​No hay palabras para expresar mi gratitud

(Minghui.org) Tengo 67 años y soy practicante de Falun Dafa desde 1997.

Durante los últimos 28 años de validación de Dafa, tuve una fe firme en Shifu y en Dafa. Continuamente fortalecí mis pensamientos rectos para superar una dificultad tras otra y una prueba tras otra. Seguí a Shifu en cada paso del camino, y mi vida experimentó tremendos cambios. No hay manera de expresar mi gratitud a Shifu y a Dafa.

Mi vida estaba llena de sufrimiento 

Mi vida era miserable cuando era niña, porque mi madre se volvió a casar y me llevó con otra familia cuando tenía cinco o seis años. Mi padrastro me despreciaba y me pegaba en todo momento.

Mi padrastro no me dejaba ir a la escuela y me obligaba a ayudar en las tareas domésticas. Poco a poco, tuve que hacer de todo, como encender el fuego, cocinar, lavar la ropa y barrer el piso, pero me daba muy poco para comer o vestir. Cuando tenía 11 o 12 años, trabajaba durante el día en un equipo de producción de nuestro pueblo. Cuando volvía a casa, tenía que hacer las tareas domésticas y cuidar de mis hermanos pequeños.

En mi infancia pasé muchas penas. Me sentía muy amargada y agotada. No culpaba a nadie, pues lo tomaba como mi destino.

Después de casarme, la familia de mi esposo me despreciaba y mi esposo me golpeaba a menudo. Nadie cuidó de mí después de que nacieran mis hijos, así que tuve que hacerlo todo yo sola, y me puse terriblemente enferma. En aquel momento no quería vivir, quería morir, pero no podía dejar a mis dos hijos. Tenía que vivir por ellos, ¡y me daba mucha pena!

Más tarde, desarrollé muchas enfermedades y la vida se me hizo muy difícil. Me preguntaba: ¿Qué sentido tiene la vida? Quería poner fin a mi vida y abandonar este mundo.

Tuve la suerte de encontrar Dafa

Al ver mi situación, alguien me habló de Falun Dafa y me sugirió que lo practicara. Al principio, no le presté mucha atención. Más tarde, alguien me dijo que los problemas de salud de muchas personas desaparecían cuando practicaban Falun Dafa. Esta vez, asimilé lo que me dijo y me decidí a probarlo.

Cuando le dije a mi esposo que quería practicar Dafa, no estuvo muy de acuerdo. Le dije que era gratis y que debía intentarlo. No me dijo nada. Cuando fui al sitio de práctica, los practicantes fueron muy amables y amistosos conmigo. Empecé a hacer los ejercicios con ellos. Después de practicar Falun Dafa durante solo tres semanas, mis dolencias se aliviaron. Sentí que la práctica era muy buena y le dije a mi esposo que seguiría haciéndola.

Cuando otros practicantes estaban recibiendo copias de Zhuan Falun, pregunté si yo también debía conseguir una, porque nunca había leído ningún libro. Me invitaron a unirme a su grupo de estudio del Fa, así que fui, y me dieron una copia de Zhuan Falun. Cuando lo abrí y vi la foto de Shifu, me brotaron las lágrimas. ¡Shifu era tan amable! Sentí como si estuviera viendo a mi padre. Pensé: «Soy analfabeta, lo aprenderé poco a poco. Mientras sea sincera, algún día lo aprenderé».

Testigo de milagros

Cuando llegué a casa, estaba perdida mirando un libro tan grueso. Estaba tan ansiosa que quería llorar. Entonces me acosté, apoyándome en el libro. Mientras me dormía, oí de repente la voz del lector que escuché cuando estudiaba el Fa en mi grupo de estudio. Seguí la voz y estudié frase a frase. Cuando me desperté, pude leer una página.

Después, cuando estudiaba el libro, la voz del grupo de estudio del Fa resonaba a menudo en mi mente, y me acostumbré a seguir la voz. Asistiendo al grupo de estudio del Fa, aprendía más palabras cada día. Si había palabras que no conocía, las anotaba en mi mano y preguntaba a alguien más tarde. 

