(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1997. Crecí en una zona rural y todos en nuestro pueblo, incluida yo, éramos coreanos. Después de conocer a un director de hospital y a un profesor universitario que practicaban Falun Dafa, pensé que los practicantes eran buenas personas, así que decidí practicar.
Como tenía dificultades para leer en chino, cuando leía el Fa con otros practicantes, no lo hacía en voz alta. No conocía muchos caracteres chinos, pero mientras escuchaba a los demás, memorizaba el Fa. Pronto aprendí a leer caracteres chinos.
Decidí memorizar Cultivación genuina en Escrituras esenciales para mayor avance. Llevaba el libro conmigo e incluso lo memorizaba mientras caminaba. Cuando los otros practicantes oyeron que había memorizado Cultivación genuina, se sorprendieron y se alegraron por mí. También superé la dificultad de estudiar el Fa y pude leerlo por mi cuenta.
Empecé a memorizar Hong Yin y pude recitar los poemas en orden. También memoricé Escrituras esenciales para mayor avance. Cuando conocí a un compañero practicante llamado Aiping, memorizamos juntos Zhuan Falun. Me resultaba muy difícil leer chino, pero sabía que Shifu me estaba ayudando. Más tarde memoricé los dos artículos recientes de Shifu: Por qué existen los seres humanos y ¿Por qué hay que salvar a las multitudes de seres consientes? Shifu me ayudó a superar la dificultad de estudiar el Fa, porque quería cultivarme diligentemente.
Con la sólida base del estudio del Fa y la guía de Shifu, Shifu me ayudó a superar una tribulación tras otra.
Mi primera tribulación
El 11 de mayo de 2001, me arrestaron en Beijing por distribuir materiales informativos sobre Falun Dafa. Estuve detenida ilegalmente en un centro de detención durante seis meses y luego me retuvieron en el Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de Beijing durante un año. Los guardias nos presionaron para que escribiéramos una declaración de garantía para renunciar a Falun Dafa. Dijeron que si no lo hacía, me golpearían. No me dejaban dormir y me torturaban haciéndome permanecer de pie durante horas.
Había muchas personas con un alto nivel educativo que habían sido “transformadas” y luego ellas intentaron “transformar” a otras. Muchas practicantes estaban confundidas y abandonaron Falun Dafa bajo su influencia. Mi chino era pobre y no tenía un buen nivel educativo, pero tenía la base de haber memorizado el Fa y eso me ayudó.
Pensé: “Los practicantes que tienen una opinión elevada de los practicantes con un alto nivel educativo pueden verse afectados por ellos”. Siempre creí firmemente en Dafa, así que no me conmovieron. Confié en el poder del Fa y en la gran compasión de Shifu para superar esta prueba. No importaba qué trucos usaran, mi corazón no se conmovió.
La segunda tribulación
En agosto de 2023, Aiping y yo distribuimos materiales para aclarar la verdad, pero cuando le entregué un folleto a un policía vestido de civil, me arrestaron y me llevaron a la estación de policía.
En cuanto entramos en la estación de policía, los agentes vieron que nos negábamos a responder a sus preguntas, así que nos empujaron a una pequeña habitación oscura sin ventanas. Poco después de entrar, tenía dificultad para respirar y sentía que me asfixiaba. Sentía que estaba a punto de morir.
Cuando los agentes me preguntaron dónde vivía y cómo me llamaba, no dije nada. Se turnaron para hacerme estas preguntas. Me pregunté: “¿Puedo desprenderme de la vida y la muerte?”. Sabía que, pasara lo que pasase, debía desprenderme de los apegos a la vida y la muerte. Aunque tuviera miedo, tenía que cumplir con ese estándar.
Empecé a mirar hacia dentro: ¿por qué me sentía tan incómoda? De repente me di cuenta de que reconocía que me perseguían. Debía negarme a aceptar que me persiguieran. Cuando lo pensé de esta manera, dejé de sentirme incómoda. Sabía que Shifu había eliminado una sustancia para mí. Después de que esta sustancia desapareció, pude recuperar el aliento.
Recordé lo que dijo Shifu:
“Bajo las tribulaciones diabólicas forzadas por las viejas fuerzas es aun más difícil caminar rectamente; especialmente los Dafa dizi de China continental, cada pensamiento, cada intención durante la diabólica persecución son todos muy cruciales. Si lo haces bien o no, si vas a ser perseguido o no, si lo que haces es recto o no, a qué grado te persiguen, todo tiene relación directa con el camino que transitas por ti mismo y con los asuntos que consideraste con tus pensamientos” (Qué es un Dafa dizi, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).
Analicé mis pensamientos: debía negar esta persecución y definitivamente podría salir de este lugar. Tan pronto como tuve el pensamiento de que no podía salir, lo rechacé de inmediato. En mi corazón le pedí a Shifu que nos ayudara a volver a casa.
La policía me interrogó y me preguntó dónde vivía, pero no respondí. En cambio, les aclaré la verdad y les dije: "No persigan a Falun Dafa. Cuando el mundo sepa la verdad sobre la persecución, los investigarán y los obligarán a rendir cuentas. No les diré dónde vivo, porque es por su propio bien. No quiero que cometan crímenes contra Falun Dafa”.
