(Minghui.org) Durante más de dos décadas, los practicantes de Falun Dafa en Ucrania, al igual que sus homólogos en más de 100 países y regiones, se han cultivado de manera constante y se han mejorado guiados por las enseñanzas de Zhuan Falun.
En el 30º aniversario de la publicación del libro en China, quieren compartir sus historias de cómo Zhuan Falun se ha convertido en una parte crucial de sus vidas.
Zhuan Falun siempre la acompaña
Olga es del este de Ucrania. Su padre comenzó a practicar Falun Dafa en el 2000. Le contó mucho a Olga sobre los beneficios de la práctica, pero ella no tomó sus palabras en serio.
Unos años más tarde, la vida de la joven cambió drásticamente. Ella recuerda: "En 2011, cuando era una madre joven de 28 años, me enfermé. Durante siete meses, los médicos me trataron con muchos medicamentos. Mi hígado no lo soportó y desarrollé hepatitis tóxica”.
Olga se encontraba en una situación muy delicada. Perdió mucho peso, estaba muy débil, no podía comer adecuadamente y se sentía apática. Ella dijo: “Cuando mis padres vinieron a verme y mi padre vio mi condición, me dijo: ‘Olga, si quieres vivir, lee Zhuan Falun’”.
Así que, en la primavera de 2012, Olga comenzó a practicar Falun Dafa y a leer Zhuan Falun: “Mi salud rápidamente volvió a la normalidad. Tiré todas las pastillas. Poco a poco fui ganando peso y tenía el deseo de vivir”.
Olga
En 2014, la guerra llegó a la ciudad donde vivía la familia de Olga y tuvieron que irse.
Ella dijo: “Solo tuvimos una noche para hacer las maletas. Caminé por la casa con el corazón apesadumbrado, sabiendo que me iba para siempre. Al darme cuenta de que no podía llevarme todo conmigo, solo empaqué lo esencial. En ese momento, mi esposo era escéptico sobre Dafa; no le gustaba que yo fuera a otra habitación para hacer los ejercicios. Lo primero que puse en mi maleta fue mi foto de Shifu y todos mis libros de Dafa. Me ayudó a empacar y no dijo nada”.
Desde 2014, la familia de Olga tuvo que mudarse tres veces y vivir en dos ciudades diferentes. “Cada vez que me instalo en un nuevo departamento, lo primero que saco de mi maleta es mi foto de Shifu y mis libros de Dafa”, dijo.
Su esposo ahora tiene una buena opinión de Dafa. Ve que el padre de Olga, que practica Falun Dafa, maneja su negocio honestamente. Aunque el padre de Olga tiene dinero, es modesto. También ve que el hermano de Olga (que también practica Falun Dafa) no persigue la fortuna de su padre. En cambio, siempre está dispuesto a dar algo de sí mismo para ayudar a los demás. Olga está criando a sus hijos para que sean honestos y amables. Les recuerda que no se enojen ni se quejen de la vida. Los practicantes de la familia de Olga dicen a menudo que practicar Falun Dafa les enseñó a ser buenas personas.
Durante los fuertes ataques con misiles, el esposo de Olga dice ahora en voz alta: “Falun Dafa es bueno”. Ella dice: “¡Él cree que estas grandes palabras salvan vidas! No está enojado por nuestro destino ni por las dificultades”. A veces le lee las enseñanzas de Shifu en Zhuan Falun y otros artículos, y él siempre escucha atentamente. Esto le ayuda a tener una actitud positiva ante las dificultades de la vida.
Olga dice que está decidida a practicar diligentemente: “¡Gracias, Shifu, por darnos Dafa del Universo en Zhuan Falun y enseñarnos a vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia!”.
Zhuan Falun rescató a un joven de la confusión
Antes de que Denis comenzara a practicar Falun Dafa en 2003, tenía muchas preguntas sobre la vida y siempre estaba buscando respuestas.
“Desde los 16 años busqué algún conocimiento universal que me ayudara a discernir el bien del mal, qué elegir y qué camino seguir. Mis padres tienen sus criterios, mis abuelos tienen otros, y mis amigos y conocidos tienen los suyos. ¿Realmente no había un criterio único?”
Cuando empezó a leer Zhuan Falun, se dio cuenta de que finalmente había encontrado el criterio universal y básico para juzgar el bien del mal. “Encontré los principios por los cuales vivir en armonía conmigo mismo, mi familia, mis amigos y la sociedad. Finalmente me di cuenta de en qué debería basar mi vida”.
Denis dijo que la primera vez que leyó Zhuan Falun, tuvo ese “momento de conocer la verdad” y se sintió realmente feliz, como si finalmente hubiera escapado del abismo de la confusión.
“Los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia son muy simples, y en Zhuan Falun me guían y ayudan a orientarme en un mundo moderno complejo y rápidamente cambiante. ¡Gracias, Shifu, por el conocimiento tan valioso y profundo!”
Denis expresa su gratitud a Shifu.
Zhuan Falun la ayuda a encontrar la verdadera felicidad
Lyudmila vive en el oeste de Ucrania. Pasó su infancia y juventud en la URSS (Rusia) y en ese momento pensaba que lo más importante en la vida era ganar mucho dinero. Para ella, esta parecía ser la clave de la felicidad.
Después de recibir una educación, Lyudmila comenzó a trabajar en el comercio. Abrió su propio negocio y formó una familia. Cuando sus hijos crecieron y se fueron a trabajar a otra ciudad, se preguntó: “¿Qué sigue?”. Siguió buscando la felicidad. “Pensé que estaba en las relaciones sexuales, tal vez en la comida sabrosa o en el entretenimiento”. Se sentía vacía.
En 2010, Lyudmila recibió una copia de Zhuan Falun. Al principio no entendió mucho, pero después de un año leyó el libro completo.
Se dio cuenta de que finalmente había encontrado la clave de la verdadera felicidad: “Este libro sagrado cambió mi vida y mi actitud hacia los demás para mejor. Dejé de perseguir logros materiales. Me volví más amable y más paciente”.
Lyudmila dice que también aprendió a ser considerada. Nunca pierde una oportunidad de compartir su valioso conocimiento con las personas, y les aconseja que lean Zhuan Falun: “Solo entonces me siento feliz, porque les doy a las personas la verdadera felicidad: la oportunidad de mejorar según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia”.
Lyudmila hace el quinto ejercicio de Falun Dafa, la meditación.
Encontrando el sentido de la vida
Iván se interesó por las artes marciales desde que era un niño. Mientras investigaba sobre el tema, aprendió sobre el qigong y la importancia de la autosuperación moral. “Leí en alguna parte que las verdaderas técnicas marciales se transmiten solo a personas moralmente íntegras. Entonces comencé a buscar una guía moral y una escuela de autocultivación espiritual”, dijo Iván.
Iván se mudó a Kiev cuando tenía 15 años. Mientras estaba en la universidad, leyó libros sobre filosofía, budismo zen, qigong y otras prácticas. También asistió a conferencias sobre el tema y buscó escuelas de artes marciales. Vivía en una residencia, el dinero escaseaba y su vida era dura. Pensó en por qué existe la gente: no quería solo trabajar para comer y comer para trabajar.
Un año y medio después, Iván leyó Zhuan Falun y dijo que cambió su vida: “En Él, encontré respuestas a muchas de mis preguntas, y todo el conocimiento que adquirí antes estaba organizado en un solo sistema. Nunca llegué a ser un maestro de las artes marciales, pero encontré una ley moral que llenó mi vida de significado: Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Iván medita en un parque de Kiev.
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