(Minghui.org) No hay nada accidental durante nuestro proceso de cultivación, ya que todo está directamente relacionado con nuestra propia cultivación. Recientemente ha habido cierta agitación en mi proyecto.
La agitación fue muy violenta y los compañeros practicantes hablaban de quién estaba equivocado, quién no debería haber hecho algo, etc. En mi corazón sabía que la agitación había sido dispuesta por Shifu para mejorar a todos los involucrados. No había nada correcto o incorrecto; debía haber un problema en ambas partes, por lo que surgió el conflicto. Sin apegos, no habría tribulación. Si todos pudiéramos cultivarnos en el Fa, el conflicto se resolvería inmediatamente, pero todo lo que oía era a los compañeros practicantes hablando de quién estaba equivocado, quién no debería haber hecho eso, etc., y había muchos practicantes involucrados.
No sabía qué podía hacer en ese momento, así que envié pensamientos rectos. En el momento en que me senté y estaba a punto de enviar pensamientos rectos, sentí una especie de ataque hostil. Sentí como si nuestro campo dimensional estuviera a punto de ser destrozado; sentí esa clase de furia. Mi corazón se encogió en ese momento y me invadió una especie de miedo. No pude calmarme durante mucho tiempo. ¿Qué estaba pasando? Era una sensación que nunca había tenido antes.
En nuestra dimensión, era una especie de indignación. Una persona piensa así, muchas personas piensan así, y el tipo de asunto formado por estos pensamientos en otra dimensión era extremadamente aterrador. Recuerdo un artículo en Minghui.org que mencionaba que un compañero practicante estaba enojado por algo, y otro practicante vio a través de su ojo celestial (tianmu) que el campo dimensional del practicante estaba completamente oscuro, y los seres de su mundo lloraban desconsoladamente y golpeaban sus cabezas contra las paredes y los árboles. En el artículo se relata que nuestros pensamientos determinan el destino de muchas vidas.
En la práctica de cultivación, cuando se nos brinda la oportunidad de mejorar nuestro xinxing, ¿cómo podemos indignarnos? ¿Consiste esta indignación en quejarnos de que Shifu no debería habernos puesto las cosas tan difíciles? ¿Cuántos apegos hay envueltos en esta indignación? La envidia, la mentalidad competitiva, el egoísmo y las emociones. No hay nada accidental en nuestra cultivación.
Shifu ha explicado el Fa con mucha claridad, ¿cómo es posible que nuestros corazones sigan conmoviéndose con tanta facilidad? Cuando nos indignamos, ¿no estamos ya descendiendo de nivel? Cuando nos encontramos con conflictos, ¿podemos dar un paso atrás y mirar todo lo sucedido desde la perspectiva de la cultivación, en lugar de quedar atrapados en las nociones de lo correcto y lo incorrecto de la gente común?
Al eliminar la búsqueda de fama, el cuerpo se vuelve transparente
Me gustaría compartir con todos una historia de mi cultivación. Esta historia siempre me ha acompañado en mi cultivación y ha asombrado a muchos compañeros practicantes que estaban pasando por pruebas y tribulaciones. Comencé a practicar Falun Dafa en 1997. En ese momento, acabábamos de obtener el Fa y todos éramos muy diligentes. Era realmente un grupo de cultivación. A finales de 1998 fui a la casa de un compañero practicante para estudiar el Fa. Después de estudiar, el practicante sacó una pila de fotos, una de las cuales era de un grupo de más de una decena de personas. Había un practicante masculino en la primera fila.
El practicante sostuvo la foto, señaló al practicante masculino y dijo: «Este practicante era el coordinador de un lugar de práctica en cierta ciudad. Una vez participó en una reunión provincial de coordinadores. En la reunión, el coordinador de la provincia lo señaló y dijo: «Algunas personas dicen que has hecho tales y tales cosas malas...».
«Este practicante se sintió muy incómodo en ese momento, ¡porque nunca había hecho tales cosas! ¿Qué está pasando? Entonces, el coordinador provincial anunció que sería destituido como coordinador de ese lugar de práctica. Después de que se levantara la reunión, este practicante se sintió muy frustrado, preguntándose qué estaba pasando... Caminó hasta su casa y no quería entrar. Deambuló por fuera, vagando y pensando, ¿qué estaba pasando? Se preguntó y pensó, y de repente lo entendió: «Oh, esto apuntaba a mi deseo de fama». Lo entendió de inmediato y se sintió aliviado.