No me escucharon y me preguntaban constantemente dónde vivía. Me gritaban, pero me negué a decírselo. Les dije: “No se los diré, pero es por su propio bien”. Siguieron gritándome y maldiciéndome. Mi cerebro estaba zumbando y dejé de hablar.
Cada vez que preguntaban, pensaba: “Que se asimilen a los principios de Dafa: Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Cada vez que preguntaban dónde vivía, repetía en silencio la frase en mi corazón. Después de tres horas me ordenaron que firmara un documento, pero me negué. Dejaron de intentar que firmara y me liberaron.
Sabía que todo esto era el poder de Dafa.
Mis reflexiones después de ser arrestada y encarcelada
Miré hacia dentro y analicé por qué me encontré con esta terrible experiencia.
Primero, cuando memoricé Por qué existen los seres humanos, pensé: “Debo memorizar este artículo y podré contarle a todo el que conozca acerca de este Fa. La prisión también es un lugar para que la gente lo sepa”. Esto era una escapatoria. Era presumir, reconocer inconscientemente la persecución. No negué este pensamiento a tiempo.
Segundo, hablé con los practicantes sobre las deficiencias de otros practicantes a sus espaldas; no cultivé mi habla y menosprecié a otros practicantes.
Tercero, cuando memoricé el Fa con Aiping, cuanto más lo memorizaba, más desarrollaba la mentalidad de competencia, una manifestación de envidia; mi intención cuando estudiaba el Fa no era pura. Shifu dijo: “El estudiar el Fa con apegos no es cultivación genuina” (Hacia la perfección, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Estaba faltando respeto a Shifu y al Fa. Esta era la mayor escapatoria, y Aiping lo señaló.
Cuarto, cuando me detuvieron ilegalmente en un centro de detención, no podía comer y estaba débil. De repente me acordé de la tía Li. Trabajé como cuidadora para la tía Li. No podía comer y estaba demacrada. No tuve compasión y no le di de comer bien. Ahora sentía su dolor y me compadecía de ella. Lloré cuando me di cuenta de que era egoísta y no tenía compasión por los demás.
Cuando trabajaba para la tía Li, ella siempre decía que yo le quitaba sus cosas, incluido su dinero. Se quejaba de mí a todos los que la visitaban. Me sentí agraviada y resentida con ella. Me quejé con su hijo y le dije que quería renunciar. Pero lo soporté y no me fui. Pensé que lo hice bien y dejé ir mi resentimiento. Otros practicantes también dijeron que lo hice muy bien; muchos practicantes que trabajaron como cuidadoras para la tía Li se enojaron con ella y renunciaron, pero persistí hasta que murió. Los otros practicantes también dijeron que realmente podía soportarla. Ya no me enojaba con ella y pensé que había pasado la prueba.
Más tarde escuché un artículo en Minghui.org que decía que lo que debes en una vida anterior se paga en esta vida. A primera vista, parece que la otra parte te hizo daño, pero si pudieras mirar al pasado, eres tú quien le debe y tienes que pagarlo en esta vida.
Cuando comparé mi comportamiento con el del autor del artículo, realmente no dejé de lado mi resentimiento hacia la tía Li. Simplemente lo dejé pasar. Ahora siento desde el fondo de mi corazón que ella tenía razón y yo estaba equivocada.
En quinto lugar, cuando me arrestaron y me llevaron a la estación de policía, recordé la enseñanza de Shifu: “...si el tianmu de tal persona está realmente abierto, tampoco puede ver, ya que está sellado por este tipo de apego suyo. Solo cuando en el futuro él deje de ponderar sobre el tianmu y abandone completamente este tipo de apego, se disipará lentamente” (Segunda Lección, Zhuan Falun). Tenía un tumor en la cadera antes de comenzar a practicar. Mejoró después de obtener el Fa. Más tarde, volvió y se hizo cada vez más grande. Pensé en la enseñanza de Shifu y me di cuenta de que era una ilusión. Pero al principio no la dejé ir en mi corazón. Más tarde negué la idea de tener un tumor. Cuando dejé de lado por completo el apego, el tumor desapareció lentamente.
Cuando me detuvieron en la estación de policía, recordé esta enseñanza y pensé que estar detenida ilegalmente era lo mismo que la falsa apariencia de “enfermedad y yeli”. En ese momento no admití la persecución y pensé que debía ser liberada. Negué todo pensamiento de que no podía dejarlo. Me asimilé a lo que dijo Shifu y me deshice de los apegos. Fue el Fa lo que me dio pensamientos rectos sólidos.
Cuando regresé a casa, sentí que realmente hice lo que Shifu me pidió, y esta vez realmente cumplí con los estándares del Fa. A través de esta tribulación, sentí profundamente la brecha entre mi cultivación y los requisitos de Shifu para los practicantes. Si no rechazamos nuestros pensamientos erróneos a tiempo, el mal continuará persiguiéndonos.
Si dije algo inapropiado, por favor corríjame.
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