(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1998. Durante los últimos 27 años, experimenté y presencié personalmente la belleza y el poder de Dafa, así como la protección compasiva del Shifu.

Nací en una zona rural en la década de 1960, durante la Gran Hambruna. Nunca tuve suficiente para comer y mi salud era mala. Debido a un parto difícil y a un procedimiento médico fallido, sufrí dolores de cabeza durante 12 años. También desarrollé enfermedades cardíacas, sinusitis, hipoglucemia, migrañas y otras dolencias. Me resfriaba con frecuencia y mi sistema inmunitario era débil. Estaba pálida y delgada, e incluso hablar me costaba mucho trabajo. Solo tenía treinta y tantos años, pero parecía que tuviera cincuenta. Pesaba solo unos 32 kilos.

Tenía un pequeño negocio para llegar a fin de mes. Todas las mañanas, mi esposo me llevaba en bicicleta y me recogía por la tarde. Solía acostarme en cuanto llegaba a casa. Él se encargaba de todas las tareas del hogar, compaginando su trabajo con la crianza de los niños y cuidándome a mí. El ajetreo constante era insoportable.

Una niña perdida encuentra el camino a casa

Un día de 1998, una señora mayor vino a mi tienda a comprar algo. Al ver que no me sentía bien, me dijo: “Antes yo tenía mala salud, pero mis enfermedades se curaron después de que empecé a practicar Falun Dafa. Falun Dafa puede mejorar la salud”. Quise intentarlo.

Su esposo me compró una copia del preciado libro Zhuan Falun esa tarde. Me senté en mi cama por la noche y, después de leer algunas páginas, le dije a mi esposo: "Falun Dafa enseña a la gente a ser buena, y también es una práctica de cultivación. ¡Es genial! ¡Deberías echarle un vistazo también!". El primer día que llevé Zhuan Falun a casa, mi ánimo aumentó.

El esposo de la mujer vino a mi tienda una semana después y me preguntó: "¿Has leído el libro?". Le dije: "Sí, está muy bien escrito. Pero no puedo leer mucho tiempo porque me duele la vista". Me respondió: "Leer libros de Dafa no te hará daño a la vista; tu vista mejorará". Pero objeté: "El primer día que lo leí, me dieron calambres en las plantas de los pies".

Entonces exclamó: “Esto significa que Shifu te está cuidando y purificando tu cuerpo. Si quieres aprender los ejercicios, hay un lugar de práctica cerca. Ve por la mañana y te enseñarán. ¡Es gratis!".

Después de practicar solo unos días, experimenté algunos milagros. Tenía problemas estomacales desde niña. Sentía náuseas después de comer, e incluso beber agua me incomodaba. Pero tan solo unos días después de empezar a practicar Falun Dafa, incluso antes de aprender bien los ejercicios, pude comer y ya no me dolía el estómago. Mis dolores de cabeza desaparecieron. Me sentía con energía y ya no tenía miedo de caminar de noche. Incluso el ambiente en mi casa mejoró. ¡Fue realmente asombroso!

Agradezco a Shifu por enseñarme un Fa tan maravilloso, que ayudó a una niña perdida como yo a encontrar el camino a casa. Siempre que tenía tiempo en la tienda, leía Zhuan Falun y practicaba los ejercicios. A medida que profundizaba en el Fa, entendí la seriedad de la cultivación. La cultivación requiere una estricta autodisciplina según los estándares de Dafa, y uno debe elevar su xinxing.

Antes de empezar a practicar, era irrazonable y de mal genio, y discutía por cualquier cosa. También tenía malos hábitos como insultar, mentir y chismear. Después de practicar Dafa, dirigí mis negocios con honestidad y rectitud, y me abstuve de engañar y mentir. Trataba a todos con transparencia e integridad. Me esforzaba por ser una buena persona en la sociedad, tratando a los demás con bondad y considerándolos primero.

Unos dos o tres meses después de empezar a practicar, todas mis dolencias desaparecieron y subí más de nueve kilos. Mi tez se sonrojó y me sentí renovada y alegre. Mis clientes notaron los cambios y me preguntaron: "¿Qué medicina mágica tomaste? ¡Tu tez se ve tan bien!". Con orgullo respondí: "¡Es porque practico Falun Dafa!".

Derrumbando las mentiras sobre Falun Dafa

El Partido Comunista Chino lanzó la frenética persecución el 20 de julio de 1999 y difundió mentiras sobre Falun Dafa en televisión y otros medios. La mentira de "La farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen", en particular, envenenó profundamente a la opinión pública.