No podía dejar el libro. Lo leía en el grupo, en casa, durante el día y por la noche. Aparte de ir a trabajar y hacer las tareas domésticas, ponía toda mi energía en estudiar el Fa. Después de más de un año, podía leer Zhuan Falun con destreza y fluidez. Yo tenía entonces unos 40 años y no había leído ni una sola palabra hasta entonces. ¡Era tan asombroso que pudiera leer Zhuan Falun en tan poco tiempo!

Tuve la suerte de empezar a cultivarme en Dafa, y mi vida pasó página. A través de la práctica, todas mis enfermedades se curaron.

A través del estudio del Fa, aprendí cómo ser una buena persona y porqué uno necesita aprovechar la oportunidad de cultivarse en esta vida. También comprendí cosas que antes no entendía. Me alegré mucho de haber obtenido un Fa tan maravilloso. Escucharé a Shifu, seguiré los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y seré una practicante calificada. 

Superando las tribulaciones familiares con pensamientos rectos 

Cuando Jiang Zemin inició la persecución a Falun Dafa en julio de 1999, mi esposo se asustó y me dijo que ya no se me permitía practicar. Pero yo insistí, así que me golpeó y me maldijo, y quedé cubierta de moretones. También quemó mis libros de Dafa. Aun así, le dije: «¡Mientras siga viva, seguiré hasta el final!».

Mi esposo no me apoyó en mi cultivación, ni tampoco mi hijo y mi nuera. Me cargaban con todas las tareas domésticas y ellos no hacían nada. Trabajaba durante el día. Después de arrastrar mi cuerpo cansado a casa por la noche, cuando quería descansar, tenía que ocuparme de todas las tareas habituales.

Al principio me quejaba, pero luego ya no me enfadaba con ellos. Pensé: «Practico Falun Dafa, debo ajustarme a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y tratarlos con calma y racionalmente». Mientras tanto, miré hacia dentro y descubrí mi impaciencia. Fundamentalmente, sentía que no les había aclarado la verdad. Estaban engañados por la malvada propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh), lo que hizo que me malinterpretaran.

Les dije: «Falun Dafa enseña a la gente a ser buena siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, lo cual no está mal. Ustedes también vieron los milagros que ocurrieron en mi vida practicando Falun Dafa. Antes tenía muchos problemas de salud, y todos se curaron. ¿No te has beneficiado tú también de mi buena salud? Fue por celos que el exlíder del PCCh Jiang Zemin incriminó a Dafa. Dafa no va contra la ley, fue Jiang quien cometió un crimen al perseguir a Dafa».

Aunque sabían que lo que yo decía tenía sentido, debido al miedo, seguían preocupados e inquietos. Les dije: «No se preocupen. Estoy haciendo lo correcto, lo que beneficia al país y a mi familia. Por supuesto, prestaré atención a la seguridad».

A menudo les daba material para aclarar la verdad, para que conocieran mejor la verdadera situación. Poco a poco, me entendieron y empezaron a ayudarme con algunas tareas domésticas. Un día, mi hijo dijo algo negativo sobre mi cultivación. Mi nuera fue a ayudarme: «¿No es estupendo que mamá practique? Dafa es muy bueno, así que déjala practicar».

Ahora, mi esposo también experimentó cambios significativos. En lugar de interferir cuando quiero salir a aclarar la verdad, a veces incluso me lleva a distribuir materiales de aclaración de la verdad. Ayudé a todos ellos a renunciar al PCCh. No solo se salvaron sus vidas, sino que yo también logré un gran avance en mis pruebas familiares.

Me detuvieron ilegalmente

En 2001, una practicante me invitó a ir a Beijing para apelar al gobierno. No la acompañé por varias razones. La detuvieron y dijo a la policía que yo le había dicho que fuera. La policía me detuvo y me llevó a comisaría para interrogarme. Me esposaron y me ataron a una silla. Me dieron puñetazos y patadas hasta que se me hincharon la cabeza, los pies y la espalda. Me salía sangre de la cabeza, pero no cedí.

Me arrestaron y detuvieron en el centro de detención. Mi esposo fue a la oficina de seguridad pública para exigir mi liberación. La policía dijo que tenían pruebas y testigos, así que no podían dejarme ir. Mi esposo dijo: «¿Dónde están las pruebas? Muéstrenme las pruebas. Mi mujer no sabe leer ni una palabra, ¿cómo puede haber pruebas? Todo lo que ella hizo fueron los ejercicios. ¿Qué ley ha infringido?».

