(Minghui.org) ¡Saludos venerable Shifu! ¡Saludos compañeros practicantes!
He practicado Falun Dafa durante más de 10 años. Cuanto más interiorizo el Fa, Cada día me doy más cuenta de lo afortunada que soy y de las cosas asombrosas que Shifu nos da. Me llamaron la atención los artículos de la página web de Minghui en los que los practicantes hablaban de memorizar Zhuan Falun. En el 30 aniversario de la presentación de Falun Dafa al público, decidí memorizar Zhuan Falun. Comencé a memorizarlo el 20 de febrero de 2022.
Solía leer deprisa y pasar por alto algunas frases; creía que las entendía, pero me sorprendía cuando más tarde descubría un significado más profundo. A veces, cuando comprendía el significado, todo mi cuerpo se estremecía con oleadas de energía. Otras veces se me saltaban las lágrimas. Me di cuenta de que había significados profundos detrás de algunas partes que Shifu contaba como simples historias. Zhuan Falun es increíble. Las horas que pasé memorizándolo fueron los momentos más felices y significativos de mi día.
Shifu dio:
“Si lo continúan leyendo, les gustará tanto que no podrán dejar de leerlo. En China, hay personas que todavía lo están leyendo, después de haberlo leído más de un centenar de veces. Simplemente no pueden dejar de leerlo porque implica muchos significados. Cuanto más leen el libro, más les queda por leer. Cuanto más lo leen, más lo entienden. ¿Por qué sucede esto? A pesar de que he revelado muchos secretos celestiales, un no practicante no los puede detectar en la superficie. Solamente cuando leen el libro como practicantes asiduos, pueden descubrir los significados encerrados en él.” (Exponiendo el Fa en Sidney)
Cada día memorizaba un párrafo. Al día siguiente recitaba el párrafo que había memorizado el día anterior y luego pasaba al siguiente. A veces intentaba recordar y recitar la parte memorizada mientras realizaba tareas a lo largo del día. Hacer esto me hacía sentir feliz e inmersa en la Fa durante todo el día. En la segunda lección comencé a memorizar dos párrafos, y después de la tercera lección empecé a memorizar una página al día. Poco a poco, mi conciencia se fue aclarando. Fui capaz de concentrarme cuando enviaba pensamientos rectos, y pude controlar mis obsesiones.
Todas las mañanas, después de enviar pensamientos rectos, memorizaba el Fa durante 2-3 horas. Cuando empecé a memorizar la cuarta lección, me entraba sueño. Por la mañana ni siquiera podía despertarme con la actitud correcta. Me sentía mal los días que no memorizaba.
Pedí ayuda a Shifu, que me ayudó a despertarme, pero yo seguía pulsando el botón del despertador y volvía a dormirme. Después de que me volví más decidida, clara y seria sobre esto, me sentí con más energía y sólo dormía entre 3 y 4 horas. Cuando dormía demasiado me sentía ociosa.
Cuando me iluminé sobre cierto fragmento de la Cuarta Lección, experimenté una prueba muy intensa durante un sueño, pero las sensaciones que tenía no eran diferentes de la realidad. En mi sueño, tres practicantes y yo entrábamos por una puerta. Resultó ser una puerta a otra dimensión, que nos conducía hacia un inframundo. Nada más llegar, dos seres, cuyos rostros no podía ver, nos agarraban de los brazos y nos arrastraban a cada uno a lugares distintos. Me sentaron y me ataron.
Me di cuenta de que iba a experimentar dolor físico, así que intenté mantener la conciencia tranquila y fuerte. Me taladraron la cabeza con un taladro muy largo, y sentí el dolor. Pero en ese momento, repetí lo que dijo Shifu: “tampoco hay cuerpo, no hay más brazos y no hay más manos; solo queda la cabeza.” (Octava Lección, Zhuan Falun) y me mantuve en estado meditativo. Al separar la mente del cuerpo, pude soportarlo. Luego vinieron las patadas y los puñetazos, y apliqué la misma técnica. Sentía la seriedad de la prueba y la dificultad con todo mi corazón. Me limité a aguantar, esperando que terminara pronto.
