(Minghui.org) Antes de abordar el tema de la unidad entre mente y materia, permítanme compartir dos historias de cómo médicos legendarios de la antigua China curaron a sus pacientes sanando sus corazones.

Un funcionario se cura tras un arrebato de furia

Hua Tuo fue un renombrado médico durante la dinastía Han del Este. Su conocimiento de la medicina china era extenso y profundo. Fue especialmente famoso por su pericia quirúrgica, pero también alcanzó un estatus legendario por su habilidad para curar dolencias psicológicas y emocionales.

Un magistrado de condado enfermó, y Huo Tuo determinó que solo un intenso arrebato de ira podría curarlo. Para provocarlo, Hua Tuo aceptó repetidamente los regalos del magistrado y se negó a tratarlo, marchándose finalmente sin dar explicaciones y dejando tras de sí una carta de severa reprimenda. Enfurecido, el magistrado envió a alguien a matar a Hua Tuo, pero su hijo intervino, comprendiendo la intención del médico. La furia del magistrado alcanzó su punto máximo, provocándole un vómito de sangre abundante, tras el cual su enfermedad desapareció.

Una buena carcajada curó la depresión de un erudito

Otro médico legendario, Zhu Danxi —también conocido como Zhu Zhenheng— fue una figura muy respetada durante la dinastía Yuan.

Un erudito de Pujiang perdió a su esposa poco después de casarse. Abrumado por el dolor, cayó en una profunda depresión. El renombrado médico Dai Sigong lo trató varias veces, pero no mostró mejoría. Dai le recomendó entonces que viajara a Yiwu para consultar con Zhu.

Mientras examinaba al erudito, Zhu le tomó el pulso y exclamó: «¡Ah, está usted embarazado!». Al instante, el erudito estalló en carcajadas.

Zhu continuó: «Es cierto, está usted embarazado. Permítame recetarle una medicina para proteger al feto». El erudito rió aún más fuerte. Tras regresar a casa, les contaba a todos: «¡Zhu Danxi, el legendario médico de Yiwu, dice que estoy embarazado, ja, ja!». Reía sin parar todos los días. En dos semanas, su depresión había desaparecido, sin necesidad de medicamentos.

La teoría de la medicina china se basa en los conceptos del Yin y el Yang, los Cinco Elementos y los canales energéticos, conocidos como meridianos, que recorren el cuerpo. Los Cinco Elementos representan los cinco tipos de energía que existen en los niveles microscópicos del universo: metal, madera, agua, fuego y tierra. Estas cinco fuerzas en constante movimiento impulsan el surgimiento y la decadencia de todas las cosas, incluido el cuerpo humano. La medicina china busca, fundamentalmente, regular el flujo sanguíneo y la función de los órganos actuando sobre esta energía invisible.

Las siete emociones —ira, alegría, aprensión, anhelo, tristeza, miedo y terror— forman parte del sistema energético del universo, y cada una porta la energía de uno de los cinco elementos. En la medicina china, estas emociones se asocian con los cinco elementos y sus órganos internos correspondientes de la siguiente manera:

Ira: hígado (madera)
Alegría: corazón (fuego)
Aprehensión y dolor: pulmón (metal)
Anhelo: bazo (tierra)
Miedo y susto: riñón (agua)

Retomando el caso descrito anteriormente, la intensa ira del magistrado estimuló la energía de la madera del hígado hasta su máximo nivel. Esta poderosa energía eliminó la sangre estancada —responsable de su enfermedad— por la boca, lo que resultó en su completa recuperación.

En el segundo caso, la amada esposa del erudito falleció poco después de su matrimonio, dejándolo profundamente afligido, enfermo y deprimido. El excesivo anhelo provocó el estancamiento de la energía de la tierra en su bazo. Según el principio de generación e inhibición mutuas de los cinco elementos, la energía del fuego en el corazón genera energía de la tierra en el bazo, por lo que la alegría contrarresta el anhelo. La energía gozosa del corazón disminuyó gradualmente la energía estancada y latente del bazo, restableciendo el equilibrio y la función de los órganos. Como resultado, la enfermedad del erudito sanó.

Shifu dijo:

“En nuestro campo ideológico ha existido siempre la cuestión de cuál de las dos es primaria: la materia o el espíritu; siempre se ha discutido y debatido este tema. En realidad, les digo a todos, materia y espíritu son lo mismo” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Se sabe que las siete emociones pertenecen al reino espiritual. Sin embargo, también portan la energía de los cinco elementos. Por lo tanto, la espiritualidad es energía, que es una forma de materia.

Reflexiones finales

La medicina china entiende que la mayoría de las enfermedades son causadas por “seis factores externos y siete emociones”. En otras palabras, las siete emociones no solo curan enfermedades, sino que también las causan. El conocimiento de la medicina tradicional china es, sin duda, amplio y profundo.

Para los practicantes de la medicina occidental, la medicina tradicional china puede parecer inconcebible. Los enfoques occidentales se centran principalmente en órganos, tejidos y células tangibles, mientras que la medicina tradicional china aborda elementos intangibles que trascienden el cuerpo físico. Los remedios en la medicina china operan según principios sutiles, ajustando el cuerpo a nivel microscópico. Como resultado, la enfermedad de los casos tratados con este enfoque suele tener menos probabilidades de recurrencia.

La medicina tradicional china se basa tradicionalmente en cuatro métodos diagnósticos clave: observación, auscultación, interrogatorio y palpación. Sin embargo, la medicina china contemporánea a menudo adopta un enfoque diferente. Muchos médicos en hospitales de medicina china de renombre ahora solicitan numerosas pruebas y análisis tras breves consultas con los pacientes. Si bien algunos médicos aún diagnostican palpando el pulso, muchos otros prescinden de esta práctica y, en cambio, se basan en el conocimiento médico occidental para prescribir medicamentos. Presenciar este alejamiento de los fundamentos tradicionales hacia la  occidentalización es desalentador.