(Minghui.org) He practicado Falun Dafa durante 24 años. Me siento humilde y agradecida con Shifu por darme esta oportunidad. Ahora gozo de buena salud física y mental, e incorporo los principios rectores de Falun Dafa —Verdad, Benevolencia y Tolerancia— en todo lo que hago.

He comprendido que las dificultades que enfrento son oportunidades para elevar mi carácter y transformarlas en bendiciones. Los obstáculos se han convertido en una fuerza impulsora en mi cultivación. Falun Dafa me ha refinado y me ha ayudado a comprender que la verdadera felicidad en este mundo proviene de estar inmerso en el Fa.

El 17 de junio de 2024 asumí el cargo de directora de contabilidad en una escuela secundaria en Taiwán, tomando la responsabilidad de las finanzas. La escuela atravesaba serios problemas financieros, y la comunicación y colaboración entre el personal eran tensas. Sentí que sería un gran desafío resolver esa situación.

Primero miré hacia adentro e identifiqué apegos al interés propio, y trabajé para eliminarlos. Puse las necesidades de los demás antes que las mías. Al mantenerme calmada, pude resolver muchos desafíos con sabiduría. En marzo recibí el Premio al Funcionario Financiero Sobresaliente otorgado por la Oficina de Contabilidad del Gobierno de la Ciudad de Taoyuan. De más de 200 escuelas en la ciudad, fui la única galardonada. Sé que, de no practicar Falun Dafa, jamás habría recibido este honor.

Promover la cooperación para resolver problemas

Cuando comencé a trabajar en la escuela, encontré graves irregularidades en las cuentas. Por ejemplo, fondos que el director había recaudado con mucho esfuerzo fueron desviados a otros fines, y proyectos concluidos años atrás seguían registrados como anticipos. El director estaba tan molesto que reportó el problema a la Oficina de Educación. El director de la oficina de contabilidad me pidió identificar y corregir los errores dejados por mi predecesor lo antes posible.

Además de los problemas contables, había una grave falta de coordinación entre los miembros del equipo administrativo. Por ejemplo, las facturas de servicios públicos solían pagarse después de la fecha límite, generando multas. Los fondos para diversos proyectos también se retrasaban con frecuencia, lo que causaba un ciclo de culpas entre los departamentos y la oficina contable, ya que todos pensaban que era responsabilidad de otro.

La exdirectora de contabilidad me comentó que había mandado hacer un sello con el que marcaba la hora de recepción de todos los documentos oficiales, para protegerse. Los otros departamentos también sellaban los documentos que enviaban y anotaban la hora, por temor a ser responsabilizados. El ambiente era muy tenso.

Informé al personal administrativo que no los trataría como enemigos. Procesé los documentos oficiales con eficiencia, generalmente el mismo día de su recepción. Restablecí la comunicación y la colaboración entre los departamentos. Asumí la responsabilidad de mis errores y no culpé a otros. Animé a todos a trabajar en equipo y hacer bien las cosas. Como resultado, la tensión entre los departamentos desapareció y el ambiente se volvió armonioso.

Aplicar los principios de Falun Dafa en el trabajo

Cuando llegué por primera vez a la escuela, mis compañeros me dijeron que el personal administrativo solía tener conflictos con el área contable.

Durante mi primer mes de trabajo concilié las cuentas con una compañera llamada Ming. Ella señaló que las cuentas no cuadraban, pero no encontraba el problema. Sin embargo, se fue temprano ese día, aunque la conciliación mensual aún no estaba lista y afectaría los registros del mes siguiente. Llevé los libros a casa, los revisé y al día siguiente le indiqué a Ming dónde estaba el error.

Durante los dos meses siguientes, los problemas en la conciliación persistieron. Ming seguía sin encontrar las discrepancias y nuevamente se fue temprano en momentos críticos. Su actitud hacia el trabajo me hizo sentir frustración y resentimiento. Pero pronto me di cuenta de que ese era un estado incorrecto, así que me corregí. Me recordé que, sin importar la situación, debía conducirme según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Le expliqué a Ming que la clave para cuadrar las cuentas era conciliarlas regularmente con los estados financieros externos, revisar los tiquetes, notas o facturas, además de verificar que coincidieran y así evitar errores al final del mes. Tras mostrarle cómo hacerlo, logró hacer el balance de las cuentas cada mes y preparar un informe explicando cualquier diferencia. Aunque llevaba más de cuatro años en ese puesto, no sabía hacerlo correctamente hasta que le enseñé como hacerlo.

