquiler a toda prisa. No revisé bien la casa y, cuando me mudé, descubrí que tenía muchos problemas. La campana extractora no funcionaba bien, el retrete estaba atascado y la WiFi no funcionaba. No pude comunicarme con el propietario porque estaba en el extranjero. Los problemas no se resolvieron de inmediato y esto perturbó mi vida cotidiana.
Como tuve que mudarme de una casa grande a una pequeña, tuve que vender muchos muebles. Los gastos de la mudanza no fueron pequeños. Tuve que deshacerme de los muebles viejos y limpiar a fondo la casa antigua. También tuve que comprar electrodomésticos nuevos. Estuve ocupada todos los días desde la mañana hasta la noche.
Cuando supe que podía pedir una indemnización al casero de la antigua casa, surgió mi apego al interés personal. Le pedí que me compensara con un mes de alquiler. Al principio mi marido no pensó lo mismo, pero después de pedirlo se empeñó en que el casero debía compensarnos. Negociamos con el casero, pero no llegamos a un acuerdo, y mi marido se mostró aún más decidido a conseguir la indemnización. Dijo que iría a los tribunales para resolver el asunto si era necesario. Las cosas se complicaron.
Tenía un dilema. El casero no estaba de acuerdo, mientras que mi marido no cedía. Yo estaba en medio y eso me hacía perder mucho tiempo. No podía concentrarme cuando estudiaba el Fa y me volví competitiva. Al darme cuenta de mis defectos, envié pensamientos rectos para eliminar la competitividad y la búsqueda de intereses personales.
Mi marido no aceptó la explicación del casero y se empeñó en contender hasta el final. Dijo que, aunque no pudiera ganar en los tribunales, estaría dispuesto a aceptar su decisión. Me di cuenta de que mi apego había afectado a mi marido, me sentía culpable e impotente, estaba triste y lloraba.
Decidí no pedir ninguna indemnización, porque si es mío, será mío y si no es mío, no lo conseguiré, aunque luche por ello. Mi marido cambió de actitud a los diez minutos de que yo tuviera este pensamiento. Dijo que no se ocuparía más de este asunto y me pidió que me ocupara yo.
La crisis desapareció, me sentí ligera y confortable. Me di cuenta de que la cultivación es algo serio y que los pensamientos de los practicantes de Dafa afectan a la gente común.
Pensamientos rectos y acciones rectas
Todo se calmó cuando abandoné mi apego al interés personal. El conflicto con el propietario se disolvió. Shifu lo arregló todo para mí. Terminé rápidamente lo que tenía que hacer y salvé a mucha gente durante el proceso.
El casero nos pidió que antes de irnos retiráramos todos los muebles. Sin decirme nada, mi marido puso un anuncio en internet para vender todos los muebles sobrantes por sólo 88 dólares. Me pareció irrisorio y ridículo, era un precio muy barato. Decidí poner yo misma los anuncios en internet y poner un precio a cada mueble.
Vinieron dos mujeres a ver los muebles. Seleccionaron ocho muebles, lo que supuso la venta del 70% del total. Me enteré de que eran de mi ciudad natal, les hablé de la persecución y aclaré muchos de sus conceptos erróneos sobre Falun Dafa.
Una pareja vino a comprar el sillón de masaje justo después de que estas dos mujeres se marcharan. Era la segunda vez que veían el sillón de masaje. La mujer tenía el mismo nombre de pila que mi hija y sentí que tenía una relación predestinada conmigo. Su marido tenía una empresa de reformas por lo que aproveché la oportunidad para instarle a que pusiera un anuncio en nuestro periódico.
Cuando vinieron a ver el sillón de masaje por primera vez se interesaron mucho y seguían interesados, así que se lo regalé. En ese momento vino otro practicante a por unas sillas, entre ambos ayudamos a la pareja a meter el pesado sillón en su camioneta.
La pareja se emocionó mucho. El marido dijo: «Es usted muy amable. Debo firmar un contrato publicitario con ustedes para apoyar su negocio». Firmamos el contrato en el acto. Estaba muy agradecida a Shifu por animarme.
Un señor vino a ver los muebles y seleccionó varios muebles para su hija, que iba a independizarse. Pero no estaba seguro si les gustarían, por lo que dijo que volvería con ella por la tarde al salir del trabajo. Me dijo que yo era honesta y fuerte. Se sorprendió cuando supo mi edad, dijo que parecía mucho más joven que la mayoría de la gente de mi edad. Le conté que practicaba Falun Dafa y que tenía buena salud, también le conté mi historia sobre la mudanza y se interesó por Falun Dafa. Me enteré de que ya había renunciado al Partido Comunista Chino (PCCh) y a las organizaciones afiliadas, pero que no había entendido bien el significado de la renuncia. Después de explicárselo de nuevo lo comprendió.
Por la noche cuando volvió con su hija, mientras les ayudaba con un colchón le aclaré la verdad a la hija. Ella aceptó renunciar a las organizaciones afiliadas del PCCh. Le di una flor de loto de papel y se marcharon felices.
Me puse en contacto con el casero para pedirle que me ayudara a desmontar un sofá grande, para poder enviarlo a una planta de reciclaje. Hablé con él sobre la devolución de la casa. Hice una limpieza a fondo de la casa y se dio cuenta de que era muy considerada. Nuestra conversación se volvió armoniosa, le aclaré la verdad y le dije que renunciaba a reclamar una indemnización porque nuestro Shifu nos había dicho que fuéramos considerados con la gente. Finalmente arreglamos nuestra relación. El casero era el que debía ser salvado y yo era la que debía salvarlo a él. No debía comportarme como una persona común.
Des de las 14:40 hasta las 23:30 vendí todos los muebles y limpié toda la casa. No comí nada durante ese periodo, pero me sentí fuerte y con energía, además aclaré la verdad a todos los que vinieron a comprar muebles.
Lo más interesante fue que obtuve 89 dólares por la venta de los muebles, sólo un dólar más de lo que mi marido pidió inicialmente. Me di cuenta de que debía seguir el curso de las cosas, ya que por mucho que lo intentara nada cambiaría. Durante todo el proceso, cuando rectifiqué mi actitud y dejé de lado mi apego al interés personal, Shifu lo arregló todo para mí. Me deshice de todos los muebles de forma rápida y entregué la casa al casero, y al mismo tiempo aclaré la verdad y salvé a los seres conscientes.
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. El contenido de esta página puede reproducirse con atribución.