(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Soy una practicante joven y comencé a cultivarme cuando ingresé al 12.º grado, en 2017. Aunque he estado cultivándome por más de ocho años, todavía tengo muchas limitaciones en mi comprensión del Fa y muchos apegos que deben ser eliminados. Me gustaría relatar algunas experiencias del proceso de elevar mi xinxing durante este año.
Identificar mis deficiencias y rectificarme
Una situación ocurrió el sábado por la tarde, el 15 de noviembre. Por la mañana, le pregunté a mi esposo, quien también es practicante, si iba al Parque Sibelius, un lugar turístico, para aclarar la verdad. Él dijo que sí. Confié en que mi esposo iría allí y cumpliría con sus responsabilidades. Cuando salí de casa alrededor de las 2 p. m., lo llamé y le pregunté si aún estaba en el sitio de aclaración de la verdad en esa zona turística. Él dijo que se estaba preparando para tomar el autobús de regreso a casa y que acababa de pasar por el centro de la ciudad. En ese momento, creí firmemente que él había ido a dos sitios de aclaración de la verdad (al parque y también al centro de la ciudad).
Cuando llegué al parque, pasé junto a dos practicantes que coordinan el sitio de aclaración de la verdad. Se sorprendieron al verme y les pregunté si mi esposo acababa de irse. Ellas dijeron que mi esposo no había estado allí. En ese instante, la materia negativa —el apego a la duda— comenzó a infiltrarse en mi mente. A lo largo de mi proceso de cultivación, siempre he tenido que eliminar el apego a dudar de los demás, agravado por nociones que había formado sobre que mi esposo no era honesto, a pesar de que es un cultivador (porque lo había sorprendido muchas veces no diciendo la verdad a otras personas y a mí). Llevé esta emoción incómoda mientras caminaba con una compañera practicante hacia el sitio de aclaración de la verdad en el centro de la ciudad, pensando que les preguntaría a algunos practicantes sobre mi esposo. Tal como esperaba, cuando llegué, pregunté a dos practicantes mayores, y ambas dijeron que no lo habían visto.
En ese punto, estaba “segura” de que mi esposo me había mentido. El apego al resentimiento se encendió dentro de mí, y expresé de inmediato mi descontento frente a una practicante mayor. Ella respondió enseguida con palabras como: “Tu esposo es un adulto. ¿Eres su madre para estar controlando sus asuntos? La cultivación es algo personal”. Sus palabras, aunque eran ciertas, me hicieron sentir muy incómoda, y de inmediato respondí con insatisfacción: “Sí, ya sé todo eso. No necesitas decírmelo, pero ¿crees que a un cultivador se le permite mentir?”. Justo en el sitio de aclaración de la verdad, con muchos seres conscientes pasando, no podía permitir que se creara una mala imagen, así que no tuve más remedio que enviar pensamientos rectos para eliminar esos pensamientos negativos y combativos, así como la falta de voluntad para aceptar críticas, e intenté con todas mis fuerzas calmarme.
Cuando decidí demostrar los cuatro ejercicios de pie, un practicante me dijo, mientras encendía la música, que necesitábamos ser “armoniosos”. Aunque todavía me sentía incómoda, intenté seguir su consejo mientras hacía los ejercicios. Poco a poco, sin darme cuenta, realicé los ejercicios en un estado relativamente pacífico y mi corazón se sintió más liviano. Mientras hacía los ejercicios, enfrenté el miedo a no ser respetada cuando pensaba en la falsa apariencia de «mi esposo mintiendo». Al principio, mi mente estaba llena de pensamientos amargos como: “Ya no me molestaré en tratar de controlarlo; si miente, él asumirá la responsabilidad; yo solo me ocuparé de mi propia cultivación”. Gradualmente, recordé una enseñanza de Shifu:
“Todos ustedes ya son conscientes de la ley de la generación mutua e inhibición recíproca. Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente. Esto no debe ser una acción forzada, pero se logra por medio de renunciarlo calmada y verdaderamente”
(Eliminen sus últimos apegos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Mi corazón se suavizó al recordar esta enseñanza. Sabía que tenía el Fa conmigo y que solo necesitaba seguir el Fa y no dejar que el miedo me moviera y lo arruinara todo. Esa tarde, después de que terminaron las actividades de aclaración de la verdad, regresé a casa en un estado alegre y pacífico.
Recuerdo que, en el pasado, cada vez que sospechaba algo de mi esposo, lo primero que hacía era llamarlo e interrogarlo, impulsada por el sentimentalismo (qing) y los apegos a la duda y al miedo. Esta vez, fui racional y calmada, me contuve y miré activamente hacia adentro para rectificarme. Cuando hablé con mi esposo en casa de una manera más suave sobre las dudas en mi corazón, me di cuenta de que había malinterpretado sus palabras y que él no había mentido en absoluto. Fue una mala comunicación la que causó el malentendido entre nosotros.
