La experiencia de mi hija al eliminar la adicción a su teléfono móvil

(Minghui.org) Mi hija solía ser adicta a su móvil. Tardaba tres horas en terminar sus tareas cuando debería haberle llevado mucho menos. Se desvelaba y al día siguiente se sentía aletargada y desmotivada. Estar constantemente al teléfono le quitaba energía.

Veía videos cortos y chateaba por teléfono los fines de semana, así que no podía hacer lo que planeaba. Sus calificaciones bajaron.

Mi hija se irritaba cada vez que le pedía que estudiara el Fa conmigo. Me decía: "¡Mamá! Sé que Dafa es bueno y quiero aprenderlo. Pero me aburre y no puedo perseverar. Además, siento una fuerza que me domina cada vez". Se arrepentía y se culpaba, lo que acentuaba sus sentimientos de inferioridad, volviéndola más irritable y propensa a los arrebatos.

Como no pudo dejar el hábito por sí sola, le quité el teléfono. Después, se quedaba dormida todas las noches escuchando el programa de radio Minghui, "Recordando a nuestro Shifu".

Su adicción al teléfono disminuyó dos semanas después, y comprendió la importancia de Falun Dafa. También se dio cuenta de los efectos nocivos del teléfono móvil. Le pedí que estudiara el Fa conmigo, y aceptó con gusto. Me dijo: «Mamá, llevo días queriendo estudiar el Fa y hacer los ejercicios contigo».

Con el paso de los días, las emociones negativas derivadas de su adicción al teléfono desaparecieron y fueron reemplazadas por energía positiva. Pudo terminar su tarea en aproximadamente una hora. Se acostó más temprano, durmió lo suficiente y estuvo más atenta en clase al día siguiente. Sus calificaciones en los exámenes mejoraron.

Lo más importante es que sus sentimientos de inferioridad disminuyeron significativamente y sonreía cada día. Me dijo: «Mamá, tenías razón. La vida sin teléfono es maravillosa. Me siento más segura, realizada y con los pies en la tierra. Ya no quiero un teléfono».

Tras ver la transformación de mi hija, he comprendido el inmenso daño que pueden causar los teléfonos móviles. No solo pueden llevar a las personas a perder el tiempo en cosas triviales y disminuir su motivación, sino que, peor aún, pueden erosionar sus pensamientos rectos y su fe. Con el tiempo, la obsesión con los teléfonos móviles puede generar desánimo y aumentar las emociones negativas. En algunos casos, incluso pueden quebrantar el espíritu, provocando graves problemas psicológicos. Sin duda, deberíamos liberarnos de nuestros teléfonos móviles y encontrar nuestro verdadero yo.