Cuando la policía vino a registrar nuestra casa, en el fondo pensé que no encontrarían nada y que Shifu me protegería. Mi grabadora y mi vídeo estaban en un cajón. Buscaron por todas partes, excepto en ese cajón, así que efectivamente no encontraron nada. Incluso sin pruebas, me detuvieron ilegalmente durante 72 días.

Atesorando mi oportunidad

Atesoro esta preciosa oportunidad de cultivar Dafa. Para tener tiempo de aclarar los hechos y salvar a los seres conscientes, traté de planear todo lo que hice. Fui estricta conmigo misma en mi cultivación. Seguí lo que dijo Shifu, conduciéndome según los requisitos de Dafa. Me levantaba temprano para hacer los ejercicios y estudiaba el Fa por la noche y nunca falté ni un día. También presté atención a eliminar mis apegos en mi vida cotidiana y a mejorar mi xinxing. Cuando tenía un conflicto con alguien, utilizaba el Fa para evaluarme y encontrar mis propios problemas y resolverlos.

A menudo iba con otros dos practicantes a distribuir materiales de aclaración de la verdad. Salía a las dos de la madrugada y me dirigía fuera de la ciudad, a una zona suburbana alejada. De la ciudad a los suburbios, de las calles a los pueblos, intentábamos no perdernos ningún hogar. Al distribuir los materiales, superamos muchos miedos: miedo a que nos vieran, miedo a que nos denunciaran a la policía, miedo a tener accidentes, etcétera. Durante el proceso, no perdí ninguna oportunidad de cultivarme sólidamente.

A veces teníamos que pegar folletos adhesivos para aclarar la verdad. Para evitar que los arrancaran, queríamos ponerlos lo más alto posible. Como ambas éramos bajitas, nos subíamos a hombros para colocarlos. Aunque había peligro, mantuvimos la calma, cooperamos y colocamos rápidamente los adhesivos. Subimos y bajamos y colocamos un montón. Cuando terminamos, estábamos agotadas y empapadas de sudor. 

Llevamos más de 20 años haciendo estas cosas en todo tipo de climas. Para salvar a los seres conscientes, hemos distribuido materiales de aclaración de la verdad a muchos hogares y al público en general. Aunque hemos sufrido en el proceso, solo con saber que los seres conscientes pueden aprender la verdad y salvarse, nos sentimos muy felices en el fondo.

Inmensa gratitud

Cultivo con mi tianmu abierto y tuve muchas experiencias milagrosas. Cuando leí el Fa, cada carácter era un oro brillante. También vi Falun girando por todas partes y un pilar alto. Cuando hacía los ejercicios, mi cuerpo a menudo flotaba hacia el cielo y las nubes, lo que me hacía sentir muy cómoda.

Una vez, cuando estaba haciendo la meditación sentada, vi a Shifu flotando en el aire. Le dije a Shifu: «Estoy decidida a practicar mucho y a seguirte para volver a casa». En otra ocasión, cuando estaba haciendo la meditación sentada, vi al Buda Maitreya sobre mi cabeza. Me sonrió y yo le devolví la sonrisa, sintiéndome un poco avergonzada.

Una vez estaba lloviendo cuando me preparaba para ir a mi grupo de estudio del Fa. Le pregunté a Shifu: «¿No debería llover hasta que llegue? ¿Tampoco debe llover hasta que vuelva a casa?». Efectivamente, no llovió en mi camino, pero cuando llegué a casa, empezó a diluviar. La manifestación de estos milagros no solo me hizo ver la belleza y la naturaleza milagrosa de Dafa, sino que también me dio fe y ánimo.

Llegué a comprender que Shifu abrió mi tianmu y me hizo ver estas cosas mágicas como un regalo para mí. Era Shifu cuidándome y protegiéndome para que pudiera caminar el sendero de Dafa rectamente. Fue el aliento de Shifu para estimularme a mejorar y elevarme.

Solo de pensar en esto, no puedo contener mis lágrimas. La gracia salvadora de Shifu es tan inmensa, ¡¿cómo podría pagarle?! Solo cultivando diligentemente y atesorando el precioso tiempo que Shifu pagó con enorme sufrimiento, y salvando a más personas, no tendré ningún remordimiento. Estudiaré el Fa, haré bien las tres cosas y cumpliré el voto que hice en el cielo para cumplir mi misión histórica.