Tenía un ejemplar de Zhuan Falun en mi tienda y les explicaba la verdad sobre la persecución a mis clientes. Les dije que "La farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen" era una farsa orquestada por Jiang Zemin. Saqué Zhuan Falun, lo abrí por la Lección Siete y les mostré lo que el Shifu dice sobre el tema de matar vidas. Les dije: "El suicidio también es matar". Mis clientes lo entendieron.

Una vez, un cliente me trajo algo que quería reparar. Le puse "Viaje através del Cielo y la Tierra" en un pequeño reproductor de DVD. Después de reparar el artículo y de ver el video, el cliente dijo: "¡Todos te malinterpretamos!". Después, me aseguré de que mis clientes vieran el video sobre la "La farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen" para que comprendieran la verdad sobre la persecución.

Un día, mientras le aclaraba la verdad a un cliente, mi voz sonaba bastante fuerte. La gente que pasaba me oyó hablar de Falun Dafa y entró a escuchar. Entre ellos, un hombre mayor, que regresó al día siguiente y dijo: “Ayer escuché algunas cosas. Pensé que dijiste algo bueno, pero no lo entendí del todo. Así que hoy quiero que me cuentes más sobre Falun Dafa. ¿Qué tipo de práctica es? ¿Por qué no la permite el gobierno?”. Le expliqué la verdad durante más de una hora y le di un ejemplar de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y algunos materiales para aclarar la verdad. Le pedí que los leyera con atención. Después de eso, volvió para hablar de vez en cuando.

Pasaron algunos años, pero no lo volví a ver. Un día, lo vi pasar lentamente frente a mi tienda, con la cabeza baja. Lo reconocí al instante, pero no se veia bien. Lo saludé y le pregunté: “Hola, ¿qué te pasa?”.

Dijo: “Llevo varios días enfermo. Mis hijos no están y no quiero estar en cama, así que solo intento salir a dar un paseo”. Le respondí: «Ya te dije que recitaras a menudo “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”». Él dijo: “Lo olvidé; soy demasiado viejo”.

“Entonces vamos a recitarla ahora”. Me pidió que escribiera las dos frases para él.

Unos cinco días después, vino a mi tienda con la tez sonrosada y una sonrisa radiante. Dijo: “Estoy aquí para agradecerte”. Le respondí: “Si quieres agradecerle a alguien, ¡agradéceselo a Shifu! Fue Shifu quien te salvó”. Él dijo: “¡Gracias, Shifu! ¡Y gracias por contarme esta maravilla!”.

“Falun Dafa te cambió. ¡Es increible!”

Tuve una prueba de xinxing un año después de empezar a cultivarme. Como no tenía mucho trabajo, solo alquilé la mitad del local. Considerando mi mala salud y el horario de trabajo de mi esposo, que me impedían administrar el negocio sola, decidimos compartir el espacio para que el otro vendedor y yo pudiéramos ayudarnos mutuamente.

Alquilé la mitad del local que el propietario usaba para su propio negocio. Al lado había un restaurante de comida rápida, que estaba en auge y necesitaba más espacio. El dueño quería expandirse, así que contactó con mi casero para pedirle que me desalojara y le alquilara el local. Ofreció el doble, pero el casero se negó.

Esa noche, el dueño del restaurante llevó 10.000 yuanes a la casa del propietario y habló con su esposa, quien también se negó a alquilarle. El propietario dijo: “No es cuestión de dinero. Me alegra alquilarles a la pareja porque son buena gente” Al día siguiente, el propietario me lo contó y me conmovió profundamente.

Una vendedora de videos me dijo después: “El dueño del restaurante le pidió al casero que te echara”. Le dije: “Lo sabía”. Se sorprendió y dijo: “¿Lo sabías? El dueño del restaurante estaba frente a tu local y no te vi reaccionar. Pensé que no lo sabías”. Le dije: “Ahora practico Falun Dafa y cultivo Verdad, Benevolencia y Tolerancia. No voy a discutir con él”.

Ella sonrió: “Falun Dafa te cambió. Es increíble”.

Sí, si esto hubiera sucedido antes de empezar a practicar, no habría perdonado al dueño del restaurante. Como mínimo, lo habría regañado para desahogar mi ira. Pero no estoy enojada porque tengo el Fa en el corazón y estoy muy tranquila.

El casero tenía mal carácter y gritaba cuando se enojaba, así que era difícil llevarse bien con él. Era muy tacaño y discutía con los clientes por cincuenta centavos, poniéndose colorado y furioso.

Después de empezar a practicar, el casero notó los cambios en mi salud y comprendió que Falun Dafa era bueno. Dirigíamos nuestros negocios en la misma tienda y nunca discutíamos. Con el tiempo nos hicimos buenos amigos, y mi esposo y el casero eran como hermanos. Su familia se mudó a Shanghái, vendió su casa y la tienda quedó enteramente en mis manos.