(Minghui.org) Recientemente, después de cenar con un compañero practicante, mis encías se inflamaron y me sentí muy incómodo. Pensé que debía ser porque dije algo incorrecto. Miré hacia adentro y, al principio, creí que se trataba de una combinación de alegría y deseo de presumir, ya que me sentía relajado al conversar con un practicante en quien confiaba.
Pero sentía que no estaba encontrando la causa verdadera. Mientras participaba en charlas grupales y leía los artículos de intercambio de otros practicantes en el sitio web Minghui, me di cuenta de que tenía la tendencia de “imponer mis opiniones a los demás”: pensaba que mi forma de llevar a cabo un proyecto era mejor y esperaba que los demás practicantes siguieran mi ejemplo.
Cada practicante se encuentra en un nivel diferente, y sus experiencias personales reflejan sus comprensiones en ese nivel. No se puede imponer a otros el principio que uno ha comprendido ni usarlo para guiar su cultivación; no debemos olvidar que los principios que uno percibe solo se aplican en ese nivel.
Lo que Shifu nos enseña es el Fa. La comprensión que obtenemos del Fa es una pista de Shifu, que nos ayuda a mejorar en distintas etapas. No podemos usar el principio que hemos comprendido para guiar a otros en su cultivación ni considerar que nuestra propia comprensión es absolutamente correcta. Si seguimos actuando así, perturbaríamos seriamente el Fa.
Mantener reverencia hacia Shifu y el Fa, y evitar la interferencia demoníaca de la propia mente
El sitio web Minghui publicó un artículo de intercambio que advertía a algunos practicantes que se sienten satisfechos consigo mismos, recordándoles que este sentimiento es un demonio que ha destruido a muchos practicantes de Dafa.
El “sentirse bien consigo mismo” se manifiesta de muchas maneras, como pensar que uno es bueno estudiando el Fa, validando el Fa, siendo diligente o capaz de soportar dificultades. Este sentimiento se ha vuelto algo natural para algunos practicantes.
Descubrí que la arrogancia y la autosuficiencia son la raíz del “sentirse bien consigo mismo” y de “imponer la propia opinión a los demás”: una tendencia a sobreestimarse sin darse cuenta de que todo proviene del Creador. Si podemos mantener reverencia por Shifu y el Fa en todo lo que hacemos y en cada persona con la que tratamos, podremos conservar una mente humilde y pacífica, manifestando la inmensa compasión de Shifu y las maravillas de Dafa.
Cada vez que tengo conflictos con otros practicantes o menosprecio a la gente común, necesito darme cuenta de que todo eso refleja mi falta de fe en Shifu y en el Fa. Si recordara que esa persona fue alguna vez un ser divino grandioso en el Cielo, que descendió valientemente al mundo porque creía firmemente que Dafa podría salvarlo, la respetaría mucho en lugar de rechazarla. También la respetaría profundamente si recordara que es una vida preciosa creada por el Creador.
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