Cuando me pusieron de pie, dos manos me sujetaron, pero no pude ver a los seres. Entonces pensé: “No les tengo miedo porque son demonios”. En el momento en que tuve este pensamiento, me desperté. Sentí como si realmente hubiera vivido una prueba, y me dolía la cabeza. Sentí la seriedad y el efecto durante todo el día. Pensé en esta prueba. Si era una prueba de cuánto dolor podía soportar, lo había conseguido. Más tarde me di cuenta de que era una advertencia, como si mi mente hubiera sido taladrada por un taladro mental a causa de las obsesiones que no podía dejar. Me hizo reflexionar más seriamente sobre mis apegos.
Una de las partes que memoricé de la sexta lección me ayudó a comprender una de mis obsesiones fundamentales, una que me había costado mucho abandonar y por la que había sufrido mucho: estaba demasiado apegada a mis hijos.
Shifu dijo:
“Dado que la vida real de un ser humano es el espíritu original, esa madre de quien nació tu espíritu original es, de hecho, tu verdadera madre. En el curso del ciclo de las seis vías de reencarnación, tus madres, humanas o no humanas, son incontables. Vida tras vida, cuántos hijos has tenido tampoco se puede contar claramente. ¿Cuál es tu madre? ¿Cuáles son tus hijos? Ni bien se cierran ambos ojos, nadie reconoce a nadie, pero igualmente tienes que pagar tus deudas de ye. Viviendo en la ilusión, el hombre simplemente no puede dejar estas cosas. Alguien no puede dejar a su hijo, dice qué bueno que era él, aunque él ha muerto; o dice qué buena era su madre, que también ha muerto; él está casi muerto de tanta tristeza, prácticamente quiere seguirlos a ellos por el resto de su vida. Por qué no piensas un poco, ¿acaso esto no viene a atormentarte? Se emplea esta forma para que no puedas pasar un buen día.” (Sexta Lección, Zhuan Falun)
Me afectó especialmente esta frase: “Por qué no piensas un poco, ¿acaso esto no viene a atormentarte? “. Nunca le había prestado atención. Esa noche, tuve un sueño muy claro. Un niño y una niña, dos niños, se quedaban conmigo. Su madre era practicante. Cuando los llevé afuera para entretenerlos, los perdí. No importaba cómo los buscara, no podía encontrarlos. Pero, por alguna razón, no me preocupé; busqué con calma. No los encontré y me desperté. En cuanto me desperté, me di cuenta de que eran mis hijos. Lo que perdí fue mi apego a ellos, y me sentí aliviada.
Un día, mientras hacía el segundo ejercicio, vi a una mujer muy desgraciada y mugrienta con las manos y los pies encadenados frente a mí. Pensé: “Esto no es humano”. Cuanto más la miraba, más me sorprendía: ¡era yo! Era mi verdadero yo, reprimido por mis obsesiones. Inmediatamente la liberé de las cadenas. Una vez liberada, cambió gradualmente, se volvió más joven y hermosa, y se transformó en mi yo de 18 años. Entonces, hizo conmigo el segundo, tercero, cuarto y quinto ejercicios. Me di cuenta de que memorizar el Fa me estaba liberando y revelando mi naturaleza original que había encarcelado durante años.
