(Minghui.org) Poco después de comenzar a practicar Falun Dafa en 2014, Jing fue arrestada ilegalmente por la policía y condenada a cuatro años de prisión por haber entregado a alguien un DVD de Shen Yun. La única practicante que ella conocía era la que le presentó Falun Dafa, pero esta practicante había fallecido a causa de la persecución. Jing conoció a varias practicantes en la cárcel antes de ser puesta en libertad, y una de ellas le dio el número de teléfono de otra practicante. A través de esa practicante, conocí a Jing, y ella compartió sus experiencias conmigo.
El sentido de la vida
Después de graduarse en la universidad, Jing trabajó para una empresa estatal, se casó y formó una familia. La pareja se amaba y disfrutaba de unos ingresos estables. Aunque la vida familiar de Jing era satisfactoria, siempre sentía que le faltaba algo y, a veces, se sentía perdida y vacía. En 2014, conoció a una practicante que le habló sobre Falun Dafa. Después de leer un folleto, se sintió profundamente conmovida por los principios de Falun Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y deseó aprender más. Más tarde, Jing volvió a ponerse en contacto con la practicante, quien le dio una copia del libro principal de Falun Dafa, Zhuan Falun. Después de leerlo, se dio cuenta de que eso era lo que había estado buscando. Comprendió que el verdadero significado de la vida era volver a la propia naturaleza, a la fuente del ser, a su propio mundo y al verdadero hogar.
Zhuan Falun cambió la vida de Jing. Lo leyó con entusiasmo y abordó todos los problemas que se le presentaron según las enseñanzas de Dafa, incluyendo las relaciones con la familia, con los compañeros de trabajo y con los amigos, les habló sobre Falun Dafa y les aclaró la verdad sobre la persecución. La policía la arrestó cuando le dio un DVD de Shen Yun a alguien que había sido engañado por el Partido Comunista Chino (PCCh). Ella se mantuvo firme en su fe y se negó a cooperar con la policía. Se negó a responder preguntas, no dijo quién le había dado el DVD de Shen Yun y se negó a firmar la declaración. En cambio, relató los cambios y las experiencias que había vivido desde que comenzó a practicar, explicando que seguía los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia de Falun Dafa para convertirse en una mejor persona, y que no había infringido ninguna ley. Por negarse a abandonar la práctica, Jing fue condenada ilegalmente a cuatro años de prisión.
Dispuesta a sacrificarlo todo por Dafa
Los guardias de la prisión asumieron que, como solo llevaba poco tiempo practicando Falun Dafa, no tenía un conocimiento profundo de la práctica, por lo que podrían transformarla fácilmente. Sin embargo, a pesar de sus repetidos intentos de lavarle el cerebro, amenazarla e inducirla —incluyendo obligarla a sentarse en la misma posición en un pequeño taburete durante dieciséis horas al día, prohibirle hablar con otras personas, restringirle el acceso al baño, al agua, a la compra de artículos de primera necesidad y a negarle las visitas de su familia—, los repetidos intentos de los funcionarios no lograron cambiar su firme fe en Falun Dafa. Jing les dijo a los oficiales que intentaban transformarla: «Aunque no he practicado Falun Dafa durante mucho tiempo y mi comprensión del Fa es limitada, sé que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es el Fa del universo y es la única esperanza de la humanidad. Es un honor para mí haber obtenido el Fa universal. Dafa me ha permitido comprender el verdadero significado de la vida, volver al ser original y verdadero, al verdadero hogar. Por ello, estoy dispuesta a sacrificarlo todo, incluso mi vida».
Como Jing había practicado Falun Dafa durante poco tiempo y no recordaba mucho de lo que Shifu había enseñado, recitaba todos los días: «Falun Dafa es bueno» y «Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Aunque sufrió muchas tribulaciones en prisión, bajo la protección de Shifu salió con dignidad, hizo las tres cosas que debía hacer y demostró con sus acciones la grandeza de Dafa.
La aventura amorosa de su marido
Después de que Jing salió de prisión, su marido, temiendo que la volvieran a arrestar, no le permitía salir de casa ni relacionarse con otros practicantes. Con la ayuda de otros practicantes, consiguió libros de Dafa y un software para eludir el bloqueo de Internet del PCCh. Aprovechó el entorno tranquilo para estudiar diligentemente el Fa, practicar los ejercicios y enviar pensamientos rectos. A medida que continuaba estudiando el Fa, su xinxing mejoró.
Pronto se enfrentó a una prueba de xinxing cuando descubrió que su marido había tenido una aventura mientras ella estaba en prisión. Cuando lo confirmó, su autoestima quedó gravemente dañada y casi se derrumbó. Quería discutir con él, pelearse o incluso divorciarse, pero entonces pensó: «Ahora soy practicante de Falun Dafa. ¿Cómo puedo comportarme como una persona común? Cuando los practicantes se enfrentan a conflictos, deben mirar hacia dentro. Este es un problema con mi marido, ¿en qué he fallado yo?». Se calmó, estudió el Fa y reflexionó sobre la situación. Shifu dijo:
“…todos son qing, y la gente común vive precisamente por el qing.” (Sexta lección, Zhuan Falun)
Pensó: «Es cierto, solía anhelar una vida mejor, vivir bien y cómodamente. Anhelaba el amor romántico entre marido y mujer».
Jing pensó: «Como cultivadora, debo desprenderme de apegos como la fama, la riqueza y el amor. ¿Por qué aferrarme a ellos?». Lo miró desde la perspectiva de su marido, pensando que la sociedad actual está en declive, especialmente bajo el régimen del PCCh. La moralidad humana se está deteriorando rápidamente y la ética humana está en declive. Mi marido es una persona común y podría sucumbir a la tentación de la lujuria y dejarse llevar por la corriente. Como cultivadora, debía perdonarle y tratarle con amabilidad».
Mientras Jing reflexionaba, su marido le confesó su infidelidad y prometió romper toda relación con ella y que no volvería a hacerlo nunca más. Jing perdonó a su marido y su relación se volvió aún más armoniosa.
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