Ver los apegos desde una perspectiva racional para evitar seguir a las personas en lugar de al Fa
A lo largo de mis años de cultivación, debido a que la calidad de mi estudio del Fa no era lo suficientemente profunda y porque llevaba un apego muy fuerte a la búsqueda, a menudo no podía mantener la calma que un cultivador debería tener al enfrentar problemas de xinxing y tribulaciones. Había muchos asuntos en los que solo comprendía el principio de manera superficial, por lo que al ponerlo en práctica parecía algo extremo, poco racional y sincero, lo que me traía estrés tanto físico como mental.
Muchas veces busqué a compañeros practicantes para desahogar mis preocupaciones y emociones negativas, esperando consuelo y que me escucharan. Sin embargo, cuando los practicantes me ofrecían consejos sinceros basados en sus entendimientos, o bien me sentía aliviada por un momento y luego todo volvía a ser igual, o no estaba dispuesta a escuchar ni a mirar hacia adentro.
Cuando veía a compañeros practicantes mostrar buenos estados, superar muchas pruebas de xinxing que yo sentía que no podía soportar, me preguntaba por qué yo lo hacía tan mal. Siempre me sentía insatisfecha con mi propio estado de cultivación y, sentía envidia de los demás.
Por ejemplo, un practicante podía hacerlo bien conduciéndose de acuerdo con la cultura tradicional, prestando gran atención a cada una de sus acciones y gestos. O un practicante podía tener entendimientos profundos del Fa que eran muy prácticos e inspiradores. O los compañeros practicantes podían participar activamente en diversos proyectos con un gran corazón para salvar a los seres conscientes, mientras que mi propio corazón para salvar personas no era fuerte. Rara vez me ofrecía como voluntaria para proyectos; solo participaba ocasionalmente en actividades locales de aclaración de la verdad, y solo de vez en cuando participaba en una o dos actividades o proyectos en otros países.
La razón por la que participé menos en proyectos fue que pensaba que, como todavía era estudiante y no tenía una carrera estable, necesitaba priorizar mis tareas principales de estudio y de encontrar trabajo. Solo entonces podría participar de todo corazón en proyectos más adelante. Actualmente, solo participo en actividades cuando tengo tiempo libre. Fuera una excusa o no, este ha sido mi entendimiento durante los últimos años. Por un lado, quería participar en más proyectos para seguir el progreso de la rectificación del Fa, pero por otro lado, no quería causar dificultades en mi propia vida, lo que a su vez podría crear una impresión negativa en conocidos, familiares y amigos.
Durante los últimos dos años, me he preguntado repetidamente si estoy caminando correctamente mi camino. A menudo sentía que me imponía una gran presión invisible, pensando que, como no había logrado lo que otros habían logrado, debía hacer lo mismo para sentir que realmente me estaba cultivando y para ser reconocida por Shifu, por los dioses e incluso por la gente común. ¿No proviene esto del apego a la competitividad y del deseo de validarme a mí misma? Además, reconocí que esto era una manifestación de la cultura del Partido: la mentalidad de seguir a la multitud para preservar la propia existencia. Los proyectos de Dafa requieren un corazón sincero, que surja de un deseo genuino de salvar a las personas, no de un deseo competitivo de superar a otros, buscar la autosatisfacción o el apego a alcanzar una meta de cultivación. Además, también descubrí que durante mucho tiempo había estado cultivándome con el apego al miedo, porque al buscar una meta, nació el apego al miedo: miedo a cometer errores, a cultivarme mal, a no salvar suficientes personas, etc., y en última instancia, el miedo a no alcanzar la meta.
Así que recientemente, aunque todavía tengo muchas nociones y apegos que no puedo soltar por completo, me alegra seguir profundizando hacia adentro para encontrar estas nociones y apegos profundamente arraigados, siempre y cuando persista en estudiar el Fa. Me doy cuenta de que cada persona tiene un camino de cultivación completamente diferente, y que nadie está en el mismo nivel. Si continúo cuestionándome a mí misma, ¿no estaría dudando de Shifu y del camino que él dispuso con tanto esmero para mí? Eso equivaldría a no valorarme a mí misma y a no valorar los arreglos de Shifu.
Con este pensamiento, realmente quiero recorrer genuinamente mi propio camino que fue dispuesto por Shifu, sin importar cuántas dificultades encuentre en el proceso de eliminar apegos, incluso si todavía hay mucha confusión. Solo espero que, a través del estudio del Fa, gradualmente me vuelva más clara en los principios del Fa, y que mi estado mental de cultivación y mi corazón para salvar personas se vuelvan más puros, más fuertes y más sinceros.
Conclusión
Lo anterior es solo una reflexión de mi estado de cultivación durante los últimos seis meses. Aunque no es la primera vez que escribo un artículo de intercambio, es la primera vez que leo un intercambio frente a todos. Sé que todavía tengo muchas deficiencias y espero que los compañeros practicantes me las señalen amablemente.
¡Gracias, Shifu, y gracias, compañeros practicantes, por escuchar mi intercambio!
(Presentado en el Fahui de Finlandia 2025)
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