Cuando memoricé lo que Shifu dijo sobre la circulación cósmica en la octava lección de Zhuan Falun, tuve algunas experiencias maravillosas
Shifu dijo:
“Hay que hacer que todos los canales del cuerpo humano se ensanchen gradualmente y que la energía sea más y más poderosa, volviéndose más y más luminosa. Al final se hace que decenas de miles de canales de energía se unan en una sola pieza, alcanzando un estado en el que no se tienen canales de energía ni puntos de acupuntura y el cuerpo entero se conecta en una pieza. Esta es la meta final de abrir los canales de energía. Su propósito es hacer que el cuerpo humano sea completamente transformado por la materia de alta energía.” (Octava Lección, Zhuan Falun)
Cuando leí esta parte, me entristeció la idea de que el cuerpo de carne y hueso pudiera desaparecer y convertirse en energía. Después de memorizarla, sentí de verdad que mi cuerpo físico había desaparecido y que estaba hecha de energía. En ese momento, sólo tenía un alma. La sensación de que mi cuerpo no era más que energía y que estaba hecho de luz, como si no existiera, fue maravillosa.
Poco después de memorizar esa parte, se produjo un gran terremoto en mi ciudad natal. Fue un acontecimiento sin precedentes: dos terremotos, de magnitudes 7,7 y 7,6, se produjeron uno tras otro, con sólo 9 horas de diferencia, y afectaron a 10 ciudades. La destrucción fue generalizada y murieron muchas personas. Cuando me enteré de lo ocurrido, sentí un gran dolor. Me di cuenta de que sentía este dolor porque no tuve la oportunidad de hablar de Falun Dafa a las personas que murieron. Experimenté muchas cosas durante el tiempo que memoricé el Fa, pero ésta fue la más profunda.
Cuando memoricé la novena lección, aumentó mi conciencia sobre la importancia de salvar a las personas.
Cuando memoricé lo que Shifu dice sobre la muerte, sentí lo que realmente significaba liberarse del peso del cuerpo físico.
Me di cuenta de que el momento de la muerte no se parece en nada a lo que piensa la gente común. Al contrario, pensé que, si pudiéramos alcanzar la meta final y llevarnos cosas bellas con nosotros, sería maravilloso. Mi miedo a la muerte desapareció. Si hubiera podido hablar de Falun Dafa a las personas que murieron, no me habría sentido triste. Lo que importa es que actuemos con rapidez antes de que la gente muera ya que no podemos saber lo que nos depara el mañana.
Terminé de memorizar Zhuan Falun, el 20 de abril de 2023. Tardé exactamente un año y dos meses en memorizar el libro.
Tardé un año y cinco meses en memorizar Zhuan Falun por segunda vez. El mayor obstáculo fue el sueño. Todavía no lo he superado del todo.
He empezado a memorizarlo por tercera vez. Como la parte que entiende ha sido separada, siento como si lo memorizara de nuevo cada vez, pero mi comprensión se ha vuelto más rápida, lo que ha reducido el tiempo que tardo en memorizar.
Me encanta recitar Zhuan Falun, ya que hay significados profundos detrás de cada frase. Este libro es muy valioso. Comprendo el Fa desde una perspectiva diferente cada vez que lo memorizo.
Ahora memorizo mientras estoy sentada en la posición del loto, sujetando cuidadosamente Zhuan Falun con ambas manos. Todavía tengo muchos apegos que no he soltado. También he visto la verdadera forma de algunas de mis obsesiones, y he encontrado algunos apegos nuevos, pero a medida que me ilumino al Fa, Shifu los destruye capa por capa, y su control sobre mi se debilita.
Estoy muy agradecida a Shifu por haber hecho los arreglos necesarios para que yo obtuviera Falun Dafa. A medida que me doy cuenta de lo que me han dado me resulta difícil expresar mi agradecimiento.
He escrito el siguiente poema:
Cuando miro al cielo
La luna entorna los ojos
Las estrellas brillan tanto como pueden
El aliento del viento es muy frío y fuerte
Rompe el silencio
Los viajeros temporales del mundo
Ya no parecen inocentes
Los pensamientos se distorsionan cada vez más
Echo de menos mi hogar
Haré todo lo posible para llegar lo más lejos, para lograr lo que Shifu dispuso para mí. Insto a los practicantes a memorizar el Fa.
Gracias venerable Shifu. Gracias, compañeros practicantes.
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