(Minghui.org) Tengo cincuenta años. Antes de empezar a practicar Falun Dafa a los treinta y seis, vivía con un dolor extremo debido a diversas enfermedades. Después de dar a luz a los veintiún años, mi salud empeoró. Sufría resfriados y fiebres frecuentes, migrañas neurálgicas, asma, gastritis superficial, enteritis aguda, estreñimiento con fisuras anales, artritis reumatoide, hernia discal lumbar, estenosis espinal, hombro congelado, urticaria estacional y escozor y lagrimeo en los ojos, que se volvía insoportable con la luz o el viento. También sufría de hiperplasia mamaria lobulillar y varios problemas ginecológicos derivados de múltiples abortos. Aun así, conseguía trabajar, pero finalmente no pude. Mis dolencias me atormentaban. También sufrí una depresión que empeoró aún más mi vida. Mi esposo tenía que sacar tiempo de su apretada agenda de trabajo para llevarme al hospital o a la clínica cada pocos días. Los escasos ahorros de la familia estaban casi agotados y, a pesar de nuestros esfuerzos, mi salud no mostraba señales de mejora.
La depresión empeoraba mi temperamento. A menudo maldecía a todo el mundo y destrozaba cosas: muebles, móviles, bicicletas eléctricas, todo lo que veía. También cortaba ropa en perfecto estado sin motivo alguno. Mi hijo me evitaba y mi esposo tenía que vigilarme cada vez que perdía los estribos porque temía que lo destrozara todo. Estaba al borde del colapso. Aunque no tenía ni cuarenta años, parecía una anciana. El dolor que sentía, mi temperamento explosivo y las tensas relaciones con mi familia me hacían sentir que no me quedaba nada en este mundo. Mi vida parecía haber llegado a su fin y solo quería encontrar un lugar tranquilo donde morir.
Justo cuando me sentía más desanimada y a punto de rendirme, me encontré con una anciana en la calle. Me explicó la verdad sobre Falun Dafa. Mientras la veía alejarse, de repente sentí un fuerte deseo de aprender Falun Dafa con ella. ¡Solo dos días después, nos reencontramos!
En noviembre de 2011, ¡comencé a practicar Falun Dafa! Ese día marcó mi renacimiento: ¡por fin encontré esperanza! ¡Shifu me cuidaba! Después de que me diera el libro principal de Falun Dafa, Zhuan Falun, lo leí con entusiasmo. Aprendí porqué la gente se enferma, el significado de la vida, la relación entre la pérdida y la ganancia, y mucho más. Menos de un mes después de comenzar a estudiar el Fa y a practicar los ejercicios, las enfermedades que me atormentaron durante años desaparecieron, ¡y por fin experimenté lo que se siente estar libre de enfermedades! Me sentí tan relajada y feliz, y experimenté una alegría increíble. Todo a mi alrededor parecía hermoso, y apreciaba a cada persona que conocía. No podía dejar de sonreír. Era un marcado contraste con mi estado anterior de disgusto, depresión, negatividad, melancolía y aversión hacia todos.
A medida que estudiaba el Fa con mayor profundidad, no solo mi cuerpo experimentó cambios enormes, sino que mi xinxing también mejoró y mi perspectiva de la vida cambió. Mi esposo y mi hijo, quienes habían sufrido tanto por mi culpa, estaban rebosantes de alegría. Ambos creían que Falun Dafa era realmente maravilloso. Mis familiares y amigos también se asombraron de los drásticos cambios en mi cuerpo y mente. Como resultado, mi hermana, mi cuñado y mi esposo decidieron practicar Falun Dafa.
Antes de practicar Falun Dafa, no era amable con mi suegro. Mi esposo tiene cuatro hermanos, pero cuando nos casamos, mi suegro solo nos dio una casa vieja y destartalada, sin muebles. No nos dio ni un centavo cuando tuvimos a nuestro hijo. Vivíamos en el mismo patio, uno frente al otro. Le guardaba rencor y despreciaba sus hábitos. A menudo fumaba en pipa, dejando ceniza y hollín por todas partes. No se duchaba con frecuencia. Me mostraba indiferente hacia él, lo que le incomodaba y frustraba. Sin embargo, después de estudiar el Fa, dejé de guardarle rencor. Empecé a limpiar su habitación, a cocinar sus platos favoritos, a lavarle la ropa y a charlar con él. Me esforzaba al máximo por satisfacer sus necesidades. Mis palabras y acciones le conmovían. Mi suegro me decía a menudo: "¡Falun Dafa es realmente maravilloso! No es como lo que se ve en la televisión. He visto tu transformación de principio a fin. ¡Debes estudiarlo bien!". Para facilitarme su cuidado, trabajaba media jornada. Mi esposo se conmovió y dijo que era incluso más atenta y considerada que él.
Antes de empezar a practicar Falun Dafa, solía tener conflictos con otros en el trabajo. Regateaba por pequeñas ganancias y generaba mucho resentimiento. Después de empezar a practicar, me comporté según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia en todos los puestos que ocupé, y llevé la belleza de Falun Dafa a mi lugar de trabajo. Independientemente de dónde trabajara, mi jefe y mis compañeros me elogiaban enormemente. Cuando cambié de trabajo, mi anterior empleador se resistía a dejarme ir.
Mi relación con mis parientes maternos también se armonizó desde que comencé a practicar Falun Dafa. En mi ciudad natal, existe una costumbre que atribuye la responsabilidad de mantener a los padres principalmente en el hijo. Se considera un favor importante cuando una hija visita ocasionalmente y trae comida y ropa. Durante los últimos dos años, mi madre envejeció y no podía cuidarse sola, así que mis hermanos mayores y menores se turnaron para cuidarla. Sin embargo, la distribución desigual de la riqueza entre las dos familias creó una ruptura que llevó a una ruptura casi total de la comunicación.
Hablé con mi hermana, mi cuñado y mi esposo sobre la posibilidad de turnarnos para cuidar a nuestra madre y así aliviar la carga de mis hermanos. Al vernos hacerlo, mis hermanos se conmovieron y sorprendieron profundamente. Dijeron: "Si no fuera por ustedes practicando Falun Dafa, ¿cómo podrían hacer esto? Mamá está en tal estado y las otras hijas se esconden en casa, pero aun así ustedes toman la iniciativa de cuidarla. Solo los practicantes de Falun Dafa pueden hacerlo". Fue el poder de Falun Dafa lo que unió a nuestra familia. ¡Este es un ejemplo perfecto de cómo una persona que practica Falun Dafa puede beneficiar a toda la familia!
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