Vimos esta foto a finales de 1998, y en ella, a través de su ropa y su cuerpo, podíamos ver el respaldo de la silla detrás de él, y a través de sus piernas, podíamos ver el travesaño debajo de la silla. Su cuerpo era transparente. ¿Podemos recordar que somos cultivadores cuando nos encontramos con un conflicto? ¿Podemos darnos cuenta de que fue arreglado por Shifu para que mejoremos y eliminemos los apegos?
Soportar la humillación, independientemente de lo que esté bien o mal a nivel superficial
Otra historia involucraba a un hábil artista marcial llamado Xiao Ming, que era popular y también muy querido por su jefe. Un hombre de la misma edad llamado Xiaobo le tenía mucha envidia. Un día, Xiaobo dijo que había perdido algo de dinero en efectivo y se lo contó a su jefe. El jefe llamó a todos y preguntó: «¿Quién ha tomado el dinero de Xiaobo? Si no lo devuelven, registraré sus pertenencias». Nadie dijo nada, así que el jefe comenzó a registrar y finalmente encontró el dinero perdido en la bolsa de Xiao Ming.
El jefe se enfadó mucho. Obligó a Xiao Ming a quedarse fuera y colocó un gran cartel junto a él en el que decía que era un ladrón. La gente pasaba por allí y regañaba a Xiao Ming. Xiao Ming no hablaba ni daba explicaciones, solo se quedó allí durante una semana. Una semana después, el maestro de Xiao Ming vino y le dijo que había superado la prueba de practicar la tolerancia. El maestro de Xiao Ming se lo llevó.
Los practicantes vinimos con Shifu al mundo humano, y somos una familia. Solo cooperando bien podremos salvar mejor a los seres conscientes. Todos estamos cultivándonos, y sin duda tenemos deficiencias en la cultivación, por lo que debemos ser tolerantes. Debemos fijarnos en los puntos fuertes de los compañeros practicantes y apreciar el destino que nos une. Solo corrigiéndonos en el Fa podremos eliminar las barreras entre los practicantes.
Cuando nos enfrentamos a un trato injusto, o cuando las personas de nuestro entorno son tratadas injustamente, podemos comunicarnos con nuestros compañeros practicantes con un tono tranquilo, con amabilidad y lógica. Como practicantes, nuestros corazones no deben conmoverse. Si mostramos indignación en estos momentos, ¿no estamos bajando de nivel? No importa quién sea la otra parte, son cultivadores, así que ¿cómo no van a cometer errores? Si no hicieron algo bien, debemos compensar lo que no hicieron bien, y eso es lo que quiere Shifu.
No importa qué problemas encontremos, solo hay una solución: ¡mirar hacia adentro incondicionalmente! Cuando tenemos problemas, siempre discutimos sobre quién tiene razón y quién está equivocado. Si usamos la lógica de la gente común para enfrentar los problemas en la cultivación, no estamos mirando hacia adentro, y el problema se hará más grande.
Shifu dijo:
“Usar un corazón humano para enfatizar lo correcto y lo incorrecto, esto en sí mismo es incorrecto, porque estás usando ese principio de la gente común para evaluarte a ti mismo, estás usando ese principio de la gente común para requerirles a los otros” (Enseñando el Fa en Manhattan, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. X).
Debemos deshacernos de la crueldad y el egoísmo, porque la idea de intentar cambiar a los demás, pero no a nosotros mismos proviene del viejo universo. Tenemos que cumplir con los estándares que el nuevo universo nos exige para poder irnos a casa con Shifu.
