(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Conocí Falun Dafa en 2003. Llevaba 15 años viviendo en Nueva York y me acababa de separar de mi esposo.
Nací prematura y pesaba lo mismo que dos naranjas. Mi madre no tenía leche materna. La partera le dijo: «Ya tiene dos hijos. Podría dar a esta en adopción». Como lloraba fuerte, mi madre creyó que no moriría prematuramente. Me puso en una cesta de bambú con una bolsa de agua caliente y me dio sopa de arroz. Quizás tenía una deficiencia congénita, porque era débil y me enfermaba con frecuencia. Me resfriaba a menudo, tosía constantemente y me diagnosticaron asma bronquial a los veintitantos años. Le presté especial atención a mi salud y anhelaba tener un cuerpo sano y fuerte.
Cuando aún vivía en Estados Unidos, una amiga japonesa me comentó que Falun Dafa tenía una energía extraordinariamente poderosa y era mucho mejor que otras prácticas de qigong. Ahora que practico Falun Dafa, casi no sufro de enfermedades y gozo de buena salud gracias a él. Por ello, quiero expresar mi profunda gratitud a Shifu.
Mi encuentro con Falun Dafa en Estados Unidos
Al principio, mi amiga solo me enseñó los movimientos de los ejercicios. Después me dijo que necesitaba leer los libros de Falun Dafa y me prestó un ejemplar de Zhuan Falun. El libro me atrajo profundamente y lo leí repetidamente. A veces sentía que las palabras cobraban vida. A menudo sentía mi cuerpo tan ligero, como si flotara en el aire. Un día, mientras practicaba los ejercicios en casa, sentí claramente que un Falun había entrado en mi vientre, y en otra ocasión sentí el Falun girando dentro de mi cuerpo. Creo que Falun Dafa no es un qigong común y corriente.
Solíamos estudiar el Fa y practicar los ejercicios en casa de un practicante occidental en Manhattan, pero después trasladamos el lugar de práctica al barrio chino de Manhattan. Me encantaba ir a comer a los restaurantes del barrio chino después de practicar los ejercicios. Recuerdo vívidamente las escenas en las que hacíamos la meditación sentada en la nieve y con vientos helados, y echo de menos esos tiempos. Cuando tenía tiempo, ayudaba a corregir las traducciones al chino para The Epoch Times (La Gran Época). También participaba en la promoción de Shen Yun y en la distribución de folletos.
Por aquel entonces, mi mentalidad no era la de un practicante propiamente dicho. Me sentía agotada intentando ganarme la vida. Dada mi edad, y porque me preocupaba mi padre de 93 años, que vivía solo en Japón, decidí regresar.
Volví a mi ciudad natal en enero de 2017, después de 35 años en Estados Unidos. Solicité un visado de turista de dos años porque no estaba segura de poder adaptarme a la sociedad japonesa. Al fin y al cabo, Japón es una sociedad cerrada y no le gustan los extranjeros.
Cultivación en Japón
Durante los dos primeros años, tuve muchos conflictos con los japoneses debido a la barrera del idioma, mis diferentes ideas y las diferencias culturales. Pero gracias a la protección compasiva de Shifu, a los 64 años, logré aprobar el Examen Eiken de Grado 2 y obtener la Certificación Básica Kaigo (una certificación necesaria para brindar servicios de cuidado a personas mayores o discapacitadas). Regresé a mi ciudad natal para cuidar de mi padre.
Lo acompañé durante la última etapa de su vida, durante un año y medio. Le estoy muy agradecida a Shifu por esto. Creo que Shifu lo dispuso todo para mí.
Actualmente estudio el Fa en línea con otros practicantes. Mi japonés ha mejorado mucho gracias a este estudio. También me ha ayudado con mi trabajo de corrección de textos para los medios de comunicación. Estoy agradecida con los practicantes que estudian el Fa conmigo. Al llegar a Japón, no me sentía integrada en la sociedad japonesa, pero los practicantes japoneses compartieron sus conocimientos conmigo y me escucharon con paciencia. Son una gran fuente de apoyo.
Aunque soy mayor y mi japonés no es muy bueno, conseguí un trabajo como profesora de inglés y cuidadora. Trabajo como correctora para nuestros medios de comunicación. Entiendo que estos logros se deben al cuidado y la protección de Shifu.
Mejorando mi xinxing trabajando en los medios y promoviendo Shen Yun
Tuve un trabajo temporal en The Epoch Times mientras estaba en Nueva York. El coordinador en Japón me invitó a unirme al equipo en 2020. Actualmente soy traductora y correctora para el medio. Al leer los artículos, a menudo encuentro mis apegos más arraigados, como el miedo, el egoísmo, la envidia, la búsqueda de comodidad y la competitividad, así como mis problemas de xinxing.
Al principio, tenía muchas quejas sobre otros practicantes. Me quejaba con el coordinador de lo arduo que era el trabajo de corrección. No entendía porqué, siendo yo una recién llegada a Japón, me encargaban corregir artículos complejos sobre temas de actualidad, en lugar de a los practicantes japoneses que llevaban años viviendo en Japón y se dedicaban a la corrección. Durante tres años, mi mentalidad era como la que Shifu describió en "La cuestión de perseguir". Tenía apegos como la envidia, la competitividad y la necesidad de comodidad.
