Agradecimiento de una practicante de Falun Gong de más de 100 años

(Minghui.org)  Nací en 1921. Este año cumplo 104 años. Anteriormente fui profesora de primaria. Comencé a practicar Dafa en 1996 después de ver a muchas personas haciendo ejercicios en la calle.

Antes de comenzar a practicar Dafa, tenía muchas enfermedades, incluyendo venas inflamadas, hemorroides y una enfermedad en los pies. Todo mi cuerpo estaba dolorido. Poco después de comenzar a practicar, todas mis enfermedades desaparecieron. Mi cuerpo se volvió ligero y libre de dolencias. Hasta la fecha, no he tomado ni una sola pastilla. Tengo buena vista y oído, no uso gafas, mi espalda está recta y puedo cuidar de mí misma. Puedo hacer tareas domésticas ligeras, como lavar la ropa y cocinar. Camino con facilidad e incluso planté plántulas cuando tenía más de 90 años.

El Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Gong el 20 de julio de 1999. Un día, los practicantes fueron arrestados y llevados a la comisaría. Como tenía más de 80 años, un funcionario me llevó a casa.

Cuando cumplí 100 años, ocurrieron milagros. No compré ninguna gominola de fruta, pero un día, mientras me lavaba los pies, descubrí dos caramelos junto al recipiente que utilizaba para lavarlos. Pensé que debían ser de Shifu y me las comí. Otro día, volví a encontrar caramelos en mi cama y en el suelo. Había 20 en total. Me sentí increíble después de comerlos. ¡Gracias, Shifu!

Hago los ejercicios todas las mañanas, los cinco juegos de una sola vez. Estudio el Fa a diario, leo materiales para aclarar la verdad y envío pensamientos rectos.

Empecé a montar en bicicleta cuando tenía 60 años. Desde que tenía 90 años hasta hoy, voy en bicicleta al mercado todos los días para contarle a la gente la verdad sobre la persecución. Llueva o haga sol, recorro varios kilómetros hasta el mercado. Ayer llovía a cántaros, pero salí a la tetería a tomar té y comprar cosas para poder hablar con la gente sobre Dafa. Me siento ligera cuando voy en bicicleta, como si alguien me empujara. ¡Voy muy rápida! ¡Gracias, Shifu, por sus bendiciones!

Un día, cuando tenía 96 años, subí una escalera para cortar las ramas de un árbol. No había nadie en casa en ese momento. Me caí desde una altura de casi dos metros. Al principio no podía moverme. Le pedí a Shifu que me protegiera de inmediato. Después de un rato, me levanté lentamente del suelo. ¡Estaba bien! ¡Gracias, Shifu, por salvarme!

Este año, varios funcionarios del Partido vinieron a visitarme a mi casa. Después de que se marcharon, descubrí que los libros y materiales de Dafa que tenía sobre la mesa habían desaparecido. Los adornos para aclarar la verdad que había colgado en mi bicicleta también habían desaparecido. Le dije al funcionario del Partido: «Si los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia son malos, ¿me está diciendo que el engaño, la maldad y la lucha son buenas?». Se marchó sin decir nada.

Sigo yendo al mercado todos los días y estudiando el Fa, haciendo los ejercicios y enviando pensamientos rectos en casa. Hago lo que debe hacer una practicante de Dafa. ¡Gracias, Shifu, por su salvación!

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.