Mi hijo cambió después de que miré hacia dentro

(Minghui.org) Mi hijo tiene 45 años y es soltero. Ha estado enfermo desde la infancia, tiene epilepsia y un coeficiente intelectual bajo. Esto siempre ha sido una profunda preocupación para mí como madre, y algo que no podía dejar pasar.

Tengo 70 años y he practicado Falun Dafa durante más de 20 años. Siempre pensé que, mientras me cultivara bien, mi hijo también mejoraría. En las primeras etapas de la cultivación, tenía una comprensión superficial y pensaba que, como la gente común tiene deudas de yeli que pagar, una vez pagadas esas deudas, sus vidas serían buenas. Pensé que esto también se aplicaría a mi hijo. También sentía que tenía una deuda con él que debía pagar, y que debía cumplir con mis responsabilidades. No había cura para su condición. Solo podía tomar medicamentos, así que simplemente continué con esta condición.

Anteriormente escribí artículos sobre la cultivación y mi comprensión de la situación de mi hijo, pero ahora tengo un nuevo entendimiento. Comprendo que los diferentes niveles de cultivación revelan diferentes aspectos del Fa, y este se manifiesta de forma distinta en cada nivel. El Fa abarca y conecta todos los niveles, y se manifiesta específicamente en el nivel de cada practicante. Cada nivel tiene su propia expresión del Fa.

Durante décadas, mi hijo fue mi mayor preocupación. No podía vivir sin mí. Después de comenzar a cultivarme, esperaba que él comenzara a practicar Falun Dafa. Intenté muchas veces que practicara, pero las cosas nunca salieron de acuerdo a mi deseo; al contrario, causaron interferencias y tribulaciones. Desde la perspectiva de la cultivación, esto fue positivo, ya que soportar las dificultades me ayudó a mejorar mi carácter y a elevarme a un nivel superior. Pero la cultivación en el mundo humano se ve interferida por diversos apegos, deseos y emociones humanas, y algunos son muy difíciles de abandonar. Una persona debe estar firmemente decidida a cultivarse, si no las viejas fuerzas se aprovecharán de ella. La cultivación es algo serio, y si uno no lo hace bien, puede llevarle a la destrucción total.

Tomemos como ejemplo la enfermedad de mi hijo. Sus convulsiones suelen ocurrir por la noche y a veces se orina en la cama. Cuando esto sucede con frecuencia, me genera mucha frustración y turbulencia emocional. Pensamientos negativos y apegos me inundan la mente, manteniéndome despierta toda la noche. En esos momentos pensaba: "¿Cuánto tiempo durará esto?". Me sentía atrapada en una tribulación debido a la enfermedad de mi hijo.

Más tarde reflexioné que soy practicante y que esta situación no debería estar sucediendo. ¿Por qué está empeorando? 

Shifu dijo:

“¿No les he dicho que cuando una persona practica, toda la familia se beneficia?”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia)

Necesito tomar esto en serio. Mi hijo me está ayudando a cultivar.  Shifu también dijo:

“Para un cultivador, mirar hacia adentro es una herramienta mágica”. (“Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009” en Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX)

Miré hacia dentro para ver cuáles de mis pensamientos y acciones hacia mi hijo podrían estar en contradicción con el Fa y crear brechas que las viejas fuerzas aprovecharan. Encontré muchos pensamientos incorrectos y el deseo de que mi hijo pagara rápidamente sus deudas de yeli. Las viejas fuerzas se aprovecharon de estos apegos, lo que intensificó las tribulaciones y las pruebas. Me hicieron las cosas más difíciles de soportar y me crearon más sufrimiento. También descubrí que, en apariencia, había soltado el apego a mi hijo, pero en realidad había egoísmo y una renuencia a sufrir. También había resentimiento, falta de compasión y una mentalidad de escapar. Todo esto provenía de mis pensamientos y apegos incorrectos. Las viejas fuerzas vieron mis apegos y se aprovecharon de ellos para interferir conmigo. Comprendí que si no superaba esto, podría no superar la prueba.

Me di cuenta de que, en cierto modo, había descuidado a mi hijo. Pensaba que su salud ya estaba así, entonces no necesitaba preocuparme por él. Salí a aclarar la verdad sobre la persecución, pero ignoré a mi familia. ¿Cuál era mi misión? ¿No era ayudar a Shifu a salvar a la gente? Cada vida es preciosa y viene del cielo. Shifu es misericordioso con la gente del mundo, y como practicantes de Dafa del período de la rectificación del Fa, tenemos la responsabilidad de salvar a cada ser consciente. Debemos usar pensamientos rectos para impedir que las viejas fuerzas dañen a los seres humanos. Solo negando las viejas fuerzas y fortaleciendo nuestros pensamientos rectos podemos superar la interferencia y ser verdaderamente responsables de cada vida que encontramos.

Mi mentalidad cambió. Sé que el Fa es omnipotente y se lo comuniqué regularmente a mi hijo, me escuchara o no. Le expliqué que estaba cultivándome mejor y cómo me beneficiaba del Fa. Mi hijo entonces comenzó a cambiar. Su vista pasó de ser rígida y desenfocada a volverse más flexible. Recibe una pensión básica y a veces compra refrigerios. Un día dijo: "Compraré fruta para ofrecérsela a Shifu". Me sentí realmente feliz. La frecuencia de sus convulsiones disminuyó cada vez más y se volvió más vigoroso. Le pedí que recordara: "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". Ahora, cuando salgo a hacer algo, ya no me preocupo. Dejé de preocuparme de verdad porque solté mi apego y le confié todo a Shifu. Necesito ser diligente en mi camino de cultivación y concentrarme en salvar a la gente.

Después de reflexionar y comprender los principios del Fa, mi mentalidad cambió significativamente. Tuve otra prueba. Mi hijo tuvo una convulsión por la noche. Fue muy grave, casi como si se estuviera asfixiando. Esta vez no me conmovió y mi mente estaba despejada. Confié en que Shifu lo cuidaba. Sabía que las viejas fuerzas lo observaban. Dije: "Viejas fuerzas, no están cualificadas para quitarle la vida a mi hijo. Su vida pertenece a Shifu y está bajo su cuidado". Así, él superó la tribulación de la vida y la muerte, y yo también la superé. Una vez más, fui testigo del inmenso poder de Dafa y vi que cuando una persona practica, toda la familia se beneficia.

Dafa es el gran Fa del universo que todos debemos apreciar. ¡Gracias, Shifu!