(Minghui.org) Durante los últimos días del Año Nuevo Chino, cuando estaba enviando pensamientos rectos en respuesta a las recientes tribulaciones legales en el extranjero, vi muchas escenas en otras dimensiones.
Una vez vi a Shifu sentado entre el cielo azul y las nubes blancas. De repente, levantó la mano izquierda con la palma hacia fuera. Debajo de Shifu había pequeños círculos resplandecientes que emitían una luz colorida, similar al aura que hay detrás de las estatuas de Buda pintadas en los templos antiguos. Algunos de estos pequeños círculos tenían practicantes sentados en su interior, enviando pensamientos rectos (yo era uno de ellos), mientras que otros círculos estaban vacíos. Me pregunté si esto significaba que algunos practicantes se estaban tomando un descanso de enviar pensamientos rectos durante la celebración del Año Nuevo Chino.
Vi que los círculos vacíos seguían brillando con distintos colores. Cuando miré más de cerca, vi varias armas mágicas del Fa en su interior. Parecía que si un practicante entraba, podía utilizar las armas y destruir el mal.
Al principio, no entendía por qué Shifu levantó la mano. Entonces vi un montón de seres malignos que emitían materia negra hacia mí y los demás practicantes. Shifu la bloqueaba con la mano. Los pensamientos rectos que enviamos podían eliminar el mal, pero como el número de practicantes era limitado, la velocidad de nuestros pensamientos no era tan rápida como la de los ataques del mal. Un pensamiento vino a mi mente: “Shifu sólo lo bloquea, pero no destruye directamente el mal”. Parece que los discípulos de Dafa son los responsables de eliminar a esos seres malignos. Shifu estaba extendiendo su mano para protegernos.
Durante tantos años, Shifu ha rectificado el cosmos y ha hecho mucho por nosotros. Tal vez no podemos sentir la enorme cantidad de mal que Shifu ha eliminado a lo largo de los años, porque hemos sido incapaces de soportarlo por nosotros mismos. Sólo nos quedan esos pocos elementos malvados por destruir. Pero aun así, Shifu sigue bloqueándolos para protegernos.
Unos días más tarde, mientras enviaba pensamientos rectos, me vino a la mente la idea de «unirme a la batalla». Me di cuenta de que todavía hay muchos practicantes que no se han unido a esta batalla entre el bien y el mal. Precisamente por eso el mal se atrevió a atacar directamente a nuestro Shifu, provocando la complicada situación actual.
Shifu ya ha soportado bastante por nosotros; ¿qué hay que entorpezca nuestros pasos y nos hace estancarnos? Quizá esta sea nuestra última batalla decisiva. Shifu ya ha dispuesto todas las armas mágicas del Fa y los poderes sobrenaturales. Compañeros practicantes, no necesitamos preocuparnos si nos hemos cultivado lo suficientemente bien o no, o si estamos en un buen estado de cultivación, o si podemos sentir algo al enviar pensamientos rectos. Todo en lo que necesitamos concentrarnos es en unirnos a esa batalla.
A veces me pregunto qué hemos hecho para merecer el honor y el privilegio de participar en esta batalla entre el bien y el mal, junto con el Creador. Estos son los seres malignos que deberíamos encargarnos de eliminar. Cuando alcancemos la perfección, nos convertiremos en Buda, Tao o Dios del nuevo universo. Tendríamos que ser los defensores del universo, y deberíamos ser responsables de todos los factores positivos del universo.
Creo que la razón por la que las palabras «unirse a la batalla» surgen repetidamente en mi mente es porque hay muchos practicantes que aún no se han unido a esta batalla. Me gustaría hacer un llamamiento a todos los practicantes para que regresen rápidamente a la posición divina preparada por Shifu para que participemos en esta batalla entre el bien y el mal. Los practicantes que envían pensamientos rectos no deben aflojar. El hecho de que el mal se atreviera a atacar directamente al Shifu no es en absoluto un problema menor. ¡Debemos permanecer firmes en nuestra cultivación para desmantelar completamente la maldad!
Este es mi entendimiento personal. Por favor, señálenme cualquier cosa que no esté en línea con el Fa.
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