Obteniendo una nueva oportunidad de vida después de cultivarme en Dafa y sobrevivir ilesa a un accidente

(Minghui.org) Tuve la suerte de conocer Falun Dafa cuando tenía unos 40 años en 1996. Llevo 29 años cultivándome y tengo más de 70. Agradezco a Shifu por enseñarme a ser una buena persona, a diferenciar la rectitud de la maldad y por transformarme de una persona inútil plagada de enfermedades a una buena persona, físicamente ágil y saludable. Me gustaría compartir algunos de los encuentros milagrosos que tuve cuando comencé a practicar Falun Dafa.

Todas mis enfermedades curadas

Antes de cultivarme en Dafa, tenía múltiples problemas de salud. Aunque solo tenía unos 40 años en ese momento, no parecía una persona normal y estaba parcialmente paralizado. No podía levantar el brazo ni la pierna derechos, y sentía el hombro derecho muy pesado. Me dolían tanto las rótulas que me costaba aún más caminar. Mi oído derecho no oía con claridad y tenía migrañas en el lado derecho de la cabeza. La división entre el lado izquierdo y el derecho de mi cuerpo era evidente. El lado izquierdo sudaba profusamente y el ojo izquierdo no se abría. El lado derecho estaba seco y no sudaba nada. El médico dijo que esto se debía a trastornos neurológicos y que era más difícil de tratar que el síndrome de Ménière.

Además, sufría mareos intensos, complicaciones del confinamiento, problemas estomacales y dolor de espalda. Todas las mañanas, desde que me despertaba, me sentía muy incómoda. Sentía la garganta como si me faltara el aire. Tenía el rostro pálido y la piel flácida. Tenía ojeras, los labios morados y las mejillas hundidas. Estaba demacrada y prácticamente no podía realizar ningún trabajo pesado. Fruncía el ceño todos los días, y eso me hacía parecer que iba a morir en cualquier momento. No tenía más remedio que seguir visitando hospitales, médicos y brujas. Busqué remedios y también probé el qigong, pero nada me ayudó.

Sin embargo, un mes después de empezar a practicar Falun Dafa, todas mis enfermedades desaparecieron y me recuperé sin darme cuenta. Podía levantar brazos y piernas, caminar con normalidad y estaba llena de energía ilimitada.

Desde joven, tuve la idea de cultivarme. Me gustaba leer historias sobre inmortales. Así que cuando conocí Dafa por primera vez, me sentí eufórica. No hay palabras para describir lo que sentí cuando finalmente encontré el Fa que enseña a la gente a cultivarse. Por fin lo encontré. Eso fue en 1996. Un día, vi a alguien con una insignia del emblema de Falun, que parecía especialmente hermosa. Le pregunté: "¿Qué es eso?". Ella respondió: "Estoy practicando Falun Dafa, y esta es una insignia de Falun. Esta práctica es excepcionalmente buena". Dije: "En ese caso, yo también quiero practicarla". La practicante me presentó brevemente las cinco series de ejercicios y me dijo que me traería un libro para leer. Ese día, al llegar a casa, comencé a realizar los ejercicios en la cama, colocando las piernas en la posición de loto y juntando las manos. Después, mi tianmu se abrió y la imagen que vi fue tridimensional. Era muy clara. Sin embargo, al abrir los ojos, la imagen desapareció. Estaba muy emocionada y deseaba recibir el libro.

Al día siguiente, obtuve el preciado libro Zhuan Falun. Esa noche no dormí. Simplemente seguí leyendo el libro y lo terminé en un día. Cuando recién comenzaba a practicar, era excepcionalmente feliz y me encantaba hacer los ejercicios. Pude entrar en un estado de tranquilidad en cuanto comencé a meditar. Después de entrar en ese estado de tranquilidad, podía ver todo tipo de escenas y cosas como dragones y fénix. También vi el Fashen de Shifu con el cabello azul y rizado, como el cabello de un Fo Rulai.

No me sentía nada cansada. Todas las mañanas, iba al lugar de práctica a hacer los ejercicios a las 3 o 4 de la madrugada. Mi familia era numerosa, así que tenía que lavar la ropa, preparar la comida, limpiar la casa y administrar el negocio. Por la noche, después de terminar todas las tareas, estudiaba Zhuan Falun. Vi que los caracteres negros del libro se volteaban y revelaban caracteres rojos.

