(Minghui.org) Recientemente, presencié un incidente que me permitió comprender mejor cómo los practicantes deberían usar la tecnología, especialmente la inteligencia artificial (IA)

Un día antes de que Minghui publicara el nuevo artículo de Shifu, “¿Por qué Shen Yun puede salvar a la gente?”, me encontraba en casa de una practicante que deseaba preparar contenido para un proyecto de Dafa, dentro de un programa enfocado en la cultura tradicional. Su intención era extraer historias con mensajes morales y temas de valores tradicionales de uno de los libros clásicos antiguos. Sin embargo, como el libro era bastante grande y tenía muchas páginas, le llevaba mucho tiempo encontrar esos contenidos dentro del texto

Así que quería usar IA para realizar la tarea. Yo estaba junto a ella, haciendo los ejercicios de pie. Durante la hora y media que estuve practicando, la vi batallar con las instrucciones de la IA; por más que le explicara claramente lo que quería o la tarea que debía realizar, la IA seguía dando resultados irrelevantes y sin sentido. A diferencia de otras veces en las que obtenía respuestas fácilmente de la IA para cosas como traducción o trabajo técnico, esta vez era como si estuviera tratando con un ser torpe. Al final, después de más de una hora y media, se rindió frustrada.

Al día siguiente, Minghui publicó el último artículo de Shifu. Al día siguiente, mientras estaba meditando, esta frase de ese artículo apareció de repente en mi mente: “Sin embargo, la humanidad continúa deslizándose por el camino que da solo importancia a la tecnología y no a la moralidad tradicional...” (¿Por qué Shen Yun puede salvar a la gente?).

Esta frase me recordó inmediatamente el incidente que había presenciado dos días antes. Comprendí que Shifu ya había dado la respuesta en ese artículo. Mi conclusión personal fue que no podemos esperar que algo (la tecnología y la IA) desarrollado a costa de las virtudes tradicionales nos ayude realmente a crear algo que promueva dichas virtudes.

Podemos usar la tecnología y la IA para facilitar nuestro trabajo, acelerar nuestros proyectos y aumentar la eficiencia; sin embargo, no podemos esperar que la IA nos reemplace en la creación de obras o en la salvación de seres conscientes, ni que cumpla nuestra misión por nosotros. Debemos ser nosotros quienes asumamos la responsabilidad de dirigir y gestionar nuestro trabajo, no la IA decidiendo y pensando por nosotros.

Recientemente, también noté otro fenómeno curioso entre los nuevos practicantes. Una de ellas, que acababa de obtener el Fa, le preguntó a la IA durante un conflicto, cuál era su problema y de qué apegos debía desprenderse en esa situación. Esto podría parecer increíble o incluso gracioso para los practicantes veteranos, pero con el avance de la sociedad actual y la creciente dependencia de la tecnología y la IA, muchos han comenzado gradualmente a delegar la responsabilidad de sus acciones —e incluso de sus pensamientos— a la IA.

Si no dejamos ir apegos como la pereza, la búsqueda de que se hagan las cosas, la mentalidad de buscar resultados con el mínimo esfuerzo o centrarnos solo en la forma exterior de las cosas mientras ignoramos su esencia interior, podemos vernos fácilmente influenciados e interferidos por la tecnología y la IA.

Lo anterior refleja mi entendimiento personal. Si hay alguna incongruencia con la de la FA, por favor, indíquelo.

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.