A principios de mayo, al conciliar las cuentas de abril, Ming entró a mi oficina una tarde, me entregó un recibo y dijo: “¡Por fin lo descubrí!”. Vi que había omitido un registro del día 10. Sonreí y le respondí: “¡Eres increíble! Lo resolviste tú sola”.

La relación, antes tensa, entre el área contable y el resto del personal mejoró gracias a la aplicación de los principios de Falun Dafa. Esto llevó a una convivencia más armoniosa entre colegas.

Mirar hacia dentro durante los conflictos familiares

Durante los últimos seis meses he tenido conflictos con mi esposo e hija. Sentía que algo no estaba bien, pero no podía identificar mis apegos. Para ayudarme a mirar hacia dentro, comencé a memorizar el Fa, y he notado efectos positivos. Entiendo los principios, pero en la práctica me doy cuenta de que estoy lejos de alcanzar los estándares del Fa.

Memorizar el Fa ha elevado mis pensamientos de manera inesperada. Cada mañana, después de estudiarlo, siento gran paz porque mi mente y cuerpo se reequilibran. Una mañana, al sentir una calma especial, comprendí la raíz de los conflictos familiares de los últimos meses.

Vi mi naturaleza humana: no podía soltar mi apego a la familia, disfrutaba intervenir en sus asuntos y corregirlos. Aunque mis intenciones eran buenas, mi familia no lo apreciaba y yo no mantenía la calma, lo que generaba discusiones.

En apariencia, parecía que ellos eran los culpables, pero en realidad era mi corazón el que causaba los conflictos; por eso me contradecían. En resumen, los desacuerdos provenían de mis apegos y terquedad. Una vez que entendí mi error, debía actuar rápidamente para corregirme, purificar mi corazón y así recuperar la armonía familiar.

Shifu nos protege en todo momento

He practicado Falun Dafa por más de 20 años y a menudo siento que Shifu está a mi lado. Del 23 al 27 de abril de este año, Shen Yun se presentó en el Centro de Artes Escénicas de Taoyuan, en Taiwán. Tuve la fortuna de asistir a dos funciones.

La mañana del 25 de abril fui primero al Gobierno de la Ciudad de Taoyuan a entregar unos documentos. Tomé el elevador al piso 15 y, al salir, vi a dos mujeres empujando un carrito.

Les pregunté: “Disculpen, ¿dónde está el Departamento de Ciencias de la escuela secundaria?”. Una de ellas respondió de inmediato: “Está por allá. ¿Me estás buscando? ¿Vienes a entregar documentos al Sr. Xu?”. Le respondí: “¡Sí!”. Fue una coincidencia tan oportuna que sentí una profunda gratitud hacia Shifu por haberla dispuesto.

Después de entregar los documentos, me dirigí al teatro con la esperanza de llegar antes de la 1:30 p. m. Llovía ese día, así que quería encontrar un estacionamiento cercano. Al pasar por uno, le dije a mi esposo que me estacionaría ahí porque parecía estar más cerca. Me contestó que no veía espacios libres y seguimos buscando. Finalmente hallamos otro con tres lugares disponibles.

Al caminar hacia el teatro, nos dimos cuenta de que ese estacionamiento quedaba muy cerca del recinto. Fue otra coincidencia que me llenó de gratitud hacia Shifu.

En la danza “Crimen sin precedentes”, una pareja es perseguida por seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El esposo logra superar la prueba y finalmente se reencuentra con su esposa.

El hombre fue perseguido en un campo de trabajo por su fe y le extirparon las córneas. Aunque sobrevivió, quedó ciego. En su momento más oscuro, Shifu le devolvió la vista. Mientras veía la escena, las lágrimas llenaron mis ojos. Sentí la constante protección de Shifu, quien siempre vela por nosotros los practicantes.

Me siento profundamente afortunada de estar viva en este momento histórico tan crucial y poder practicar Falun Dafa. Me esforzaré por mejorarme, asimilarme a los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, cultivarme, asistir a Shifu a salvar a los seres conscientes y retribuir su inmensa compasión.

Gracias, Shifu. Gracias, compañeros practicantes.