Si lo hacemos bien y nos ajustamos al Fa, todo lo que nos rodea cambiará. Una vez tuve un conflicto con una compañera practicante. A simple vista, era totalmente culpa suya. Sentía que ni siquiera era tan buena como una persona común, y empecé a sentir aversión por ella. Sabía que eso estaba mal, pero no podía deshacerme de ese estado mental. Hablé con otro practicante. Le dije que cuando pensaba en ella, tenía malos sentimientos en mi corazón. El practicante me dijo: «Es porque no tienes suficiente compasión». Sin embargo, por más que lo intentaba, no podía deshacerme de ese sentimiento, así que reforcé mi estudio del Fa. Durante mucho tiempo, ese sentimiento persistió. Un día, leí el artículo de un compañero practicante titulado "Compasión" y me conmovió profundamente.
Esa tarde, leí otro artículo titulado «Apreciar». En él se decía que debemos apreciar todo y a todos los que encontramos, y considerar a las personas con las que nos cruzamos y que nos parecen molestas, y a las personas que nos causan problemas, como personas que nos acompañan. Nuestro estado de ánimo cambiará y todo lo que encontremos será muy hermoso. En el momento en que leí este artículo, el odio en mi corazón desapareció inmediatamente. Cuando volví a pensar en esa compañera practicante, mi corazón se llenó de calidez. Pensé que, aunque en apariencia a esta practicante no le iba bien, yo no conocía su lado bueno y tal vez ella fuera en realidad mucho mejor que yo. Les conté mis pensamientos a otros practicantes. Ellos también se alegraron mucho y miraron hacia su interior. Ahora no hay negatividad en nuestros corazones.
Cambiar las nociones y cultivarse en medio de los conflictos
Ahora me doy cuenta de por qué no quería cultivarme cuando tenía conflictos con otros practicantes. Simplemente no podía ver los conflictos desde los principios rectos del Fa. Si miramos los conflictos con los principios del Fa, deberíamos pensar: «Si la otra parte me trata así, debe ser porque yo he hecho algo malo que le ha llevado a comportarse así. Aunque está mal que la otra parte hable mal de los demás, me brinda la oportunidad de mejorar mi corazón. Además, sin este conflicto, ¿cómo podrían salir a la luz mis apegos profundamente ocultos?».
También descubrí que cuando tenía conflictos con otros practicantes en el pasado, la base para mirar hacia mi interior era errónea, ya que siempre pensaba que yo no estaba equivocado y que la culpa era de la otra persona. Shifu nos enseñó:
«El que tiene la razón es él, el que está equivocado soy yo» (Quién tiene razón, quién no, Hong Yin III).
Si no se comprende claramente este principio del Fa, siempre habrá resentimiento y pensamientos negativos en el corazón. Los practicantes que nos crean problemas actúan como escaleras para nosotros y son los que nos ayudan a mejorar. Entonces, ¿no deberíamos agradecérselo?
Shifu comentó:
“...tal vez en el futuro se haga que alguien te dé dos bofetadas en la cara justamente enfrente de la persona ante quien sientes más miedo de “perder la cara”, haciéndote pasar vergüenza para ver cómo lidias con este asunto” (Novena Lección, Zhuan Falun).
Pensé: si me abofetean y pierdo la dignidad delante de quien menos quiero que lo vea, ¿no me afectará? Al igual que lo que ocurrió durante los últimos dos días, los practicantes tenían sus propias opiniones y discutían sin cesar. ¿No fue Shifu quien dispuso que ocurriera este incidente, para que superemos una gran prueba? ¿Qué tipo de nociones humanas han quedado al descubierto? ¿Qué apegos tenemos? No importa quién hizo qué, todos estaban involucrados, así que debe haber algunas cosas de las que debemos deshacernos. La cultivación consiste en mirar hacia adentro incondicionalmente y eliminar constantemente los apegos.
Debemos cultivarnos a nosotros mismos, resolver los conflictos con amabilidad y agradecer a aquellos que nos han ayudado a mejorar nuestro xinxing, ya que son ellos quienes nos han hecho exitosos. Por lo tanto, debemos estar agradecidos. Debemos comprender el Fa racionalmente para cambiar nuestras nociones y no quedar atrapados en conflictos entre personas. Tenemos que cultivarnos persistentemente antes de poder irnos a casa con Shifu. ¡Trabajemos todos juntos!
Estas son mis impresiones recientes de la cultivación. Solo espero que todos mejoremos juntos. Si he dicho algo que no esté en línea con el Fa, por favor señálenlo con compasión.
Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.
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