Cada incidente es una oportunidad para el crecimiento personal, y las dificultades en este proceso son normales. Sin embargo, no lo comprendía. Descubrí que mi dominio del japonés y mis habilidades técnicas no estaban a la altura. Necesitaba esforzarme y cultivar con diligencia. Por suerte, otros practicantes me ayudaron. Estoy agradecida por la oportunidad de trabajar en los medios de comunicación.
Al participar en la promoción de Shen Yun en los últimos años, aproveché la oportunidad para identificar mis problemas de xinxing. Otros practicantes me hicieron notar que tenía muchas características estadounidenses, aunque yo me consideraba completamente japonesa. Era egoísta y siempre creía tener la razón. Al comunicarme con otras personas, tenía estos pensamientos y surgían conflictos con otros practicantes. A menudo me preguntaba si me faltaba compasión. De ahora en adelante, me cultivaré con diligencia y seré más considerada.
Desfile de Yukata: Un nuevo experimento de practicantes japoneses
Me impresionó mucho el desfile de Falun Dafa para celebrar el cumpleaños de Shifu, que tuvo lugar en Asakusa el 11 de mayo de este año. Era la primera vez que la mayoría de los participantes eran practicantes japoneses. Si bien los practicantes chinos fueron quienes lo organizaron, los japoneses, como minoría, participamos con valentía junto a ellos y colaboramos de forma excelente. Fue una experiencia muy valiosa para mí.
Nunca antes habíamos participado en un desfile de este tipo. Durante las vacaciones de mayo, asistí al desfile del Festival de las Flores de Hiroshima vistiendo una yukata (un tipo de kimono que se usa en Japón durante el verano). Esa fue mi experiencia previa.
Admiraba a los practicantes japoneses que trabajaban juntos para salvar a los seres conscientes. Quería que la gente de Japón supiera que había muchos practicantes japoneses en el desfile de Falun Dafa. Los practicantes chinos nos sugirieron que usáramos una yukata en el desfile de Asakusa, y estuve completamente de acuerdo. Faltaban solo cinco días para el desfile, y estaba algo preocupada, así que empecé a contactar con practicantes japoneses, la mayoría de los cuales no tenían tiempo para ayudarme. Compré una yukata de segunda mano y unas sandalias de paja. El mayor problema era encontrar a alguien que nos ayudara a ponernos las yukatas.
Acababa de asistir a dos sesiones de un curso sobre cómo ponerse un kimono. Ningún otro practicante japonés sabía cómo hacerlo. No tenían ni yukatas ni sandalias de paja. Como último recurso, pedí ayuda a practicantes en Hiroshima. Por suerte, una de ellas iba a asistir al desfile de Asakusa, así que me tranquilicé un poco. Pudo proporcionarnos las yukatas y las sandalias que necesitábamos. La siguiente pregunta era cuántos practicantes japoneses vendrían a ayudarnos el día del desfile.
Hacía mucho calor el día del desfile. Los practicantes chinos montaron una tienda de campaña que era un horno, incluso por la mañana. Una practicante demostró cómo ponerse la yukata. Varias practicantes japonesas aprendieron a hacerlo allí mismo y ayudaron a las practicantes chinas y vietnamitas a ponérselo. También preparamos los adornos para el cabello. Finalmente, éramos 20 practicantes, incluyendo algunas niñas, vestidas con yukatas, y completamos el hermoso y elegante desfile, que duró aproximadamente una hora.
La multitud a ambos lados de las calles respondió con entusiasmo. La gente se detenía y gritaba: «¡Qué bonitas son las yukatas!», y nos tomaban fotos. Las practicantes del desfile saludaban a la multitud con grandes sonrisas. Nos alegró mucho poder dar a conocer Falun Dafa a más japoneses.
Gracias a las practicantes chinas y con la mirada puesta en el futuro.
La practicante china que dedicó tanto esfuerzo y tiempo a organizar este desfile nos tomó fotos con lágrimas en los ojos. Había solicitado el permiso para el desfile a la policía, preparado la carpa, las yukatas y el agua. No puedo imaginar cómo pudo soportar tanta presión. Los policías exclamaron lo hermoso que fue nuestro desfile.
Me conmovieron profundamente sus sacrificios. Si ella no hubiera sugerido que usáramos yukatas en el desfile, no habríamos tenido un desfile donde los practicantes japoneses fueran la fuerza principal. El desfile se realizó para que la gente de Japón lo viera, pero solo fue posible gracias a la ayuda de los practicantes chinos. No esperaba que el desfile pudiera ser tan alegre. Si trabajamos duro, los practicantes japoneses podemos lograrlo. No hay nada imposible en este mundo. Shifu lo dispuso para nuestros practicantes japoneses.
Mi gratitud a Shifu por su disposición y compasión.
Nuestro desfile no habría tenido éxito sin la inmensa compasión y el fortalecimiento divino de Shifu. ¡Gracias, Shifu! Gracias a los compañeros practicantes que brindaron ayuda desinteresada. Siento la grandeza y las maravillas de Falun Dafa cada día, así como la compasión y la inmensa gracia de Shifu. Cultivaré diligentemente para mejorar mi xinxing y ser digna.
Gracias a la guía de Shifu.
¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!
(Artículo seleccionado presentado en la Conferencia Japonesa de Intercambio de Experiencias de Falun Dafa 2025)
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