(Minghui.org) Situado en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, en Francia, el valle del Loira es famoso por sus magníficos châteaux (castillos). Más de 50 jóvenes practicantes de Falun Dafa asistieron este verano al campamento de verano de la Escuela Minghui en el Château d'Alleret, en el valle del Loira.
Con edades que iban de los tres a más de veinte años, procedían de Francia, otros países europeos y Taiwán. Durante el campamento de dos semanas, los niños estudiaron las enseñanzas de Falun Dafa, realizaron los ejercicios, participaron en diferentes actividades y aprendieron unos de otros.

Estudiantes y profesores realizaban los ejercicios de Falun Dafa cada mañana.

Campistas leen juntos las enseñanzas de Falun Dafa.

Campistas meditando.

Foto de grupo de los participantes.
Mejora en el entorno grupal
Cada día, los campistas hacían los ejercicios juntos y leían las lecciones de Falun Dafa en diferentes idiomas mientras los consejeros guiaban a quienes eran demasiado jóvenes para leer.
En este ambiente tranquilo y reflexivo, los participantes dijeron que pudieron obtener una comprensión más profunda de las enseñanzas del Fa. Algunos decían que aprendían a aplicar los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia incluso cuando ocurrían cosas triviales, lo que mejoraba su xinxing.
Bondad y perdón
Will dijo que los alumnos de su colegio a menudo se burlan entre ellos, así que, sin querer, hirió los sentimientos de otro campista, André, de ocho años. Después de que un consejero le recordara la sección "Perder y ganar" en la Cuarta Lección de Zhuan Falun, Will se dio cuenta de su error y se disculpó. André lo disculpó, y después de eso se llevaron muy bien. Ambos aprendieron la importancia de ser considerados con los demás.
Maxime, que tiene nueve años, solía pensar que los demás le trataban mal. Habló con un consejero y entendió la importancia de ser amable incluso en los conflictos. También aprendió a acercarse a los demás, y esa confianza le ayudó a hacer nuevos amigos.
Avances
Al igual que estos niños pequeños, los campistas adolescentes también adquirieron conocimientos sobre cómo cultivarse durante sus actividades diarias.
Daniel, de 20 años, solía practicar Falun Dafa por sus padres, pero ahora ha empezado a cultivarse en serio por su cuenta. Cuando se alejó de la cultivación, dijo que se sentía vacío y perdido. Esto le hizo estar más decidido a practicar Dafa.
Un campista mayor puso a Augustin, de 13 años, en una situación difícil. Cuando a Augustin le asignaron vigilar a los niños más pequeños en el campamento, pensó: "Quizá el comportamiento de ese campista mayor sea un espejo—para poder ver cómo solía tratar a los demás". Reflexionó sobre su propio comportamiento y aprendió a ser más amable con los demás en lugar de simplemente hacer todo a su manera.
Borna, de 22 años, dijo que la práctica de cultivación le ayudó a él a encontrar la paz interior, en lugar de depender de otros para encontrar el equilibrio. "Espero que, a partir de los cambios positivos en mí, más personas sean testigos del poder de Verdad-Benevolencia-Tolerancia", dijo.
Mattus aprendió que divertirse no es lo más importante. En cambio, calmarse para entenderse a uno mismo y mejorar mirando hacia dentro es más significativo.
Actitud positiva
Apolline, de diecisiete años, dijo que fue acosada en el colegio. Por suerte, Falun Dafa le enseña a ver esto desde otro ángulo. Todos tenemos sus propias dificultades, e incluso los acosadores pueden estar pasándolo mal. "En este campamento de verano, aprendí a ser sincera y a tratar a los demás con amabilidad sin pedir nada a cambio. Esto es lo más importante para mí como practicante", explicó.
Robin, de 23 años, debatió consigo mismo durante mucho tiempo sobre si debía asistir al campamento. "En cuanto llegué, pude sentir la energía y el calor aquí", recordó. Sabía que había tomado la decisión correcta.
Aprendiendo unos de otros
Los campistas anotaron sus experiencias y se las leyeron a todos. Desde niños pequeños hasta adolescentes, todos escuchaban atentamente y reflexionaban sobre sí mismos.
Algunos campistas hablaron de cómo soltaron sus apegos, mientras que otros hablaron de amabilidad, responsabilidades y tomar decisiones. "Son voces de su corazón y un testimonio de su mejora", dijo un consejero.
Al recordar sus experiencias en campamentos de verano, los estudiantes dijeron que no solo lo pasaron bien, sino que también adquirieron nuevas comprensiones sobre lo que significa cultivar: significa ser considerado con los demás, buscar en tu interior dónde puedes mejorar y mantener la verdad y la compasión, durante los conflictos.
"Ser practicante de Falun Dafa me permite eliminar constantemente los apegos para ser mejor persona. Al encontrar oportunidades para mejorar nuestro xinxing, podemos acercarnos a Verdad-Benevolencia-Tolerancia", escribió Leo, de 13 años. "Quiero participar en el campamento el año que viene".
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