Sobreviviendo a un accidente de coche ilesa

Fue alrededor de 1998 cuando sufrí un accidente de coche. Iba en bicicleta a casa de un practicante desde un callejón cercano, cuando pasó un triciclo y rodé debajo del vehículo. El conductor, asustado, se bajó rápidamente del triciclo. Temblando, me preguntó: "¿Estás bien? Vamos al hospital". Me levanté y dije: «Estoy bien, no necesito ir al hospital. Practico Falun Dafa y cuento con la protección de mi Shifu. No hay problema, no tienes que preocuparte y no necesitas compensarme». También dije: «Solo ayúdame a sacar mi bicicleta y repararla». El manillar estaba torcido y la rueda y el guardabarros estaban enrollados. Me ayudó a enderezar el manillar y el guardabarros, y la bicicleta estaba bien. Me levanté y pude caminar, así que me subí a la bicicleta y fui a casa de un practicante para estudiar el Fa.

Después de estudiar el Fa, la zona que sangraba quedó cubierta con una capa protectora. El practicante dijo: "¿Sabes cuánto yeli te libraste? ¡Esto equivale a pagar una vida!".

Recuerdo que al día siguiente del accidente, tenía las piernas moradas y negras. Mi esposo no era practicante y me regañó por ser ingenua y por no haberle pedido ni un número de contacto al conductor por si acaso pasaba algo. Dijo que una persona en su fábrica había sido atropellada por un coche y que el accidente fue menos grave que el mío, pero que estaba hospitalizado y que los coágulos no desaparecían, así que tuvo que ser operado. Le dije: "No tengo ningún problema. Si lo hay, no puedo buscar al conductor, ya que es mi propio ye". Le dije: "Shifu me cuida, así que no habrá ningún problema. No tengas miedo. Si no lo crees, solo observa". Después de eso, hice los ejercicios y estudié el Fa a diario, y realicé las tareas domésticas con normalidad, sin faltar al trabajo. Las zonas con coágulos de sangre se recuperaron en unos 10 días.

Una pariente de mi suegra también fue atropellada por un coche casi al mismo tiempo que yo. De hecho, su accidente no fue tan grave como el mío. No dejó que el conductor se fuera. Le impidió irse y le pidió una indemnización de 4.000 yuanes (560 dólares estadounidenses). Al final, ella permaneció en cama dos meses, mientras que yo me recuperé en unos 10 días. Les dije a mis familiares y amigos: "¿Ven lo extraordinario que es Dafa?" Todos dijeron que era realmente asombroso.

En otra ocasión, el perro enorme de mi vecino me mordió y sangré. El dueño del perro me pidió que me vacunara. Respondí: "No hay problema. Yo cultivo Dafa". No me vacuné ni pedí ninguna indemnización. La herida sanó y no hubo ningún problema. Mi vecino se conmovió mucho y dijo: “La gente que cultiva Dafa es realmente buena. Si esto le hubiera pasado a otra persona, las cosas serían diferentes. Incluso habría tenido que gastar miles de yuanes”.

Antes de obtener el Fa, apenas tenía cuarenta y tantos años, pero estaba plagada de enfermedades y me veía muy demacrada. Acababa de llegar a la mediana edad, pero esperaba la muerte. Sin embargo, obtuve el Fa. Solo pensaba en la suerte que tenía de poder aprender Dafa. Si todos en la tierra supieran que Dafa es bueno, ¡cuánta gente se beneficiaría! ¡Eso traería tanta felicidad a la sociedad! Cuando comencé a practicar, no había persecución del Partido Comunista Chino (PCCh). Más tarde, en 1999, presencié la petición pacífica del 25 de abril y los arrestos masivos del PCCh el 20 de julio. Después de eso, fui detenida ilegalmente por decir: “Falun Dafa es bueno”. La persecución ha sido brutal. Sin embargo, la cultivación es sagrada. La benevolencia y la grandeza de Dafa ya estaban arraigadas en mi corazón. A lo largo de estos años, Dafa también me ha templado.

Ya tengo más de setenta años, pero estoy radiante, ligera y llena de energía. Durante todos estos años, no he tomado ningún medicamento y ya no soy una persona tímida que le teme a los problemas. Soy capaz de afrontarlos y resolverlos con calma. Los cultivadores son compasivos. En mi numerosa familia, cada vez que hay festividades importantes, a mis parientes y amigos les gusta venir a mi casa a comer. Mis hijos apoyan mi cultivación y todos han recibido grandes recompensas.

Al recordar los últimos 29 años de cultivación, no tengo palabras para expresar mi gratitud. Shifu nos ha sacado del infierno, nos ha purificado y nos ha guiado por el camino de regreso a nuestro verdadero ser. Shifu ha sacrificado tanto y ha sufrido tanto por nosotros. ¡Solo cultivándonos diligentemente y esforzándonos aún más por hacer bien las tres cosas podremos corresponder a nuestra gratitud hacia Shifu!